Estoy leyendo la celebrada novela Ejército enemigo, de Alberto Olmos (Mondadori). No me decepciona, pero por ahora tampoco me entusiasma. Quizás lo mucho que me gusta el blog dicen que del otro yo del autor y quizás algunas reseñas, críticas y entrevistas que había leído sobre esta obra me habían generado unas expectativas demasiado altas…
Las nuevas tecnologías, la publicidad, las ONG y la solidaridad, los movimientos sociales de calle… Los asuntos que Olmos toca son muy actuales, parece un periodista. Y se acerca a ellos a la contra, sin contemplaciones. El protagonista no es un héroe, es casi un villano.
Acabo de encontrar en internet una curiosa crítica de Ejercito… firmada por Lorenzo Silva. La ve casi como una novela negra, y no le faltan argumentos. Dice también Silva -y me fío mucho del padre de Bevilacqua y Chamorro- que a la novela de Olmos le sobran las 100 primeras páginas, y yo llevo recorridas unas pocas más, luego aún cabe que Ejército enemigo finalmente me entusiasme.
Me vuelvo a la lectura, ya os contaré.
Alberto Olmos y su ‘Ejército enemigo’
4 comentarios
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18 diciembre 2011 | 11:11
Alguna vez he dicho que «En las narraciones cortas es donde un buen escritor se la juega»
Y eso lo digo porque no aguanto una novela en la que a las cinco páginas me empiece a aburrir y no sepa de que va el argumento., Por eso no voy a leer esa del»Ejercito ese» ni aunque me la regalen para micumpleaños que es el dia 24 de mes próximo. Desde luego mucho le debe gustar a usted sufrir leyendo más de cien päginas sin llegar a disfrutar de un buen argumento. ¡Gracias por avisar!
Clica sobre mi nombre
18 diciembre 2011 | 11:39
«Parece un periodista». Es periodista. Se sentaba cerca en clase, en la UCM.
18 diciembre 2011 | 14:10
Pues no se está perdiendo novelones ni nada el señor Larrosa. Sin ir más lejos, todo lo de Frederic Forsyth. Porque empieza lento, con mínima acción, describiendo cosas, situaciones, personajes, etc… Así, cien páginas. En un momento dado, aparecen 20 líneas sobre un personaje nuevo, que parece no tener nada que ver con lo desarrollado hasta ahora. A partir de la página ciento y pico empieza a hilvanar las diferentes historias y datos para, a partir de las doscientas y pico páginas impedirte soltar el libro hasta el punto final. Y, por cierto, el personaje de las 20 líneas, que aparece por la página 80 o 100, acaba siendo protagonista principal de la obra en su desenlace.
Por supuesto que se agradecen obras ágiles y entretenidas y algunas obras se atraviesan de forma increíble (personalmente, he intentado varias veces leer «La Regenta» y no he podido jamás llegar al final del primer capítulo, lo siento), pero decir que no vamos a leer una novela porque a la quinta página no conocemos el argumento, me parece propio de los tiempos que corren de inmediatez y prisas, con internet, tv, etc… que nos han dejado la paciencia y el gusto por lo tranquilo en el cubo de la basura. Lo queremos todo para ayer. Y así no funciona la vida.
Feliz 2012 a todo el mundo.
31 diciembre 2011 | 07:51