El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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¿Es tan beneficioso para la salud el consumo moderado de bebidas alcohólicas?

BebercioCerrábamos la semana pasada con la noticia de un bastante posible nuevo etiquetado para las bebidas alcohólicas a medio plazo. Y comenzamos esta con un tema bastante relacionado: la absurdez de atribuir al consumo moderado de alcohol, sin dudas, cualquier beneficio sobre la salud.

He querido dejar un tiempo más que prudencial para hacerme eco de esta noticia que al parecer, tal y como ha demostrado el tiempo, ha sido atada, amordazada y, en definitivas cuentas, olvidada por el paso del tiempo. Claro, como no promociona el consumo de alcohol (ni «moderado» aunque sea)… no interesa.

Tal y como se puede contrastar se trata de una reunión en el Hospital Regional Carlos Haya en la que una serie de expertos desmitifican de forma rotunda aquello de que el consumo de bebidas alcohólicas puede reportar beneficio alguno sobre la salud. Estos expertos lo hacen además sin pelos en la lengua:

El alcohol no presenta ningún aspecto positivo para la salud […]. Un buen vino tomado de manera moderada es menos malo que otras bebidas alcohólicas, pero eso no significa que posea efectos cardioprotectores […]

El alcohol es una sustancia tóxica, adictiva y cancerígena, que mata a 130.000 personas en Europa cada año. Hay 242 enfermedades relacionadas con el consumo de alcohol […]

Las bebidas alcohólicas cuentan con una buena imagen en la sociedad y son bien aceptadas, pero se estigmatiza al alcohólico […]

Cuanto menos alcohol se beba, mejor.

Con estas contundentes palabras se expresó el jefe de la unidad de conductas adictivas del Hospital Clinic de Barcelona, Antoni Gual. A partir de aquí es irremediable hacer la consabida pregunta ¿están estas palabras respaldadas por la ciencia?

Pues lo cierto es que a pesar de haberme desojado buscando la referencia que se cita en el artículo señalado referente a que la prestigiosa revista The Lancet haya hecho una reciente publicación en este sentido… el caso es que no la he encontrado. Al menos como reciente. Pero sí que he encontrado otros estudios interesantes que no creo que deban pasarse por alto, a pesar de que nunca han tenido el impacto mediático de otros estudios de muy inferior calidad que, poniendo el consumo de alcohol en un pedestal, han disfrutado de los fuegos artificiales y el buenrollismo con el que casi no importa qué medio los suele acoger.

Por ejemplo y sin alejarnos de The Lancet, tenemos este de aquí Drug harms in the UK: a multicriteria decision analysis que nos viene a decir que el alcohol es sin lugar a dudas y teniendo en cuenta todos los aspectos (físicos, sociales y psicológicos) la droga más dañina por encima, y no poco, de otras sustancias, otras drogas, consideradas como “duras” (y puedes pensar en la que quieras… el consumo de alcohol le gana en daño general). Pensaras que el anterior estudio descontextualiza el “consumo moderado” y esas cosas, bueno, puede ser cierto, pero aun no he acabado.

Este otro interesante estudio publicado en el British Medical Journal hace apenas dos meses aclara bastante las cosas y deja pocas dudas:

Las asociaciones benéficas entre un bajo consumo de alcohol y la mortalidad por cualquier causa pueden ser atribuibles en buena parte a una selección inadecuada de los grupos de referencia y un inadecuado manejo de los posibles factores de confusión. Cuando se compara la población abstemia (no bebedores) con otros grupos de población que sí bebe el posible beneficio del consumo de bebidas alcohólicas solo se pone de manifiesto en el grupo de mujeres de más de 65 años. En el resto de grupos clasificados por edad y sexo no se ha encontrado beneficio alguno para la salud a partir del consumo de ninguna medida de alcohol. En cualquier caso y además de mínimas, todas las posibles asociaciones protectoras podrían explicarse a partir de sesgos en la selección de la muestra.

En un editorial adjunto a este artículo se explicaba, no sin razón, que incluso si el alcohol resultara tener un efecto protector contra una cierta patología, este también aumentaría el riesgo de contraer otros problemas de salud (cuestión que ya puse de manifiesto en su día en esta entrada).

Vino ¡salud a raudales!... o no

Vino ¡salud a raudales!… o no

En mi opinión estamos de nuevo ante la misma historia anteriormente repetida (o en la actualidad) con no importa casi que alimento, producto o nutriente. Es decir, por la razón que sea en un momento concreto se pone en alza el consumo de un determinado alimento (bien por intereses comerciales poco loables o bien por las limitaciones de la ciencia en un momento dado) o por el contrario se criminaliza. En cualquier caso, de esta forma se tiende a crear una sensación de que ese mensaje forma parte de una especie de Ley universal, al estilo de la Ley de gravitación universal. Luego, con el paso de tiempo, los avances en el conocimiento científico (recuerda “la maleta de Asimov”) no solo pueden llegar a cuestionar los planteamientos anteriores sino que en no pocas ocasiones llegan a contradecirlos de forma bastante contundente (recuerda el caso del huevo).

Creo que este caso, el del alcohol… sea cual sea su matriz alimentaria que lo vehiculice (desde el whisky al pacharán pasando por el vino y la cerveza) a cada día que pasa se añade un mayor contenido a la literatura científica de forma que en este caso se apunta a que beber alcohol es más dañino que lo contrario… que es lo que se ha venido afirmando en los últimos años.

