Aunque Matamoros aún sigue recuperándose de las complicaciones derivadas de su operación quirúrgica en la que le extirparon la vesícula, le ha faltado tiempo para atacar a algunos de sus compañeros de Sálvame a golpe de exclusiva en la revista Lecturas. Cosa, que me parece muy lícita, porque forma parte de su trabajo.

El colaborador de televisión, que no contaba con todos los problemas que le está dando su paso por el quirófano ha querido aclarar su estado de salud y ha dicho: «Es una infección que ha afectado al hígado, al páncreas, al tubo biliar, a la sangre y a algún órgano más… Parece que va remitiendo«.

Sobre su estado físico y anímico, Kiko, que siempre parece invencible se ha sincerado y ha dicho «He perdido 10 kilos. Tengo los brazos y las piernas como cuando tenía 11 años. Esta época es muy deprimente para estar hospitalizado«.

Como nos ocurre a todos, cuando tenemos algún que otro bache, Kiko se ha sentido defraudado por algunos de sus compañeros, y ha llegado a decir de ellos que «tienen un nivel absolutamente nulo. Saben que intelectualmente los desprecio«.

Además, Matamoros ha abierto un nuevo meloncito relacionado con el trabajo que seguro hará que esta misma tarde el plató arda: «Durante el confinamiento, alguna hija de un dios menor empezó a contar mis asistencias y a quejarse por detrás a sus amistades. ¡Qué pena! Fui el trabajador que más horas de pantalla hizo en Mediaset; aún hay alguna que anda con cierto escocimiento» ¿A quién se refiere Matamoros? ¿Estará hablando de Belén Esteban o de Terelu?

Refiriéndose a María Patiño ha sido más que duro y es que, para él, ha sido quien más le ha decepcionado después de que Makoke le filtrase a la Patiño que el exnovio de Anita, su hija en común, mantuvo una relación con Marta López Álamo, la actual pareja de Matamoros. Kiko, ha querido aclarar que solo fueron «un par de besos«.

Por si esto fuese poco, Kiko Matamoros también ha mostrado su nueva cara en la revista después de que se le bajase la inflamación tras los polémicos retoques a los que se sometió en la clínica de su nuera, la doctora estética Carla Barber.