Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

Entradas etiquetadas como ‘imputados’

¿Quién paga la corrupción?

Por César Moya Villasante

El expresidente balear, Jaume Matas (EFE).

El expresidente balear Jaume Matas (EFE).

Es agotador escuchar cada día las denuncias, los imputados, los juicios que se demoran años, las sospechas de casos nuevos.  Pero con todo ello nadie paga la corrupción.

Los poquísimos que van a la cárcel salen enseguida, como Matas, Isabel Pantoja y otros. Todos están aforados, como Barberá, que además no va al Senado porque «se enfada», pero que sigue cobrando. No se actúa políticamente contra nadie.

¿Alguien puede pensar que esta sociedad pueda avanzar con una corrupción a la que algunos políticos gobernantes dan protección? Y tienen la desfachatez de pasar el muerto a los jueces, cuando ellos tienen el poder absoluto. Si provocan nuevas elecciones puede que algunos lo paguen. Y todos, con más abstención.

 

 

Atracón de injusticia

Por Isabel Moreno,

Cuatro imputados por corrupción, algunos cumpliendo condena en la cárcel: Luis Bárcenas (Gürtel), Francisco Javier Guerrero (ERE andaluces), José María del Nido y Díaz Ferrán. (EFE / ARCHIVO)

Cuatro imputados por corrupción, algunos cumpliendo condena en la cárcel: Luis Bárcenas (Gürtel), Francisco Javier Guerrero (ERE andaluces), José María del Nido y Díaz Ferrán. (EFE / ARCHIVO)

El día despierta con un nuevo titular: otro caso de corrupción, de avaricia sin límites, de ausencia total de valores, de enriquecimientos ilícitos a costa de los “nada de hoy y de siempre”.

Otro día más la impunidad está presente ante hechos repugnantes. Esta forma de ser, de estar, de existir se instala entre nosotros como algo cotidiano. Lo que antaño podría ser impensable, hoy toma un cariz de normalidad.

Y, entretanto, una sensación de profundo asco va extendiéndose por doquier; una náusea nace en nuestro estómago y desata el vómito ante el atracón de injusticia.

Esa peste negra, esa epidemia a gran escala va tiñendo el horizonte, va carcomiendo paulatinamente nuestros cuerpos famélicos. Como buitres, siguen devorando un cadáver del que ya nada queda….

Y una, y otra vez más, esas aves de carroña emprenderán su vuelo infranqueable… y nunca, jamás, mirarán hacia abajo.