En cualquier caso y suponiendo que yo esté equivocado, en lo que creo que no hay confusión alguna es al respecto de que con el tema del alcohol, a día de hoy, las cosas no están nada claras. Así, en este sentido, estando la salud en juego, yo me quedo con la frase final de este estudio que sostiene lo que a mi juicio debiera marcar la línea de intervención en la promoción de las bebidas alcohólicas a través de la salud.

Lo más probable es que cualquier promoción de alcohol por razones de salud termine ocasionando mucho más mal que bien.

No estaría mal que nuestras autoridades sanitarias tomaran nota de este “principio”. Estoy convencido que será una lucha encarnizada en la que los sectores implicados pondrán todo de su parte para que el paradigma salutífero del consumo moderado de alcohol no pierda comba.

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Sugerencias de la OMS para restringir la publi de alimentos dirigida a los niños

Comida basura

Si hay una necesidad sobre la que parece que hay pocas dudas al respecto de las estrategias de marketing que sigue la industria alimentaria en general, es la de reducir la presión que ejercen los distintos productores sobre la población infantil. Y no es para menos, para ponerte en situación te sugiero que eches un vistazo al inmenso documental “Más allá del peso” o a este revelador post, ahí tienes algunos ejemplos de a qué tipo de presión me refiero.

Consciente de esta situación la OMS ha elaborado un documento con las normas que sería conveniente observar a la hora de dirigir no importa qué campaña de marketing al público infantil. La verdad es que es como para ponerlo en un pedestal. Tanto que es el típico documento que nuestras autoridades se pasarán a buen seguro por el arco del triunfo y que jamás veremos cumplirse (tiempo al tiempo y ojalá me equivoque). Lamentablemente.

En resumen y para no aburrirte, ya que lo gordo está precisamente en el contenido del documento, la OMS ha lanzado una herramienta para ayudar a los distintos países a reducir la promoción de alimentos con demasiada grasa, azúcar y sal dirigida a niños, tal y como pone de manifiesto en su web. Voy a dejar a un lado las razones que han movido a la OMS para realizar este trabajo ya que, en relación con la prevención obesidad infantil, además de conocidas las puedes obtener en el enlace anterior. Vamos al lío.

El documento en cuestión es este y la parte importante, donde está el meollo, está contenida en la tabla del anexo, es decir en la tabla de la página 11 y siguientes. Dicha tabla contiene 17 categorías de alimentos y la OMS sugiere que solo aquellos alimentos que dentro de su categoría cumplan con determinadas características nutricionales deberían poder anunciarse “para los niños”. O dicho de otra forma… si un determinado producto no cumple dichas características su fabricante debería tener prohibido realizar campañas de marketing y comercialización con los niños como publico objetivo. En concreto ésas características refieren exclusivamente al contenido de: grasa total; de grasas saturadas; de azúcares totales; de azúcares añadidos (es decir que no formen parte del alimento de forma consustancial y a diferencia del ítem anterior); de edulcorantes distintos del propio azúcar; de sal; y de calorías.

Es decir, si la composición de un determinado producto excede un determinado valor de alguna de las categorías mencionadas en 100g de producto… ese producto no debería tener permitido anunciarse. Seguro que te mueres por conocer las categorías y las recomendaciones de la OMS. Vamos a verlas:

Categoría 1. Chocolate y productos de confitería, barritas energéticas, y postres y aderezos “dulces”: No deberían poder anunciarse ninguno con independencia de su contenido en los ítems anteriormente señalados.

Categoría 2. Bollería, galletas dulces y pasteles; otros productos de pastelería dulces y las mezclas para su elaboración: No deberían poder anunciarse ninguno con independencia de su contenido en los ítems anteriormente señalados.

Categoría 3: Aperitivos salados (palomitas de maíz y maíz; frutos secos; galletitas y pretzels salados; otros aperitivos a base de arroz, maíz, o patata): Solo deberían anunciarse aquellos elaborados con cero azúcares añadidos y con un máximo de 0,1g de sal por cada 100g de producto.

Categoría 4. Bebidas (este ítem se subdivide a su vez en cuatro apartados):

  • Zumos: No deberían poder anunciarse ninguno con independencia de su contenido en los ítems anteriormente señalados.
  • Bebidas lácteas: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 2,5g de grasas totales; con cero azúcares añadidos y con cero edulcorantes.
  • Bebidas energéticas: No deberían poder anunciarse ninguna con independencia de su contenido en los ítems anteriormente señalados.
  • Otras bebidas (Colas, limonadas, naranjadas, otros refrescos, bebidas azucaradas, aguas minerales y aguas “con sabores”… con azúcares añadidos o con edulcorantes: Solo deberían anunciarse aquellos que tengan cero azúcares añadidos y cero edulcorantes.

Categoría 5. Helados: No deberían poder anunciarse ninguno con independencia de su contenido en los ítems anteriormente señalados.

Categoría 6. Cereales de desayuno: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 10g de grasas totales; menos de 15g azúcares totales; y menos de 1,6g de sal.

Categoría 7. Yogures, leches fermentadas, cremas y alimentos similares: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 2,5g de grasas totales; menos de 2,0g de grasas saturadas; menos de 10g de azúcares totales y; menos de 0,2g de sal.

Categoría 8. Quesos: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 20g de grasas totales; y menos de 1,3g de sal.

Categoría 9. Comidas y platos precocinados o listos para comer: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 10g de grasas totales; menos de 4g de grasas saturadas; menos de 10g de azúcares totales; menos de 1g de sal; y menos de 225 kcal/100g.

Categoría 10. Mantequilla y otras grasas y aceites: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 20g de grasas saturadas; y menos de 1,3g de sal.

