Nueve preguntas que hay que hacerse antes de adoptar un animal de compañía

imageTras el post de ayer, en el que recomendaba leer ocho textos antes de adoptar, me hacen llegar (gracias Antonio) otro artículo obra de la Fundación Altarriba que han recogido en la web de la Asociación Progolden, entre otras.

Es un texto que merece la pena que se difunda, porque es necesario reflexionar a conciencia antes de incorporar un animal a nuestra familia.

Aquí os lo dejo:

Si hablamos de tener un animal de compañía, hay una primera cuestión que es: ¿Por qué tenerlo? Estamos hablando de seres vivos, da igual su especie y su tamaño, y no se puede alegremente hacer probaturas para ver si es divertido, o difícil, o fácil, o si supero con el mío el que tiene mi vecino. Partimos de que lo primero es obrar con sensatez y sobre todo poner la cabeza por delante del corazón (adoro a los animales) o del estómago (me he enamorado de ese cachorro del escaparate).

Estas son algunas preguntas que necesariamente debes hacerte antes de llevarte un animal a casa para conseguir que él te disfrute, y no que te padezca:

¿Por qué quieres un animal de compañía?

Parece mentira que tan poca gente se haga esta pregunta «antes de». No hay error más grande que adoptar una animal sólo «porque lo piden los niños» u otros motivos igual de irresponsables. Hay que tener en cuenta lo gordo: el gasto que supone en dinero y tiempo, las preocupaciones, el atenderlo debidamente en todos los aspectos (físicos y psicológicos), y el hecho de que viven entre 10 y 20 años. Has leído bien, muy bien.

Planteate el tema como «un gran marrón» que se te viene encima, y a partir de ahí busca las razones que te puedan llevar a decir que sí. Es lo mejor, sobre todo para el animal.


¿Tienes tiempo para él?

Los animales de compañía, aunque parezca de perogrullo, son para acompañarnos y para estar acompañados. De ahí el nombre: de compañía (pero mutua). Por tanto, estar cansado, enfadado, etc. no sirve como excusa. Hay que atenderlos, ponerles la comida y el agua, sacarlos si son perros, llevarlos a hacer ejercicio, pasar un rato con ellos, y eso cada día, durante todos «sus» días.

Mira bien tu agenda de los próximos años o tu rutina diaria antes de coger el animal, porque acabará en un refugio (con suerte) cuando te agobies. La frase «no podemos atenderle debidamente» es tan habitual como lamentable, y es la coletilla favorita del 70% de los intentos de abandono.

¿Puedes mantenerlo?

No te pienses que el animal se sustenta del aire, y que sencillamente «está» ahí. Mantener un animal de compañía cuesta dinero, no tanto para tener que pedir un crédito bancario, pero sí lo suficiente para que se incluya en la partida de gastos fijos de la casa:

Gastos seguros: microchip, censo, alimentación, vacunas, correas y collares, esterilización (este gasto te lo sueles ahorrar si lo adoptas en un refugio), juguetes, elementos de higiene, desparasitadores (interno y externo).
Gastos posibles: adiestramiento, atención veterinaria por accidente o enfermedad, residencia, etc.

¿Te ves capaz de afrontar los problemas que te dé?

Volviendo a que el animal no se limita a «existir» ahí, se presentarán una serie de incidentes relacionados con él que debes estar dispuesto a asumir: que un día vuelva a casa lleno de pulgas, que destroce algún mueble si no está educado, emergencias de salud, etc.

Como no eres de «esos» que de inmediato despachan al animal a la calle, carretera, perrera o vida eterna, si no has tenido perro o gato antes debes informarte lo mejor posible sobre estas cosas.

Por cierto, por si no lo sabes, y porque hay quien ha abandonado un animal por uno de estos dos motivos, te informamos que:
– Suelen hacer caca una vez al día, no una vez a la semana.
– Sueltan pelo (menos los «calvos»: Crestado ChPeruano Desnudo, Sphinx).

¿Puedes tenerlo donde vives?

Un perro viviendo en un jardín o patio, en plan vigilante de seguridad solitario, que ve a su dueño una vez al día o a la semana, cuando le trae una perola de pienso y un cubo de agua, es un animal condenado a padecer muy graves alteraciones de conducta, y por ello está considerado como maltrato por muchas leyes.

Aclarado esto, antes de ir a recoger al animal, e incluso antes de empezar a buscarlo, pregunta si donde vives se admiten animales o si hay alguna restricción al respecto (perros no pero gatos sí, etc.).

¿Tu ritmo de vida es adecuado para este animal?

Aquello tan manido de «perro pequeño porque tengo piso pequeño» vale más que lo pongas en el baúl del olvido. El tamaño del animal no es un buen criterio para elegirlo, sólo una variante a considerar pero no en relación al tamaño de la vivienda. Puedes pensar en un perro muy pequeño o en un gato si viajas mucho y quieres asegurarte de que pueda ir en cualquier medio de transporte, pero no «porque vivo en un estudio».

Además hay otra cosa: en general, el perro cuanto más pequeño más movido (y ladrador cuando se agobia), y cuanto más grande más tranquilo y más calladito. Al pequeñajo tendrás que sacarlo a pasear muchas más veces para que se «descongestione». Conocemos el caso de una persona viviendo en un estudio parisino de 40 m2 con cinco Irish Wolfhound (110 cm a la cruz), en casa estaban tan tranquilos, pero paseaban al menos 5 horas al día, una de ellas de carrera libre.

