Imágenes Vía craftynest.com

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La necesidad agudiza el ingenio. Y quedarte en tu zona de confort produce exactamente el efecto opuesto: te oxida las neuronas y, con ellas, tus habilidades sociales.

Por eso hoy te proponemos un doble ejercicio que sacudirá el polvo a tu estancado círculo de amistades mientras ejercitas el músculo más valioso para los seguidores de este blog: tu destreza como manitas.

Tú decides el propósito último de este plan: conseguir una excusa perfecta para intimar con ese camarero o esa camarera que tan bien te caen, o crearte una original y económica alfombra do it yourself de reciclaje para tu baño.

De todas formas, vas a lograr ambas cosas… 😉
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¿El gancho? Aproximadamente 175 corchos de vino.

Obviamente, recopilar 175 corchos de vino por tu cuenta solo está al alcance de grandes bebedores vividores como Jack Nicholson, sumilleres profesionales o, touché, camareros de bares y restaurantes. Así que necesitarás aliarte con un profesional del negocio que te ayude a reunir considerable cantidad de tapones.

Excusa tramada, vamos adelante con el paso a paso para llevar a cabo la manualidad de hoy…

MATERIALES

Además de los corchos de vino, requerirás revestimiento plástico (del que se utiliza para colocar en encimeras, bajo escurridores de vajilla, por ejemplo), y un buen pegamento fuerte (el de pistola en caliente es perfecto).

Elije un rollo de revestimiento no adhesivo pero con un buen agarre (como las telas antideslizantes que se pueden colocar bajo las alfombras para evitar que resbalen al pisarlas).

HERRAMIENTAS

-Un cuchillo bien afilado o un cutter.

-Una plancha sobre la que cortar con seguridad.

-Papel de lija para rematar las rebabas causadas por los cortes.

PASO A PASO

1. Corta los tapones por la mitad longitudinalmente.

Recuerda: los tapones, no tus dedos. A no ser que cambies radicalmente de plan a mitad del proceso y desees llevar a cabo una alfombra de dedos humanos, para lo cual necesitarás muchas más manos, complicando el proceso y convirtiéndote en candidato a aparecer en un nuevo documental de Netflix.

2. Coloca todos los tapones formando un rectángulo, con la parte plana hacia abajo.

Dale la forma y el tamaño que desees, teniendo MUY en cuenta el tamaño de tu baño y la superficie del suelo ante la ducha o bañera.

3. Ahora que sabes el tamaño exacto de tu nueva alfombra, corta el plástico antideslizante del mismo tamaño.
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Lo utilizarás como lienzo sobre el que montar tu puzzle de corchos.

4. Empieza a pegar los corchos sobre la tela plástica, con todo el mimo del mundo para que se alineen perfectamente.

¡Guau! Que alfombra tan molona… ¿Y ahora qué?

Ahora depende de ti. ¿Te quedarás la alfombra e invitarás a tu cómplice facilitador de tapones a estrenarla en tu casa? ¿La envolverás de forma original y se la regalarás de propina en tu próxima visita a su lugar de trabajo?

Confiamos tanto en tu pericia de manitas como en tu maestría para hacer nuevos amigos… Pero, eso sí, sean cuales sean tus planes…

¡Cuéntanoslo aquí debajo, en los comentarios!