Por Vicnuel Sánchez González
Recientemente llamé por teléfono a un amigo, quién, al fallecer su mujer, se había quedado solo. Le di el pésame y seguimos charlando un buen rato. Al terminar, se me echó a llorar y, con voz desgarradora, me decía: y ahora…, ¿con quién comento esto que hemos hablado?
Pues esta o similar pregunta se hacen hoy muchas personas que no están viudas ni huérfanas: llegan a casa deseosos de contar lo que les ha ocurrido, bueno o malo, a lo largo de la mañana o del día y se topan con un repetitivo ¡chitón!, porque se está viendo la televisión o navegando por Internet. Y ahí tienes al pobre niño que llega del cole, al pobre anciano o al cónyuge sintiéndose ninguneados (unos don nadie). ¡Qué pena!
Es evidente que las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) tienen muchos pros, pero también tienen algunos contras que causan mucho mal y que, por lo tanto, habrá que tratar de evitar.
Que no tengamos que decir como el de la soleá de Juan Talega: “¿A quién le contaré yo las fatiguitas que estoy pasando? Se lo voy a contar a la tierra cuando me estén enterrando”.
Pero también esta regla tiene sus excepciones; así, por ejemplo, si los miembros de una familia saben por experiencia que, cada vez que entablan una conversación, suelen acabarla tirándose los trastos a la cabeza, tal vez sea mejor que vean la televisión o que naveguen por Internet, incluso durante las comidas.
Es dificil hablár con una persona que no te escucha y tiene sus sentidos hipnotizados por un aparato.
11 junio 2014 | 17:39
Maleducados hay ahora y ha habido siempre. Cuando no habia internet pues simplemente no te escuchaban y santas pascuas. Si tu vas a tu casa para contarle algo a tu mujer/marido/padres lo que sea y te dicen chiton porque estan con la tele, pues mucho carinio no te tendran, no es problema de la tele.
12 junio 2014 | 9:39
Ante todo somos personas, y hay que diferenciar que las nuevas tecnologías nos ayudan a informarnos y mantenernos comunicados, pero antes de eso esta la comunicación del tú a tú en persona, cuando eso lo tengamos claro podremos hacer un mejor uso de las tecnologías.
12 junio 2014 | 12:58
No tengo mas remedio que dar completamente la razón al remitente de la carta, hoy las relaciones personales se han sustituido por ,la conv ersación con un aparato, pero se pagará.
13 junio 2014 | 12:09
Quizá el maleducado es el que reclama atención inmediata cuando la otra persona tiene el interés puesto en otra cosa. Todos han de saber cuando y cómo se debe (o se puede) reclamar atenciones.
14 junio 2014 | 18:26
Es como todo: Si tomas dos litros de vino, coges una borrachera; si bebes un par de copas, hasta puede que te siente bien. Si no tienes educación, no harás caso a quien está contigo, porque estás con tu tableta, o tu móvil; si la tienes, lo apagarás. En cualquier caso, es cuestión de medida. Allá el que se emborrache, o prefiera el móvil, en vez de charlar con el amigo o admirar y deleitarse con la amiga.
15 junio 2014 | 14:21