La película de hoy trata sobre el magnicidio que cambió el mundo, aquel que desencadenó la Primera Guerra Mundial, que asoló Europa durante cuatro años. Esta película hace una revisión sobre las causas de ese asesinato.
Sarajevo. El atentado (Andreas Prochaska, 2014) es una coproducción entre Alemania y Austria para conmemorar el centenario del comienzo de la Gran Guerra, aquella que acabaría con todos lo conflictos y que, lamentablemente, no fue así.
El atentado contra el heredero al trono del Imperio austrohúngaro sucede al comienzo de la cinta y las investigaciones del suceso se le asignan a un joven juez llamado Leo Pfeffer (Florian Teichtmeister), que debe tratar de averiguar las razones y los culpables del magnicidio, pese a que que los altos mandos austriacos ya están preparando la guerra.
«Europa es un montón de espadas que están unas encima de las otras como unos palillos chinos. No se puede sacar ninguna sin mover las otras»
Leo Pfeffer
La película muestra una trama orquestada desde Viena y Berlín para forzar el comienzo de un conflicto a gran escala, llegando a acusar a los gobiernos de estas potencias de ser las que están detrás del atentado, lo que averigua el juez y que no gusta a los altos mandos militares austriacos, que ya están afilando sables. Esto resulta del todo fuera de la realidad histórica. Pese a que el emperador no simpatizaba demasiado con su sobrino, su muerte significaba el fin de la su dinastía Habsburgo-Lorena y fue un duro golpe para el octogenario emperador. Prochaska nos da una teoría de la conspiración un tanto extravagante y forzada y nos muestra una imagen demasiado bondadosa de los terroristas.
Actualmente se puede ver en la plataforma de Netflix.
Comienza la Gran Guerra
Todos los conflictos tiene una mecha que se enciende y desencadena todo lo viene después, y en Europa de principios de siglo existían demasiadas para prender. Un grupo anarquista serbio asesinó al heredero al trono austrohúngaro y todo se desencadenó.
El Imperio austrohúngaro era un compendio de nacionalidades y etnias que milagrosamente había cambiado de siglo sin desmoronarse. El anciano emperador Francisco José I tenía 84 años en 1914 y la desgracia le había acompañado durante toda su vida. Rodolfo de Austria, su único hijo varón y heredero al trono, se había suicidado bajo extrañas circunstancias (crimen de Mayerling) y su esposa Isabel de Austria, la famosa Sissi (de la que ya hablamos en el artículo ‘Sissi emperatriz, la historia de amor con final trágico’), había sido asesinada por un anarquista. Sin hijos varones, la herencia imperial recayó sobre el archiduque Francisco Fernando, sobrino del emperador, que también cayó a manos de otro anarquista. Estaban gafados.
El atentado fue un 28 de junio de 1914, mientras el heredero al trono junto a su esposa visitaban Sarajevo, una pequeña ciudad de Bosnia-Herzegovina. El archiduque Francisco Fernando y la duquesa Sofía no sufrieron uno sino varios atentados consecutivos. Primero un par de bombas que no lograron lanzar y después una granada que rebotó y alcanzó a otro de los coches oficiales (de hecho al terrorista no le funcionó ni la ampolla de cianuro para suicidarse y fue arrestado por la policía). En estos primeros intentos los terroristas no tuvieron éxito.
Las bombas no habían cumplido el objetivo pero en lugar de suspender la comitiva, el futuro emperador decidió variar la ruta e ir a visitar a los heridos (no habían tenido éxito contra el archiduque y duquesa, pero heridos hubo). El cambio despistó al chófer que se equivocó de calle y tuvo que dar marcha atrás. Mientras, casualmente, otro de los terroristas del grupo salió de una cafetería y se encontró con coche frente a él. Sin dudarlo sacó su pistola browning y disparó a la pareja. Ambos murieron desangrados camino al hospital. El asesino fue Gavrilo Princip, detenido pese a internar el suicidio con cianuro, al igual que su compañero no reparó en la caducidad de la cápsula y no fue mortal.
Gavrilo Princip, y el resto de los que atentaron contra el archiduque y su esposa, pertenecían a la Mano Negra. Era un grupo de nacionalistas fanáticos que buscaban la independencia de Bosnia y aderirla al sueño de la Gran Serbia. No olvidemos que Serbia había logrado su independencia tras la Conferencia de Berlín de 1878, donde se acordó que Bornia-Herzegovina fuera administrada por Austria.
La Gran Guerra
El verano de 1914, que parecía ser «excepcionalmente tranquilo» como decía en sus memorias Winston Churchill, se transformó en el comienzo del horror y muerte. Las pesquisas señalaban (o querían que así fuera) a la implicación del gobierno Serbio en el complot contra el archiduque. El 23 de julio Austria envió un ultimátum a Belgrado que no obtuvo respuesta. El día 28, justo un mes después del atentado Austria declaró la guerra a Serbia. Las alianzas desencadenaron que la mayoría de los países entrenar en el conflicto:
- La Tripe Alianza, formada por Austria, Alemania e Italia (que terminó cambiando de bando) al que se unirían países como Turquía y Bulgaria. Fueron llamadas las Potencias centrales.
- La Triple Entente, con Rusia, Francia y Gran Bretaña, a los que se unieron Serbia y más tarde EEUU, Japón e Italia. Fueron los Aliados.
Más de 4 años después y dejando atrás a 16 millones de muertos entre militares y civiles, el 11 de noviembre de 1918, a las 11 de la mañana cesaba el fuego. La victoria fue aliada pero en las guerras todos pierden. El conflicto significó el final para todos los imperios que entraron en liza: Alemán, Austro-húngaro, Turco y Ruso.
Tráiler de «Sarajevo. El atentado»
Otras películas sobre el atentado:
- 1914 (Richard Oswald, 1931)
- De Mayerling a Sarajevo (Max Ophüls, 1940)
- Atentado, el día que cambió el mundo (Veljko Bulajić, 1975)
- El hombre que defendió a Gavrilo Princip (Srđan Koljević, 2014)
¿Más sobre el tema? Os recomiendo el libro «La primera guerra mundial contada para escépticos» (Juan Eslava Galán)
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