Las películas sobre personajes históricos vuelven a ser noticia y no paran de surgir nuevos proyectos. En este caso se trata de un trabajo de nuestra industria con la firma de Alejandro Amenábar, que nos acerca a uno de los episodios más trascendentales de la vida del ilustre don Miguel de Cervantes.
El título de la cinta será El cautivo que hace referencia a un relato que el propio Cervantes incluyó en la primera parte de El Quijote. “El relato del cautivo” aparece en el texto cuando Don Quijote se encuentra en una venta y aparece Ruy Pérez de Viedma, antiguo cautivo de Argel tras Lepanto y recién liberado, en compañía de la mora Zoraida (cuyo deseo es ser bautizada). El propio Ruy cuenta su experiencia durante el cautiverio que tiene un sesgo de carácter documental y autobiográfico del autor. Otro texto sobre su estancia en el presidio llegó con Los baños de Argel, que completa su experiencia durante los cinco largos años en la costa africana.
La película se encuentra en fase de preproducción y tiene como posible fecha de estreno finales de 2024 o durante el 2025. Pese a que solo se conocen rumores, parece que Julio Peña (La casa de papel: Berlín, 2023) y Alessandro Borghi formarán parte del casting de un proyecto que tendrá un presupuesto cercano a los 15 millones de dólares y se rodará entre Alicante y Valencia, como podemos leer en la información de nuestros compañeros de Cinemanía.
El cautiverio de Argel
La historia se centrará en los cinco años que Cervantes estuvo preso de los piratas en Argel, entre 1575 y 1580. En septiembre de 1575, cuando regresaba a España de “La más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos ni esperan ver los venideros”, como el propio autor se refirió a la batalla de Lepanto en el prólogo de sus Novelas ejemplares, fue capturado por piratas berberiscos cerca de Rosas en la Costa Brava.
Cervantes participó en la armada de la Liga Santa en una de las galeras de Nápoles llamada La Marquesa, enmarcada en la escuadra de reserva comandada por el Marqués de Santa Cruz. Pese a encontrarse enfermo y con fiebre, no quiso perderse la lucha de la cual se llevó tres arcabuzazos de los turcos, dos en el pecho y un tercero en su mano izquierda, que se la dejó muy dañada pero no manco. El propio Cervantes llevó estas heridas con honor por haberlas obtenido en tal memorable batalla.
Tras la victoria de Lepanto, Cervantes permaneció dos años más enrolado en expediciones militares por Bizerta y Túnez, y tras pasar por Sicilia y Nápoles su intención era regresar a España. Su captura se vio condicionada por unos documentos que llevaba entre sus pertenencias firmadas por don Juan de Austria, cartas de recomendación como “soldado aventajado”. Sus captores creyeron que era una personalidad importante y pidieron el precio desorbitado de 500 escudos de oro, que su familia no pudo pagar. Si le alcanzó para el rescate de su hermano Rodrigo, liberado en 1577. Durante los cinco años que estuvo cautivo intentó escapar hasta en cuatro ocasiones y solo la confianza de los captores en el rescate le libró de su ejecución. Esto cambió en 1580, demasiado tiempo habían esperado un rescate que no llegaba y habían decidido trasladarlo a Constantinopla cuando llegó el dinero gracias sobre todo a los monjes trinitarios.
La importancia de su estancia en Argel aparece en gran parte de su obra, como en la casi autobiográfica Los tratos de Argel o en La Galatea, ambas escritas al poco tiempo de su regreso. Muchos asocian el trauma que vivió Cervantes en Argel a un punto de inflexión importante en su obra, con continuas referencias al cautiverio al hablar sobre jaulas, cautivos o galeotes. La idea del Quijote se le ocurrió durante su segundo cautiverio en una cárcel sevillana por un malentendido en el cobro de impuestos.
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¡compañones!. Qué a fuerza de decir Sevilla y con la fuerza que tiene esta ciudad esto se va a blanquear para que parezca que es verdad. Cuando no es así, fue en la de Castro del Río.
«Esta cárcel que, durante varios meses, le dio ocasión de un trato prolongado con el mundo variopinto del hampa, verdadera sociedad paralela con su jerarquía, sus reglas y su jerga, parece ser, con mayor probabilidad que la de Castro del Río , la misma donde se engendró el Quijote, si hemos de creer lo que nos dice su autor en el prólogo a la Primera parte: una cárcel «donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación», y en la cual bien pudo ver surgir, al menos, la idea primera del libro que ocho años más tarde le valdría una tardía consagración.»
Cervantes en su vivir .
Jean Canavaggio
09 febrero 2024 | 10:04 am
Fue capturado por piratas berberiscos cerca de Rosas en la Costa Brava, o eso me han contado siempre
09 febrero 2024 | 3:11 pm