Algunas palabras sobre Viva el Rollo de Edi Clavo

Una crónica del Rock&Rollo de la España de 1975 por Edi Clavo, edita Sílex y edita con gusto, como siempre. Desde la portada con un Bob Dylan anfetamínico buscando bajo la minifalda de Françoise Hardy lo que no encontraba en el cuerpo de Joan Báez, el Alcázar con la noticia del Dictador Muerto. Edi Clavo va fuerte. Iba fuerte. Le gustaba la gasolina. Iba con gente auténtica. La gente de antes de la movida (la pongo en minúscula porque en minúscula debería estar), la gente que estuvo en la contracultura, en el Rollo (dos l pero podríamos poner todas las eles que quisiéramos) son los auténticos villanos de esta historia sin héroes.

Enumerar de memoria es lo mejor. Enumero y eso no asegura que salga en el libro de Clavo: Alberto García-Álix, los poemas y las reseñas de Haro-Ibars, el Drugstore al que iban los poetas ricos a pillar chapas (acabarían siendo VIP´s en Princesa, como el que cantaba Moris, escapando de López Rega y cía), Villena y Panero. No hay más Punk que Nazario y Jaime Gil de Biedma. Gil de Biedma es más punk que Nazario. Decidido. Leo una biografía sobre La Banda Trapera del Río. Entre Madrid y Barcelona. Entre Antonio, Pepe y Johny. Like a shot. Como un disparo. Entonces no había chupitos. O se bebía o no se bebía. Sol y sombra. Ocaña. No el ciclista. El sol Ocaña. Federico. Sí, Federico. Onliyú, Ramón de España y el larios con coca cola de Vila-Matas.

Solo por el concierto de Robert Fripp y Brian Eno valdría la pena haber vivido en 1975. El año que se casaron mis padres. Las cintas de Eno, antes de U2 y de fliparse con Berlín. Mucho mejor Sevilla con Silvio y el alcohol de quemar. En la mesilla la corbata, la Virgen de Triana y Adriano Celentano. El sitar de Gualberto. La belleza lorquiana de Lole. Y los García-Pelayo soñando con el Gong. Gong y más Gong. El hijo de William Burroughs y su jamón de Kentucky, la gasolina de Corso, los libros del opio de Jesús Ferrero. Malditos de verdad. Vida de un crítico de rock. Oriol Llopis. En Zaragoza teníamos a Uribe y alguno más. Mi padre estuvo en Luesia antes que Guinda. Esa historia no me la quita nadie.

Es el tercer cuarto en el que hablo de la visita de Dylan y Ginsberg a la tumba de Kerouac. Pero seguiré contándolo. Hace unas semanas estuvo en un garito de Zaragoza Scarlet Rivera, la violinista de la banda. No se acaba nunca. Tenemos coyotes y crecepelos para todos. La naranja mecánica enseñaba a mezclar las anfetas con la leche y Blow Up nos enseñaba que las tetas pequeñas eran Arte y ensayo. Los que crecimos en los noventa leímos el cuento de Cortázar después de ver la película y no entendimos nada. Dejamos el progresivo, queríamos cosas más cortas, más sencillas. El Easy rider de Cooper tuvo que llegar un poco tarde. Pero bueno. No pasaba nada.

Ahí perdimos, ahí perdieron más bien, la opción de usar la bandera española con orgullo. Como hacían los motoristas de la peli o los punkies prefabricados de Malcom McLaren con la Union Jack. Ahora escondemos la grifa y la bandera española. La rojigualda está más proscrita que el perico. Me estoy yendo, perdón. Hace mil años vi imágenes del Toronto Festival, la parte de Jerry Lee Lewis (porque yo y los de mi quinta llegamos al Killer por la película de Quaid, menos mal que la cinta con la banda sonora era canelica pura). La parte de Jerry Lee, con un jersey de cuello alto muy ajustado y tocando temas clásicos que no eran suyos. Jerry Lee tocando la guitarra eléctrica en vez del piano. Sí, tíos. De ese material estamos hablando. Y el chicle de Lennon para poder contener el eufórico castañeteo de la farlopa.

El Rrollo enmascarado con Mariscal y Nazario. Nazario dando clases en el cinturón industrial de Barcelona. Ahí había más quinquis que independentistas. Que pague Pujol. Ceesepe y El Hortelano. Y bien de sustancias. Y si no vinazo y si no lo que sea. Bajemos a Sevilla o a Cádiz, Tetuán o lo que sea, ahí donde esté la mejor resina. La revista STAR se vende en tomos encuadernados por los distribuidores. Ahí puedes bucear hasta que te das cuenta de que todo era muy sencillo: Bowie, Lou Reed y sucedáneos, Iggy, Nico, algo de progresivo, los hombres de las praderas. Nadie avisó a Edi Clavo de que Dylan se iba a hacer cristiano sin permiso. Ahora los ricos funcionarios compramos reediciones de los cromos de Roger Crumb, y de su mujer, y de los Freak Brothers… y pensamos que Mr Jones es una canción de Charly García, el único rock que compuso con Sui Generis.

Mariano Antolín Bravo y sus botas de cuero español, los restos de Kerouac, el mito yonqui de William Burroughs, la novela romántica de terror que tanto seducía a los vampiros Haro-Ibars, Panero y Villena. Los libros de la colección los Juglares (tengo varios en el sótano, incluso aquel batiburrillo llamado Tarántula de OldMANBob) de la editorial Júcar.

«Y claro, el Gay rock de Haro-Ibars. Ninguno era gay. No sé a quién le gustaban más las chavalas, a Bowie o a Marc Bolan, quién estaba mejor, Imán o Gloria Jones. Pero la colaban, la colaban bien. O se aburrían, que también puede ser. Hay que recordar que hasta comienzos de los setenta la homosexualidad estuvo prohibida en Inglaterra. Así que cuando Bowie soltó su bomba ya habían levantado el castigo. Pero no para Alan Turing. Esa es otra historia».

