Tras el levantamiento militar del 1936, España quedó divida en dos mitades y cada lado trató de seguir con la producción de películas con los medios de los que disponían. Por un lado el republicano que contaba con la mayoría de la industria cinematográfica, situada principalmente en Madrid, Barcelona y Valencia. El lado sublevado carecía de esta industria por lo que tuvo que apoyarse en tanto Alemania como en Italia para elaboración de sus películas.
El cine en el bando franquista
Destacaron El Noticiario Español (no confundir con el de Germán López Prieto de igual nombre ni con el NO-DO que se subtitulaba también así) y una serie de documentales como el Frente de Vizcaya y 18 de julio, producidos en 1937 y Derrumbamiento del ejército rojo de 1938. También España heroica, producida por Falange y montada en Berlín en 1938. Fue dirigida por Joaquín Roig como respuesta éxito de la película republicana España 1936 de Luis Buñuel.
Durante la guerra se rodaron varias películas en Alemania principalmente de temática folclórica, como Carmen la de Triana, El barbero de Sevilla o Suspiros de España mientras que las producciones en Italia fueron principalmente documentales propagandísticos. Un buen ejemplo de estas películas es La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998) que narra este tipo de producciones rodadas en la capital alemana.
La censura se manejaba mediante el Ministerio de la Gobernación que revisaba todos los guiones de la zona nacional.
Fragmento de España Heroica (Joaquín Roig, 1938)
El cine en la zona republicana
En la zona que permaneció fiel a la República se mantuvo a duras penas la producción y exhibición de películas durante lo que duró el conflicto tratando de mantener el trabajo en el sector. Se produjo un alto grado de cine propagandístico, mayor incluso que en el bando nacional, con documentales realizados bajo la supervisión de entidades como la CNT o el Partido Comunista, que entre ambos pasaron de un centenar de filmes.
Organizaciones de influencia comunista, como Film Pupilar o Alianza de Intelectuales Antifascistas, se encargaban de la distribución de películas soviéticas y de producir documentales como Frente de Madrid (Mauro Azcona, 1936), Mando Único (Antonio del Amo, 1937) o Soldados campesinos (Antonio del Amo y Rafael Gil, 1937).
En Cataluña estaba el noticiario España al día, producido por la Generalidad a través de Laya Films. En Barcelona la industria estaban muy socializada por medio de la CNT, que era mayoritaria en la capital catalana y se produjeron principalmente cortometrajes de carácter documental. Los largometrajes fueron principalmente para entretener, entre ellos Aurora de esperanza (Antonio Sau, 1937), Barrios bajos (Pedro Puche, 1937) o Paquete, el fotógrafo público número uno (Ignacio F. Iquino, 1938).
El gobierno republicano promovió la producción de documentales para el ejército y se recurrió a artistas internacionales como por ejemplo España leal en armas (Jean Paul Le Chanois, 1937) que fue encargada por Buñuel desde París. Pero si alguna de ellas destacó fue sin duda Sierra de Teruel (Andrés Malraux, 1939), que fue estrenada una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, y que trataba sobre una misión de unos soldados que tienen que introducirse en las filas franquistas para rescatar a unos aviadores.
De entre las películas sobre la Guerra Civil una de las más importantes es Tierra de España, dirigida por el holandés Joris Ivens en 1937. Se trata un mediometraje, de duración menor a una hora, que tiene como referencia la defensa de Madrid. El origen de esta producción partió de un grupo de cineastas norteamericanos cuyo propósito era contrarrestar la propaganda cinematográfica fascista. La película cuenta con los comentarios de Hemingway que hace de locutor de la cinta.
Película Tierra de España (Joris Ivens, 1937):
Bibliografía: «Historia del cine» (Sánchez Noriega)