Si va a estar contigo gran parte del día, adopta el que quieras, pero si debe pasar tiempo en casa, no mires el peso, mira el «talante». Tú y el perro debéis adaptaros el uno al otro, y lo mejor es empezar con buen pie, que los problemas ya llegarán solos.

¿Es ahora un buen momento?

No siempre es un buen momento para asumir la responsabilidad del animal en casa. Y no sólo por motivos económicos, así que piénsalo muy fríamente, porque hay algunas circunstancias aconsejan esperar un poco:

– Tienes niños menores de seis años
– Estás estudiando y vas cambiando de sitios
– Estás en la Administración, el ejercito u otro cuerpo que supone traslados.
– Por tu trabajo ahora viajas mucho.
– Anímicamente no estás en tu mejor momento.
– En casa no hay acuerdo general, o el ambiente familiar no es del todo relajado porque hay problemas en la convivencia.

¿Ya has pensado en las vacaciones?

Si no puedes llevártelo cuando te vas de vacaciones o de fin de semana, piensa que si es un perro no puedes dejarlo sólo en casa (el gato es más «factible»). Cuenta con que familiares o amigos tendrán que hacerse cargo de él, o bien tendrás que pagar una residencia.

¿Vas a ser responsable?

Piensa que la ley te obliga a determinadas cosas, y la conciencia a determinadas otras. Legalmente debes necesariamente inscribirlo en el censo de tu ciudad, ponerle el microchip, brindarle la atención veterinaria necesaria, mantenerlo en condiciones dignas (está prohibido tenerlos atados todo el día).
foto articulo4En conciencia, debes esterilizarlo y procurarle un ambiente de vida realmente integrado dentro de la familia, darle una dieta sana, facilitar que haga ejercicio físico, y simplemente quererlo.

La tenencia responsable también implica el inicio responsable de la convivencia, no lo olvides.

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Leah tiene siete años. Su propietario la una luchadora, esa es la palabra que mejor la define ya que después de seis meses de abandono no dejó de luchar por su vida mientras estaba encerrada en una jaula.
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Nos cuentan que su «propietario» la dejó en la perrera por problemas de salud, pero cuando salió del hospital no volvió a por ella. Mientras estaba en la jaula su salud se resintió y llegó a pesar menos de 20 kilos. Resultó que tenía leishmania, probablemente sin tratar desde hacía años.

Por suerte lograron sacarla y ahora está en acogida, recuperándose, y haciendo una vida normal, tomando solo dos pastillas diarias y sin ningún órgano afectado. Va ganando peso porque le encanta comer. Cuentan que también le gusta viajar, es una mimosa y es sociable con perros y personas.

Contacto para adoptar a Leah: adopta@progolden.es

6 comentarios

  1. Dice ser laura

    es un marrón,claramente,lo mejor es no tenerlo,se demuestra con las protectoras y las perreras llenas que el ritmo de vida humano no es compatible con un animal de compañía,mucha gente no sabe luego cómo librarse de un marrón tan grande.es sólo para quienes quieren añadir obligaciones,gastos y problemas a su vida.no tienen futuro los animales,pobrecicos

    02 diciembre 2015 | 14:24

  2. Dice ser Alvaro

    No es ningún marrón, simplemente demuestra la capacidad de las personas para analizar e implicarse con un tercero. Hay obligaciones, gastos y «problemas» que traen una satisfacción mucho más grande que algunas personas, deberían crear «personeras» (simil de perreras para personas). A veces es mejor bajar un poco el ritmo de vida y disfrutar de eso precisamente, de la vida y de la compañía de un peludo de 4 patas.

    02 diciembre 2015 | 17:58

  3. Dice ser Petro

    El marron es que haya gente como tu Laura,

    02 diciembre 2015 | 19:05

  4. Dice ser laura

    no se porque es un marrón que exista yo,sólo comentaba la realidad de lo que se dice en el artículo de arriba,según el cual todo son cargas,y francamente,con lo difícil que ya es sobrevivir hoy en dia,complicarse aun más,sin ser preciso,pues parece sólo al alcance de jubilados con suficiente tiempo y paga.hay webs llenas de anuncios de animales que se regalan por no poder atender,y no creo que todos los que los regalan sean monstruos,sencillamente estarán superagobiados y no sabrán ya que hacer,nadie puede garantizar que su vida no va a cambiar,añadir pues animales sí que parece contraproducente

    02 diciembre 2015 | 23:21

  5. Dice ser Isa

    Lo que dice Laura no es ninguna tontería… y lo dice una que tiene dos perros adoptados de una protectora y un gato de la calle… nuestro ritmo de vida no facilita para nada tener mascota…

    03 diciembre 2015 | 9:00

  6. Dice ser Ana

    Laura, para eso precisamente es el artículo, para saber si estas capacitado para cuidar de un animal de compañía. En tu caso esta claro que no, puesto q piensas que es un marrón. Hay quien le pesa mas lo positivo y es capaz de amarles incluso mas q a muchas personas… En mi caso, tengo 2 peluditos que para mi son mis hijos, es una pena que la gente no sepa valorar eso o tengas otras preferencias, que puedo entenderlo y lo acepto, pero no tienes xq generalizar, no todo el mundo es como tu y piensa que es una carga, para mi no lo es.

    08 diciembre 2015 | 16:20

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