Categoría 11. Pan y otros productos afines: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 10g de grasas totales; menos de 10g de azúcares totales; y menos de 1,2g de sal.

Categoría 12. Pasta fresca o seca, arroz y otros cerales: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 10g de grasas totales; menos de 10g de azúcares totales; y menos de 1,2g de sal (lo mismo que en el caso de la categoría anterior)

Categoría 13. Carne fresca y congelada, carne de aves, pescados y similares, huevos: Tienen libertad para anunciarse sin restricciones al respecto de su composición nutricional.

Categoría 14. Carnes procesadas, aves y pescados procesados: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 20g de grasas totales; y menos de 1,7g de sal.

Categoría 15. Fruta, verduras y hortalizas frescas o congeladas: Tienen libertad para anunciarse sin restricciones al respecto de su composición nutricional.

Categoría 16. Frutas, verduras y hortalizas procesadas: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 5g de grasas totales; menos de 10g de azúcares totales; cero azúcares añadidos y; menos de 1g de sal.

Categoría 17. Salsas y aderezos, incluyendo los productos para dippear/untar: Solo deberían anunciarse aquellos que aportaran menos de 10g de grasas totales; cero azúcares añadidos y; menos de 1g de sal.

Aplausos

Con un par de…

Hay que reconocer que la OMS los tiene bien puestos… eso y que no le va a hacer caso ni Dios… o a medias. Lo digo porque tengo bastante claro lo que va a suceder en nuestro país, algo que, no es por casualidad, no es lo mismo que ocurre, actualmente, en otros países en los que estas medidas ya se están aplicando. ¿Quieres ejemplos? No creo que te sorprenda, en especial los países escandinavos (Noruega, Dinamarca…) donde estas condiciones o similares no solo se están haciendo cumplir, sino que además han servido de inspiración a la OMS para elaborar esta herramienta.

Tampoco es por casualidad que los únicos grupos de alimentos que tienen “libertad” para anunciarse con independencia de su composición son solo los alimentos frescos (aunque se comercialicen congelados). Y otro de los aspectos llamativos es que el grupo de la bollería, el de la confitería, el de los zumos, el de las bebidas energéticas y el de los helados NO deberían anunciarse fuese cual fuese su composición… Y el de las bebidas azucaradas o con edulcorantes solo podrían hacerlo mientras no llevaran ni azúcar ni edulcorantes (me da que en la OMS además están de cachondeo). En resumen, a tomar por… con esos alimentos en lo que se refiere a su publicidad dirigida a los niños.

Y añado… si los alimentos no recomendados son los que son, y los que quedan tienen las limitaciones que tienen, (salvo los frescos, que no tienen ninguna) ve tomando nota porque lo que no es bueno para tus hijos tampoco lo es para ti… Y si de mí dependiera, estas normas no solo las aplicaría a la publicidad dirigida a los niños sino que las haría extensiva a toda la publicidad de los alimentos. ¿Acaso hay algo que justifique el no hacerlo?

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Imagenes:  Iamnee y Ambro vía freedigitalphotos.net

Día Mundial de la Salud 2015 en pro de la seguridad alimentaria

Día Mundial de la salud 2015

Desde 1950 y con el fin de conmemorar la fundación de la Organización Mundial de la Salud, se celebra todos los años el Día Mundial de la Salud  cada 7 de abril. En cada edición, cada año, se elige un tema específico de salud con el objetivo de hacer destacar un área prioritaria de especial interés para la OMS.

En esta ocasión el tema elegido ha sido la defensa o búsqueda de la inocuidad de los alimentos como un mensaje necesario para minimizar las posibles enfermedades provocadas por un mal procesamiento de los alimentos… desde su producción en origen hasta su inclusión en los platos de los ciudadanos. Así, tal y como sostiene la propia OMS en la página web dedicada a esta efeméride:

Los alimentos insalubres están relacionados con la muerte de unos 2 millones de personas al año, en su mayoría niños. Los alimentos que contienen bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas nocivas causan más de 200 enfermedades, que van desde la diarrea hasta el cáncer.

A medida que aumenta la globalización de los suministros de alimentos, resulta cada vez más evidente la necesidad de reforzar los sistemas que velan por la inocuidad de los alimentos en todos los países. Es por ello que la OMS ha aprovechado el Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril de 2015, para fomentar medidas destinadas a mejorar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena, desde la granja hasta el plato.

La OMS ayuda a los países a prevenir, detectar y dar respuesta a los brotes de enfermedades transmitidas por los alimentos, de acuerdo con el Codex Alimentarius, una recopilación de normas, directrices y códigos de prácticas sobre los alimentos que abarcan la totalidad de los principales alimentos y procesos. Junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la OMS alerta a los países de las emergencias relacionadas con la inocuidad de los alimentos a través de una red internacional de información.

En este caso, la OMS pone a disposición de los ciudadanos un material con el fin de prevenir las posibles toxinfecciones alimentarias que puedes descargar al completo en este enlace y que se resume en cinco pilares básicos:

  1. Mantener una adecuada limpieza e higiene tanto personal como de las superficies y utensilios empleados a la hora de procesar o trabajar los alimentos.
  2. Separar los alimentos crudos de los cocinados, así como los utensilios y superficies que van a intervenir en su preparación, todo ello con el fin de evitar la conocida como “contaminación cruzada”.
  3. Cocinar a temperaturas adecuadas aquellos alimentos que requieren un cocinado en caliente asegurándose de alcanzar al menos los 70ºC en su elaboración.
  4. Una vez preparados, mantener los alimentos a temperaturas seguras. Si se van a consumir en caliente y de forma inmediata al menos por encima de 60ºC y si se van a guardar o servir en frío al menos por debajo de los 5ºC.
  5. Elegir materias primas seguras o con suficientes garantías con el fin de elaborar comidas y platos con el mínimo riesgo de toxinfección.

