Por Alicia Berenguel Anter
Recuento del brexit (EFE).
A dos días de las elecciones generales españolas, el Reino Unido ha decidido dar portazo a la Unión Europea. El brexit se ha impuesto y se abre un periodo de gran incertidumbre. Las negociaciones que se avecinan deberán llevarse a cabo con pies de plomo para guardar un difícil equilibrio: la salida del Reino Unido debe serlo con todas las consecuencias y no puede convertirse en un precedente de obtención de privilegios, pero ambas partes deberán hacer concesiones para salvar sus intereses. Se acercan tiempos de inestabilidad y posiblemente de recesión, a los que las elecciones presidenciales en Estados Unidos añaden más interrogantes.
Ante esta situación, España parece seguir navegando sin rumbo cuando necesita más que nunca un gobierno fuerte, competente, que actúe desde unos principios éticos, movido por el bien común. El panorama político de cara al 26-J no podría ser más desolador, se mire a la izquierda o a la derecha, pero es acuciante ponerse a trabajar. Pese a que el descrédito y la apatía son generalizados, es deseable que votemos y que lo hagamos con la cabeza, aunque sea para evitar males mayores y permitir que algún día se lleve a cabo la renovación que tanto necesitamos.
¡LOS BRITÁNICOS HAN HECHO BIEN!
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…Otra vez el Reino Unido nos ha dado una lección de democracia. Cameron promete el ansiado referéndum para calmar a los euroescépticos, cumple esa promesa y lo convoca (cosa que aquí no hubiera ocurrido. Nuestros políticos nos mienten siempre. Nos faltan el respeto y no cumplen sus promesas electorales. Zapatero, Rajoy, Pedro Sánchez, las contradicciones de Pablo Iglesias, bla, bla, bla…) y, fíjese por dónde, en las urnas sale el ‘Brexit’! Se quieren ir y se van a ir de esta maldita Unión Europea. De este bastardo sueño europeo que sólo ha servido para generar más desigualdades, más políticas ultraliberales, más jerarquías entre los países del norte y del sur, más hipocresía con los exiliados de las guerras.
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…¡Los británicos han hecho bien!
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…Hicieron bien cuando conservaron su moneda, su libra esterlina. Y ahora hacen bien marchándose. ¿Por qué? Muy sencillo. Como siempre pasa, los países miembros ricos de la Unión se sienten perjudicados económicamente. Hablando en romance paladino, R. Unido pagaba mucho y recibía poco. Luego está el tema de la inmigración. El R. Unido sigue estando en el objetivo de mira de la mayoría de los refugiados. Gran Gretaña ha de mirar también por la gestión de sus fronteras, por el control de su población inmigrante, por su economía interior.
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…Y amiga Alicia, cuando un socio se siente perjudicado en un club, que además le está costando un ojo de la cara, lo normal es que se marche de él con viento fresco. Y eso es lo que han dicho las urnas, y eso es lo que ha dicho el sentido común. Ahora se abrirán unos años algo difíciles, de incertidumbres, en el que los británicos renovarán sus acuerdos con el resto de países de la Unión. Será una vuelta a los clásicos ACUERDOS BILATERALES. Pero sin duda, seguirá habiendo apertura de fronteras, libre intercambio… No obstante, ahora serán los británicos quienes marquen sus propias reglas internas de control. Es lo justo.