Zappa impulsado a la divinidad por la olivetti de Diego Manrique, Julio Ordovás o Ángel Casas. Periodistas con pasta, con mucha pasta. Niños bien que jugaban a ser contraculturales. Las colecciones de vinilos importados las traían desde París los cigüeñas por orden de Gilles Deleuze y Antonio Negri (que se desviaban para traer buena pasta de parte de las Brigadas Rojas). Es jodido que mi generación (vuelvo otra vez a lo mismo) conozca a Jordi Sierra i Fabra por los libros juveniles de Gran Angular. Pero también conocimos a Federico Jiménez Losantos como vocero de la derecha en vez de poeta, fundador de Diwan y autor de “Lo que queda de España” que publicó, en un alarde de libertad, la revista Ajoblanco. ¿No hablas del Popu? Prefiero no hacerlo. Porque sigue vivo y fresco. Prefiero a Kevin Ayers y prefiero a Ollie Halsall que en 1975 ya estaba pensando en venirse a España. Manrique siempre lo quiere explicar todo, pero Oriol Llopis es un macarra de la química. Cuando llegue Joan Jett todos se pondrán a tope. Más que con La Harry, que estaba demasiado lejos. Voy comprando libros y revistas de STAR, porque sé algún día valdrán mucho más de lo que nadie esté dispuesto a paga.

Hombres lobo en la onda media. El Mariscal Romero haciendo la sesión de pie y cantando sobre la voz de Jagger, inventando el karaoke unos años antes de que llegue a España, pero el cutre, el de las bodas, el del borracho que quiere cantar sobre una de Nino Bravo. Gonzalo García Pelayo se debatía entre los genitales y la estadística, entre el Gong y las ruletas. Pero sabía que se podía estar en el sur muy tranquilo.

Conocí a Plácido Serrano en la radio. Me aburre la nueva canción aragonesa. Solo la Curroplastic me mola. Pero por lo menos teníamos el buen gusto de no andar con proclamas de regionalismo beligerante para encubrir las brasas que dábamos. No como el viento que le dio en la cara a Raimon. Ojalá, una vez caído al suelo, como Dylan, hubiera agarrado la eléctrica o se hubiera ido a hacer hijos a las Baleares como Pau Riba.

«Al final en 1975 la gente quería bailar. Precalentamiento funk y alguna lenta para arrimarse, enhiesto vegetariano, sin miedo. Al final la música disco nos salvaría. Y, oye, yo, cada vez que escucho Getsemany por Camilo Sesto (o por Javier Corcobado, pero esa es otra historia), se me pone el alma dura, como si fuera Leonard Cohen cantando a la paloma de la guerra y de la paz».

Y pillar algún vinilo: en ediciones baratas, con portadas falseadas, recopilatorios de Lou Reed con todas las letras en español, o, por lo menos los títulos. Alguna cosa de Bowie, las de los Stones, todas las que luego valdrían pasta con la llegada de Ebay.

La brasa del Sonido Canterbury. La brasa del Sonido Canterbury. Tolkien más largo que Tolkien. Y los Stones grabando Fool to cry y probado guitarristas después de echar al pobre Mick Taylor. Lo hacen yonqui y para casa. Aún está lejos Tequila, pero no mucho. López Rega está haciendo de las suyas y pronto llegarán Moris, Makaroff, Stivel y los hermanos Roth para salvar nuestros cuerpos. Las almas son para el diablo. El directo de Lou Reed, el directo de Eno&Fripp. Los Revox y las pletinas. La ilustración fanzinera que le robaron a Nazario. Tres noches con Nico.

Ya he hablado de la cosmogonía de la estética a lo borde. Triana, la Banda Trapera del Río, Burning. Bob por seguidillas. Bambino con guitarras eléctricas y bongos. Jaume Sisa reconvertido en cantante de Boleros. El Gato Pérez cantando La Balsa por Peret y colándola a todos los españoles unos años de que lo hiciera Calamaro.

Ramón de España (ya lo he comentado), en la Zeleste, macarrones y ginebra de garrafón. Y Vila-Matas, que también lo he nombrado antes. Y Fernando Fernán Gómez, que no lo he nombrado ni lo nombre Edi Clavo, pero que se iba al bar del Aeropuerto para seguir trasegando güisqui (sí, así lo pongo y así se queda) y que, si la cosa se complicaba, se iba al Cementerio de la Almudena, que también tenía abierto el servicio de bar las 24 horas.

De Burgos a Canet. Blondie y mi amigo Fernando Sanmartín. Y OCAÑA. Otro que ya ha salido por aquí, subido en una furgoneta haciendo un Striptease. Y los licores de Pau. Y el DYC mesetario. Y, coño, que era mucho más divertido el rollo Rubén Blades que el de la Bonet.

Pero el PSUC estaba atento y cuidado, que igual te ponía un negativo Vázquez Montalbán. Por eso no encontrarás reediciones de la Mirasol o la Platería. Menos mal que el noi de North Barcelona, más catalán que nadie, el Miqui de Los Sencillos, se recorre todas las emisoras de la costa haciendo acopio de sus discotecas.

A partir de aquí, muerto el bollo, viva el Rollo, el Mariscal, los argentinos, Umbral que se hace socialista y que había escrito en 1971 sobre “La faraona”. No preguntes, hazlo. Servando, Eduardo, la Lliso, los del imperdible, el hijo de Berlanga, el Zurdo y Las Costus. Hacía frío en Alaska. Pero más en Madrid.

Y el aviso final

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