Esperemos que este día de la salud 2015 sea una oportunidad para alertar a todos aquellos que trabajan en los diferentes sectores implicados en la producción y elaboración de alimentos (desde los políticos, a los campesinos, pasando por los productores, minoristas, profesionales sanitarios y por supuesto los consumidores) sobre la importancia de la inocuidad de los alimentos, y concienciar a todos ellos del papel que cada uno puede desempeñar con el fin de que todos tengamos la confianza de contar con alimentos inocuos en nuestros platos.

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Conoce, firma y comparte esta petición para apoyar la educación alimentaria en los colegios

Una de las personas más activas en el panorama internacional a la hora de promover unos adecuados hábitos alimentarios entre la población general y más en concreto entre los niños es Jamie Oliver (protagonista en varios post de este blog).

Siempre activo en la defensa de los derechos que promueven una cultura alimentaria más saludable entre los más pequeños, acaba de lanzar una iniciativa de recogida de firmas en la plataforma Change.org, con el fin de apoyar la educación alimentaria obligatoria en los colegios de todo el mundo.

Este es el vídeo en el que Jamie te invita a que conozcas los porqués, y si te parece adecuado firmes su petición y compartas en tu entorno. A continuación me tomado la libertad de hacer una traducción (no oficial).

En el día de la revolución alimentaria 2015 he puesto en marcha una petición que me gustaría que firmases con el fin de forzar de alguna forma a que todas las administraciones del mundo se comprometan y pongan en marcha programas para que cada niño aprenda en el colegio qué es lo que tiene que hacer para crecer y cocinar alimentos frescos y nutritivos. Y para eso necesito tu ayuda.

En la mayor parte de los países las enfermedades vinculadas a una mala alimentación se llevan por delante a un número de personas sin precedentes… pero con un pequeño matiz: se trata de muertes prevenibles. A día de hoy son 42 millones los niños que con la edad de cinco años o menos padecen sobrepeso u obesidad; no pocos son los casos de chavales que a la edad de 8 años están siendo diagnosticados con diabetes de tipo 2, una enfermedad que hasta hace unos pocos años solo se diagnosticaba en personas de más de 40 años… Esta situación debe cambiar; los niños están sometidos a un sufrimiento innecesario… y para tratar de solucionarlo tengo un plan:

En mi opinión, el futuro próximo ha de partir desde la educación alimentaria… creo por tanto que uno de los derechos fundamentales de los niños consiste en que se les enseñe a crecer y a cocinar alimentos frescos en el colegio. Pelear por los derechos de cada uno de los niños con el fin de que obtengan una educación de calidad en materia alimentaria nos ayudará a su vez a invertir el aumento global de la obesidad y sus enfermedades asociadas.

Nuestra unión servirá para obligar a que todos los gobiernos del mundo dejen de mirar hacia otra parte en este importante terreno. Si crees que esta ha de ser la primera línea de combate en la lucha contra la obesidad y la de aquellas otras enfermedades relacionadas con una mala alimentación … por favor firma esta petición con el fin de gritar nuestro mensaje a los cuatro vientos.

¿A qué estás esperando? sigue el enlace, firma la petición y… sobre todo, compártela.

Gracias.

Está bien… pero hay más cosas y más importantes

NIñas cocina (480x640)

No obstante, lo dicho y tras haber firmado un servidor esta petición, hemos de ser conscientes que, al menos en mi opinión, no se puede o debe hacer descansar en las escuelas todas las responsabilidades educativas de nuestros hijos. Por ejemplo, me parece estupendo que en el colegio se impartan una serie de conocimientos y materias con una metodología y estructura coherente (trigonometría, historia, música, ciencias naturales, gramática, física, literatura, química, etcétera) cuestiones en las que es improbable que todos los padres o cuidadores tengan una formación adecuada así como una faceta pedagógica convenientemente desarrollada… o más simplemente tiempo para poder dedicar a los hijos en la adquisición de esos conocimientos. Ahora bien, hay otras cuestiones que, de nuevo en mi opinión, están al margen de las materias mencionadas. Me refiero a ciertos valores éticos, de educación, de valores, de respeto… en los que los padres o cuidadores han de desempeñar un papel, desde luego no único, pero sí prioritario. Y esto nos lleva al tema de la cultura culinaria y alimentaria.

Bien está por tanto que en los colegios se refuerce en este sentido, pero he de insistir que creo que habrán de ser los hogares los verdaderos motores de este tipo de cambios. De hecho, por mucho que en el colegio se enseñe, por decir algo, a cocinar… si en el hogar de un determinado niño no hay esa costumbre, va a ser muy difícil que o bien la iniciativa prospere en el sentido que se espera, o bien que el niño se lo tome ni medio en serio… o bien ambas cosas.

Dicho de otra forma, en mi opinión, la verdadera causa del problema para que un niño no tenga una mejor educación alimentaria y culinaria está dentro de su casa… y la solución (la más importante) también.

