El Laboratorio histórico «Enrique Moles» de Química-Física: un viaje a la Edad de Plata de la ciencia española

Por Esteban Moreno, A. Ulises Acuña y Ángel Guirao (CSIC)*

Los laboratorios y sus enigmáticos y a veces vistosos instrumentos son determinantes para el avance científico. Sin embargo, tienen una vida corta, como nuestros teléfonos o televisores, y pronto son sustituidos por otros más sensibles, más rápidos o más funcionales. Su destino final es trágico: el desmantelamiento y la desaparición. Pero no siempre es así, ya que observamos que en muchos países de nuestro entorno se ha desarrollado una admirable cultura de respeto y atención al patrimonio científico instrumental. Esto da lugar a un gran interés por la conservación y el estudio de instrumentos y laboratorios que contribuyeron decisivamente a la historia científica y técnica. Y gracias a este interés uno todavía puede emocionarse contemplando los laboratorios y los instrumentos originales perfectamente conservados que utilizaron, por ejemplo, Wilhelm Röntgen para descubrir los Rayos X o Marie y Pierre Curie para aislar por primera vez el radio y el polonio radiactivos.

Este año se conmemora el 90 aniversario del Instituto Nacional de Física y Química, creado por la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) como centro de investigación de excelencia en dichas disciplinas, durante la denominada Edad de Plata de la ciencia española, en el primer tercio del siglo XX. Con este propósito se construyó un edificio, generosamente financiado por la Fundación Rockefeller (EE.UU.), en el que desarrollaron sus investigaciones Blas Cabrera, Enrique Moles, Julio Palacios, Miguel A. Catalán, Antonio Madinaveitia, Julio Guzmán, Dorotea Barnés, Piedad de la Cierva, Felisa Martín y una larga serie de colaboradores e investigadoras. Disuelto el instituto original en 1939, el edificio alberga actualmente al Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR) del CSIC.

Vista general del Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer término, se puede apreciar una la balanza utilizada por Moles y colaboradores para la determinación de pesos atómicos y moleculares de diversos gases. / Erica Delgado (CSIC Cultura Científica)

Vista general del Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer término, se puede apreciar una la balanza utilizada por Moles y colaboradores para la determinación de pesos atómicos y moleculares de diversos gases. / Erica Delgado (CSIC Cultura Científica)

El Rockefeller, como se le llamaba familiarmente, es un edificio proyectado y construido bajo los principios de la arquitectura funcional al servicio de la ciencia. Fue dotado originalmente con una excelente biblioteca, los laboratorios más modernos y mejor equipados de su época y unas infraestructuras técnicas comparables a las de los mejores centros de investigación contemporáneos, que incluían producción de aire líquido, generación y distribución de corrientes continua y alterna en baja y alta tensión, laboratorios especiales aislados de vibraciones y oscilaciones térmicas, etc.

Con motivo de su nonagésimo cumpleaños se ha inaugurado en este centro el Laboratorio histórico “Enrique Moles” de Química-Física, un espacio donde se ha recreado un laboratorio típico de la época del instituto original de los años 30. Ha sido equipado con mobiliario original parcialmente restaurado (mesas, sillas, banquetas, pizarras, campanas extractoras, fregaderos, etc.) sobre el que se exponen, en diferentes áreas, varios montajes de interés, como algunos de los componentes de vidrio de una línea de vacío similares a los utilizados por Enrique Moles para determinar pesos atómicos, el instrumental necesario para experimentos de electroquímica o una recreación de la mesa de trabajo del propio Moles.

Cuenta también con un espacio expositivo donde se pueden contemplar varias decenas de instrumentos científicos que, con una antigüedad media de cien años, son fieles representantes del patrimonio instrumental del CSIC que se conserva en el IQFR. Estos aparatos, que han llegado hasta nosotros gracias personas que aúnan conocimiento científico y sensibilidad histórica, han sido estudiados y catalogados en el marco del Plan de Conservación de Instrumentos y Laboratorios Científicos de Interés Histórico del CSIC.

Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer lugar, montaje de los componentes de vidrio de una línea de vacío. Al fondo, espacio expositivo con diverso instrumental histórico del CSIC. / Irene Cuesta (CSIC Cultura Científica)

Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física. En primer lugar, montaje de los componentes de vidrio de una línea de vacío. Al fondo, espacio expositivo con diverso instrumental histórico del CSIC. / Irene Cuesta (CSIC Cultura Científica)

El Laboratorio histórico “Enrique Moles” ha sido proyectado como un lugar donde quien lo visite pueda disfrutar de una experiencia inmersiva que le permita conocer y sentir, de primera mano, cómo se realizaba la ciencia experimental de vanguardia en Física y Química hace casi un siglo. Además, la exposición permite el fácil acceso a información sobre la naturaleza, objetivo y funcionamiento de cada uno de los instrumentos científicos que se muestran gracias a códigos de respuesta rápida (QR).

Entre otros instrumentos expuestos, se puede observar una balanza muy precisa con una sensibilidad de 0.005 mg, utilizada por el equipo de Moles en la determinación de pesos atómicos por el método de las densidades límite; un espectrógrafo idéntico al que permitió a Raman descubrir el efecto que lleva su nombre; diversos galvanómetros originales del Laboratorio de Investigaciones Físicas (JAE); o una espléndida máquina de dividir para fabricar escalas circulares graduadas, utilizadas en los instrumentos científicos que se construían en los talleres del Rockefeller, dirigidos por el ingeniero Juan M. Torroja.

Este Laboratorio histórico “Enrique Moles” de Química-Física es una importante y singular contribución a las actividades de divulgación de la historia del CSIC y de la JAE, y por consiguiente a la historia de las ciencias experimentales en España. Es, sin duda, un espacio de gran interés para estudiantes, dado su alto contenido educativo, pero también para que cualquier persona, al margen de sus conocimientos científicos, pueda descubrir mejor la práctica del quehacer científico, y la importancia de dicha actividad para el bienestar y sostenibilidad de nuestra sociedad.

El Laboratorio histórico “Enrique Moles” se puede visitar en el Instituto de Química Física Rocasolano, en la calle Serrano, 119 de Madrid, , en el Barrio de las Ciencias de esta ciudad, de lunes a viernes en horario de 8:00 a 19:00 horas. Para más información, consultar en el teléfono 915 61 94 00.

 

*Esteban Moreno Gómez es el responsable del Plan de Conservación de Instrumentos Históricos y Laboratorios Científicos de Interés Histórico del CSIC. A. Ulises Acuña y Ángel Guirao Elías son investigadores del CSIC en el Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR-CSIC).

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