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…Es decir, seguirán creciendo como uno de los países más ricos del mundo. Y sin tener, por fin, que rendirle cuentas ni que pagar cuotas a esa UNIÓN EUROPEA, que, en su día idearon esos filósofos de gabinete, esos padres fundadores del aire, esos líderes visionarios del cuento de la vieja: Konrad Adenauer, Joseph Beck, Johan Willen Beyen, Alcide de Gasperi, Walter Hallstein, Sicco Mansholt, Jean Monnet, Robert Schuman… La mayoría de estos sabios eran franceses o alemanes. Pocos, poquísimos, británicos o griegos o portugueses o italianos. Pocos muy pocos. Por no decir, ninguno. Por algo será…
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…La Unión Europea nos sale a todos muy cara, está muy mal gestionada y excesivamente jerarquizada. Y por supuesto, no representa ni una UNIÓN ni la SOLIDARIDAD entre los pueblos como rezan sus bases fundadoras. Algo así como la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad, la ciudadanía y la justicia, los cuales ya se recogen en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos, en la Carta Social Europea del Consejo de Europa, en la Carta Comunitaria de los Derechos Sociales Fundamentales de los Trabajadores, y a su vez en las propias constituciones de los estados miembros de la Unión, así como en otros convenios internacionales que firmaron los estados de la Unión Europea. Y bla, bla, bla…
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…Pero realmente ¿se cumple algo de esto cuando los países o los refugiados lo necesitan? Sabemos que no.
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…Esta Unión Europea no nos gusta tampoco a los españoles. 1º porque no es una verdadera unión de los estados miembros (como ocurre en EEUU de América), no compartimos un mismo idioma, una misma mentalidad, una misma cultura… Cada país se aferra a su soberanía, a sus instituciones internas, a sus poderes económicos. 2º Porque no todos los países de la UNIÓN somos iguales. Hay diferencias entre los países del norte (los países ricos) y los del sur (los países pobres). Por eso, quienes gobiernan esta organización ‘idílica’ son siempre ellos, los ricos: Alemania y Francia. Nunca los pobres.
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…En 3er lugar, porque esta UE esta llena de instituciones que nos cuestan un gran ojo de la cara: Parlamento europeo, Consejos de la UE, Consejo europeo, Comisión europea, Tribunal de Justicia de la UE, Tribunal de Cuentas, Banco Central Europeo, Comité Económico y social, Comité de las Regiones, Banco Europeo de Inversiones, ¡hasta Defensor del Pueblo Europeo! Como si fuera una burla del destino, después de lo ocurrido con la oleada de inmigrantes y el egoísmo de la UE.
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…Pues bien, todo este gran número de instituciones, inútiles a veces para resolver los problemas de Europa, lo pagamos nosotros y el resto de miembros de la Unión. ¡Más de 40.000 empleados públicos propios (funcionarios y agentes) trabajan en la administración de la UE! Además todos los años se convocan procesos selectivos para contratar a más, a muchos más empleados, a cientos de empleados. Por supuesto, con nuestros impuestos.
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…Estando en la actual UE, España sale perdiendo. 1º. Porque estamos endeudados hasta las trancas (sólo los intereses de la deuda ya equivalen a un tercio del PIB español); 2º. Seguimos con una moneda demasiado cara y unos sueldos muy bajos; 3º. Hemos cedido demasiada soberanía nacional, a veces para desarrollar aquí política ultraliberales (economía, reforma laboral…); 4º. Nuestras empresas no pueden competir con los productos de bajo valor añadido del Este de Europa; 5º. Nuestro Gobierno ha perdido la soberanía en temas tan importantes como: nuestras fronteras, normas de competencia en mercado interior, no tenemos moneda, política pesquera, política comercial exterior, acuerdos internacionales… Y sin embargo, nuestro papel en la UE, es ínfimo. No ocupamos grandes puestos de representación institucional. Tenemos además demasiadas restricciones, etc.
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…En definitiva, amiga Alicia, los británicos han hecho bien. Somos nosotros y el resto de países europeos del sur quienes lo estamos haciendo mal. Debemos exigir un nuevo diseño de la UE, con más protagonismo de los miembros del Mediterráneo, y con una mejor redistribución de las riquezas. QUEREMOS UNA UNIÓN EUROPEA ‘’A LA CARTA’’, ADAPTÁNDOSE a las necesidades de cada país miembro. Y no una Unión esclavista llena de restricciones y políticas neoliberales. ¡Nosotros no somos ni podemos ser Alemania! ¡Estamos endeudados y ahora tenemos menos derechos! ¿Dónde está esa felicidad que nos prometían los europeistas? No seamos nosotros eurófilos, eurotontos y pidamos también nosotros nuestro particular SPAXIT.
25 junio 2016 | 23:39