Si te ha gustado te invito a que eches un ojo a estos otros post:

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Nuevas directrices dietéticas norteamericanas, mucho de nuevo… bueno y también cuestionable

Siguiendo con la rutina habitual, hoy martes volvemos de nuevo sobre la cuestión de las recomendaciones y guías dietéticas que las distintas administraciones hacen llegar a los ciudadanos. Y lo hocemos trayendo a colación la reciente publicación de unas directrices, las norteamericanas que no suelen dejar indiferente a nadie. Bien sea por su relevancia, por su habitual impacto sobre las directrices de otros países/administraciones… o por una mezcla de ambas circunstancias este es un documento para tener en cuenta. Tienes todo el informe al respecto en este enlace que te conducirá a un extenso documento de casi 600 páginas. No obstante si lo quieres ordenado por temas, en ítems más manejables, te sugiero seguir este otro enlace.

Dietary Guidelines 2015

Introducción

Antes de comenzar con el comentario de estas nuevas directrices conviene echar un vistazo al marco de este importante documento y conocer que las directrices dietéticas americanas se plantean con el fin de aportar un asesoramiento racional tanto en la elección de alimentos como en la práctica de la actividad física con el fin de promover una mejor salud, un peso saludable y, en resumen ayudar a prevenir las enfermedades crónicas en la población de estadounidenses mayores de 2 años. En principio, el gobierno norteamericano asegura que estas recomendaciones se realizan en base a un examen riguroso de la evidencia científica fruto de un proceso transparente. Por tanto, se establece a las Guías Alimentarias como la piedra angular de todas las actividades de la administración USA en materia de educación y programas de nutrición. Para conocer un poco más el marco en las que circunscribirlas te sugiero seguir este enlace.

Si te quieres ahorrar el resto del post, te hago una síntesis de los hitos más importantes y novedosos de las directrices recientemente publicadas: El consumo de frutas, verduras y hortalizas sale verdaderamente reforzado; el de azúcar y en especial el de alimentos que lo adicionan (no que lo incluyen de forma natural) sufre un duro revés; se deja de criminalizar a todas las grasas en general y se hacen claras distinciones entre unas y otras, al tiempo que se indulta el consumo de huevos y; los productos cárnicos, en general todos, ceden terreno. Veamos el tema de forma un poco más pormenorizada.

Pulgares arriba

Ganan terreno

  • Las frutas, verduras y hortalizas: De hecho este grupo de alimentos ha sido el único que ha sido reconocido como beneficioso en todas las categorías de salud. Hay alimentos más o menos recomendables para la diabetes, al igual que para la hipertensión, el cáncer, etcétera. Pues bien, los alimentos vegetales frescos son una especie de denominador común beneficioso para todas estas enfermedades sin que reciban la más mínima nota negativa… Vaya, esto me suena.
  • Cereales integrales: El comité redactor de estas directrices termina haciendo una importante recomendación al respecto de alimentos elaborados con cereales integrales y hace descansar sobre ellos el ser una buena fuente de fibra, vitaminas y minerales… nutrientes todos ellos que en ocasiones son deficitarios entre la población general. Esto también me suena.
  • Lácteos: Pareciera mentira que se pudiera hacer más presión al respecto de la que ya se hacía anteriormente por parte de esta administración para promocionar el consumo de lácteos… sin embargo, se ha conseguido o al menos se sigue en la misma línea que en ediciones anteriores. Así, se hace descansar sobre este grupo de alimentos el ser una importante (¿irremplazable?) fuente de calcio y de vitamina D; y enfatiza sobre los beneficios en el consumo de las versiones desnatadas o bajas en grasa. Como creo que ya sabes, y en líneas generales, no es algo con lo que coincida especialmente.
  • El café: El informe advierte de la existencia de “pruebas sólidas” al respecto de que el consumo moderado de café, entre unas tres a cinco tazas al día, no representa un riesgo para la salud a largo plazo. Más allá, este patrón de consumo tendría asociado un menor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, al igual que un posible efecto protector sobre la enfermedad de Parkinson. En este particular creo que se habría de ser un poco más precavido ya que el tipo de estudios que terminan en este tipo de asociaciones suelen tener al mismo tiempo una amplia cantidad de elementos confusores. Además, es preciso recordar que esas tres a cinco tazas al día de café “made in USA”, poco suelen tener que ver con el café que se consume por estas latitudes. Te recomiendo que leas este post al respecto.
  • Huevos: Tal y como te comentaba más arriba y también señalé en su día en este post, por fin se indulta a este alimento y se le pasa a considerar como una fuente alimentaria especialmente accesible desde el punto de vista económico y con un perfil nutricional francamente interesante.

Pulgar abajo

Pierden terreno

  • El azúcar: Su reducción en la dieta encabeza el topten de las recomendaciones de estas directrices 2015 y se añade en el saco (no podría ser de otra forma) a las bebidas azucaradas, los mal llamados “refrescos”. Pero hay más, en vez de recomendar su sustitución por bebidas con edulcorantes artificiales, el comité recomienda beber agua. Me suena de nuevo.
  • Los cereales refinados: Varapalo de los gordos también para el arroz blanco, el pan blanco la pasta, las galletas y los típicos cereales de desayuno en la línea coherente de haber ensalzado el consumo de sus homólogos pero en versiones integrales como ya he comentado.
  • Los productos cárnicos en general: Se pone de relieve la realidad (como ya conté) de que tomamos muchas más proteínas de las necesarias y por ende no es necesario promocionar tanto su consumo. Entre los grupos peor parados las carnes grasas y procesadas, pero también se echa el freno en cierta medida al consumo de las carnes más magras y de aves de corral por el motivo expuesto. En su lugar se invita a un mayor consumo de pescado, marisco, legumbres y frutos secos naturales. Me suena otra vez.
  • Además, de todo ello se enfatiza en la reducción en el consumo de sal y la reducción de grasas saturadas, mensajes que no son especialmente novedosos.

Un pequeño, y peligroso, matiz más

Este escrito me ha dejado al final cierta inquietud cuando se contrasta que menciona repetidamente y alienta a la industria alimentaria para que esta proponga soluciones y reformule sus productos para mejorar su perfil nutricional… algo que me genera cierto desasosiego. No diré que me parece mal que se comercialicen raciones más racionales (valga la redundancia) de determinados alimentos, a la vez que se reduce el contenido de sal o se elimina el azúcar… pero no sé si te has dado cuenta pero todas estas acciones solo se pueden cumplir en los alimentos altamente procesados… productos sobre los que curiosamente no se hace mención en el informe… ni para bien… ni para mal. Veamos, si nos están diciendo que una sana utilización de los alimentos consiste en hacer una generosa incorporación de vegetales, cereales integrales y demás ¿cómo demonios se alienta a la industria alimentaria, cerca de una veintena de veces, a que reformule sus productos para hacerlos más saludables? En resumen, ¿cómo diantre se reformula un pimiento rojo o un rodaballo?

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Imagen: imagerymajestic vía freedigitalphotos.net

Si yo hiciera unas guías de alimentación saludable… (9): mi propuesta (por fin)

Bien, tras ocho capítulos sobre cómo haría un servidor un icono que representara todo aquello que a mi juicio habría que transmitir a la población general con el fin de reconducir y aconsejar sobre sus hábitos alimentarios he aquí el resultado.

Antes de que continúes hacia abajo y descubras el “pastel” he de dejar patente que está claro que jamás de los jamases me ganaré honradamente la vida como diseñador gráfico. He de reconocer que tras cerca de tres horas delante del powerpoint he sido incapaz de generar una imagen visualmente más atractiva que esta que me ha salido… mis sinceras disculpas.

La parte positiva consiste en considerar que desde mi punto de vista la imagen sí que recoge los conceptos que quería transmitir. En esencia se explica de la siguiente forma:

Por así decirlo hay dos caminos que dentro del contexto alimentario conducen hacia la construcción de unos hábitos dietéticos más o menos adecuados. En cualquier caso se parte, siempre, de alimentos “de verdad”, aquellos que de forma típica se adquieren en un mercado. A partir de ahí, bien crudos (en especial frutas, verduras y hortalizas) o bien cocinados (los mismos alimentos y el resto) se llega «al plato». Cierto es que no es imprescindible hacer la compra en un mercado típico, pero sea donde sea que se haga (ultramarinos, tienda al detalle, supermercado, hiper…), la norma básica para hacerlo del modo más conveniente viene a ser la misma: comprar alimentos básicos que se puedan… bien comer crudos solos o en combinación con otros alimentos… o bien cocinarlos (no recalentarlos, he dicho cocinarlos)

A partir de ambos caminos, se llega “al plato”, muy similar a otros que ya conocemos. En ellos destaca por encima de todas las cosas la especialmente elevada proporción de alimentos de origen vegetal “fresco” (aunque se cocinen) y, por otra parte los otros dos grupos, uno cuya principal característica es el aporte de proteínas, y el otro con un aporte destacado de hidratos de carbono a partir de alimentos con un origen basado primordialmente en los cereales integrales. Ambos grupos, los últimos, en una cantidad netamente inferior al primero.

Por razones obvias y ya comentadas en otros capítulos no hay hueco para los alimentos superfluos, ni para las bebidas alcohólicas, ni tampoco para otros mensajes diferentes del estrictamente dietético. No es porque estén “prohibidos”, es porque si estamos hablando de salud, esos productos no pintan nada de nada.

Pues bien, aquí lo tienes.

Mi icoino de alimentación saludable

Una propuesta decente

Como os decía no es que esté especialmente contento del icono en sí (solo de su mensaje) por eso, para aquellos que estéis interesados, os hago una propuesta:

Si entre los lectores hay alguien con ganas, tiempo y con unas especiales habilidades o recursos para mejorar el aspecto gráfico del tema (que como se puede apreciar es muy fácil) le animo a que se ponga manos a la obra. Para ello os podéis poner en contacto conmigo a partir de Twitter (@juan_revenga), Facebook… o bien usar el link de “contacto” (arriba a la izquierda de este blog) y mandarme un correo. Una vez establecido contacto, cruzaremos los correos y me hacéis llegar vuestras propuestas. Me comprometo a publicar todas, siempre y cuando el mensaje quede más o menos intacto. Una advertencia, si en el icono se utilizan fotografías estas han de estar bajo licencia “Creative Commons” con atribución de autoría para poderse publicar. Ni que decir tiene que las propuestas «a mano alzada» y talentosas serán especialmente bien consideradas. Espero vuestras propuestas.

Los porqués de este icono, la inclusión, proporción de los grupos de alimentos y la ausencia de otros mensajes se pueden encontrar en los capítulos anteriores:

‘Menuterraneus’: una buena aplicación para las cenas de niños que comen en el cole

NiñosPara muchos padres y madres el momento de dar de cenar a los hijos es todo un problema, en especial para aquellos cuyos hijos comen en el comedor escolar. Así, en no pocos casos la cena es un momento de incertidumbre. Me refiero, al qué poner, qué platos preparar y presentarles a los más pequeños… ¿sería adecuado ponerles pasta para cenar (o cualquier otro plato) si lo han tenido al mediodía o hace poco en el colegio? ¿Es conveniente que si han tomado lentejas para comer, se les dé garbanzos en la cena? Y demás preguntas de similar índole. Así, para solucionar en cierta medida este tipo de situaciones y muchas otras existe esta aplicación para dispositivos móviles llamada “Menuterraneus”.

Cierto es que en la mayor parte de los casos, a día de hoy las minutas semanales, o más habitualmente mensuales, que los colegios hacen llegar a los padres con lo que van a comer los niños en el comedor escolar suelen incluir, muchos de ellos, ciertas sugerencias para completar de la mejor forma posible la alimentación de los más pequeños a través de las cenas. No obstante, estas indicaciones, además de que a veces brillan por su ausencia, la verdad es que no siempre son especialmente detalladas. Y de ahí lo interesante de esta aplicación, que en base a los datos que el usuario introduzca sobre los menús de comidas, ofrecerá una serie de alternativas concretas, sencillas, nutricionalmente adecuadas y en principio en base a las características generales de aquello que se hace llamar “Dieta mediterránea.

¿Cómo funciona Menuterraneus?

En la práctica manejar resta aplicación es bastante sencillo: se introduce el menú de los hijos (esta podría ser la parte más pesada) y la aplicación propone las cenas correspondientes, su forma de elaboración a partir de recetas sencillas (no hace falta haber estudiado en escuelas de Alta Cocina) y, si se quiere, también genera una lista de la compra para confeccionar las mencionadas cenas. Esa parte pesada a la que me refiero se puede evitar en cierta medida si tienes suerte, si al introducir el menú de comidas se incluye la información del centro escolar, curso y fecha… hay alguien que ya ha registrado el menú de ése centro escolar en concreto. De esta forma, cada padre o madre “nuevo” que quiera obtener las alternativas para las cenas de sus hijos obtendrá de inmediato las propuestas si otro padre o madre del mismo colegio ya lo ha hecho previamente (y registrado en el sistema).

Pero la aplicación va más allá, y se agradece que además de poder planificar las cenas en base a los menús de las comidas escolares, permita planificar todas las comidas (sé que es raro, pero me han dicho que aún existen niños que comen en casa con sus padres). Pues para ellos, también existe la posibilidad de planificar el menú de comidas y cenas al completo.

Mi crítica particular

La verdad es que me parece una herramienta bastante adecuada para aquellas personas que no tengan demasiado desarrolladas estas habilidades de planificar menús… ya no solo infantiles, sino para toda la familia. Las propuestas de alimentos por grupos, así por encima, me han parecido bastante adecuadas, con una frecuencia también más o menos correcta. Sin embargo…

En el plano más crítico me parece que hay una excesiva fijación con lo de incluir segundos platos a base de carne o pescado (lo habitual por otra parte) con independencia de los primeros. Segundos platos a los que además, a no pocos de ellos, les debería acompañar una guarnición vegetal que no siempre está presente y por tanto se echa en falta. Por otro lado, en el terreno de las recetas, la sensación es que de puro sencillas, caen en el “simplismo”. Lo ilustro con dos casos de entre los varios que he encontrado:

  • En la receta de “pimientos rellenos” (empieza por no decir de qué están rellenos) su elaboración sugiere: “poner los pimientos sin descongelar en un recipiente apto para microondas…” es decir, esos pimientos ya rellenos de… lo que sea, son congelados. Nada en contra en principio, pero menuda forma de plantear una receta. Sencilla como pocas, pero me parece un poco de “jeta”. Además, luego está el añadido de catalogar dicha receta como un plato de “verdura”… algo curioso como poco cuando esos pimientos, al menos en la foto que ilustra la receta están rellenos de carne picada.
  • Otra de las recetas “Coliflor gratinada” sugiere poner la coliflor (una vez cocida) en una fuente de horno, junto a unas cucharaditas de tomate frito, unos taquitos de jamón y espolvorear un poco de queso rallado por encima y al horno… esto… ¿y la bechamel? A mí que me perdonen, pero de esta forma la receta en cuestión está bastante desvirtuada con respecto a lo que viene siendo habitual.

En resumen, detrás de los contenidos de la aplicación, más allá de su funcionalidad, parece que hay gente competente. Según algunas fuentes sus contenidos están desarrollados por “expertos” de la Universidad Complutense de Madrid y la aplicación ha sido galardonada dentro de la primera edición de los premios “Ruralapps”… pero desde luego, y en mi opinión, hay algunas aristas que limar. Para más señas, tienes las respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre esta la aplicación en este enlace.

Si te animas a usarla o ya lo conoces, estaría fenomenal que compartieras tus impresiones con el resto en los comentarios.

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Nota: Mi agradecimiento a mi querida Regina Aragonés (@ReginaAragones) por sus incesantes aportaciones e ideas (entre muchas otras cosas)

Imagen: AKARAKINGDOMS vía freedigitalphotos.net

Fitoterapia doblemente fraudulenta (si antes lo digo…)

pildorasDe verdad de la buena que no sé cómo hay gente que todavía sigue confiando en las absurdas promesas de no importa qué suplemento o complemento alimenticio para explotar tal o cual condición fisiológica. Me refiero a adelgazar, ser más listo, envejecer más tarde, enfermar menos, parecer más guapo… etcétera con ellos.

Los complementos alimenticios a los que me refiero campan a sus anchas en internet, con no poca frecuencia en diversas publicaciones y, por supuesto, los puedes encontrar en los anaqueles de tu supermercado, herbodietética o incluso farmacia. Están ahí, lustrosos, diciendo en sus envases (por ley no tienen prospecto como tal) eso que tú (en realidad lo que cualquiera) está deseando que sea verdad… lo que, en definitivas cuentas, estamos deseando oír.

Sin embargo, la ciencia como tal no respalda, ni de lejos, sus salutíferos beneficios y, en los anecdóticos casos que sí, que se reconoce que “algo hay”, su efecto es de una magnitud ínfima cuando se compara con otros elementos, con otros factores de tu estilo de vida, que sí tienen un verdadero peso significativo en esa condición que tanto te preocupa mejorar (el peso, la memoria, la libido…)

Pero aún hay más. Lejos de esta aciaga realidad: lo que se vende con un fin determinado que no ha demostrado de forma incontrovertida funcionar… resulta que, además, lo que el consumidor obtiene con su compra no es ni de lejos lo que el complemento dice contener.

¿Estoy diciendo que un determinado producto con, por ejemplo, Ginkgo biloba (supuestamente para la mejora del sistema circulatorio, reducir el riesgo de Alzheimer…) no tiene realmente Ginkgo biloba?

Pues sí, eso es exactamente lo que estoy diciendo. Y lo digo al menos en base a lo que está sucediendo en Estados Unidos donde el fiscal general de la ciudad de Nueva York ha puesto este mundillo patas arriba. Ya que resulta que esto no ocurre solo con el caso del Ginkgo biloba, sino también con la mayoría de estos preparados fitoterápicos y buenrollistas. Y es que, agárrate a la silla, tras realizar los análisis oportunos cuatro de cada cinco suplementos de este tipo no contenían, ni de lejos lo que decían contener. ¿Sorprendido? Pues espera que falta lo mejor.

Resulta que, además, contenían sustancias que podían ser perjudiciales para determinadas personas en base a aquello que decían de forma específica no contener… y que resultó que va y sí… que sí lo contenían. Por ejemplo, algunos de estos preparados decían ser “libres de” o “sin gluten” y, tras el análisis, se encontró que una buena parte de su composición era trigo… así en plan a cascoporro. Ole.

Y es que las pruebas con las que cuenta el fiscal general de la ciudad de Nueva York apuntan a que la mayor parte de los “remedios” fitoterápicos, lejos de contener aquello que anuncian, se componen de ingredientes mucho más baratos, tales como harina de arroz, o de espárrago… o incluso de plantas de uso doméstico.

¿Pasa esto mismo en España?

Maldita la gana que tengo de hacer amarillismo pero, habida cuenta del percal, la pregunta que habría que hacerse es ¿hay alguna razón por la que esta situación fuera diferente en España?. Me explico. Aquí, tal y como sucede al otro lado del Atlántico, este tipo de productos no están obligados a seguir los mismos protocolos que, por ejemplo, si tienen que seguir los medicamentos en base a su concreta dosificación, eficacia y seguridad. Vamos, que los requisitos que tienen que cumplir y nada son casi lo mismo. Además, los controles a los que se someten son muchísimo menos exhaustivos.

Con lo cual, me vas a permitir que haga de abogado del diablo y si…

Los supuestos preparados fitoterápicos no han demostrado su eficacia, al menos en la magnitud con la que tan frecuentemente nos tienen acostumbrados…

2º Si para el mismo efecto (nulo) se pueden poner otros ingredientes ya que para el caso “patatas”… y

Si los controles que se realizan son ridículos…

… Habría que ser muy buena persona o empresario para no sucumbir a la tentación de dar gato por liebre. Ahí lo dejo.

En cuanto a la historia neoyorkina, el fiscal general ha pedido la retirada de estos vergonzosos productos… en cuanto a la historia española… estaría bien que nuestras autoridades hicieran este tipo de labor. Entonces, cuando los hicieran, ya hablaríamos.

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Nota: Mi agradecimiento a la Dra. Valdez (@tu_endocrino) por mantenerme al tanto de las noticias del otro lado del charco.

Imagen: Kittikun Atsawintarangkul vía freedigitalphotos.net

Si yo hiciera unas guías de alimentación saludable… (6): cosas que ni estarán ni se les esperará

Antes de comenzar este post recomiendo leer:

Comida basura

El artículo de hoy está dedicado a justificar la ausencia de determinados productos en aquella guía de alimentación saludable que yo confeccionaría. De todas formas antes de continuar me gustaría aclarar que, en esencia, el alma mater de las guías alimentarias está constituido por un icono que, a modo de síntesis, reúne en una sola imagen el conjunto de aquel mensaje dietético que se pretende hacer llegar a la población general. La elección de esta imagen, en forma de “plato”, “pirámide”, rueda, rombo, etcétera no es baladí ya que de esa elección dependerán en gran medida la información que se pretende hacer llegar… con una mayor o menor probabilidad de malinterpretación y también con una mayor o menor accesibilidad de esa información, pero ese tema será en sí mismo motivo de debate en otro capítulo de esta serie.

Adelanto todo esto porque, que aparezcan al final unos determinados alimentos u otros… o no, va a depender en gran medida de la elección de esa herramienta gráfica. Tal y como darás por supuesto, un servidor ya tiene en mente cuál será ese icono que se presentará al final de esta larga saga de capítulos. No obstante, y hasta que llegue ese día, es preciso hacer una serie de justificaciones y explicar los porqués de que ese icono sea el que finalmente será. Así, hoy toca explicar por qué determinados productos no van a figurar en la mencionada imagen.

Alimentos superfluos

El DRAE define “superfluo” como aquello que no es necesario o que está de más. Ya sé que no estamos aquí para hablar del DRAE ni cosa que se le parezca, pero de verdad que no sé qué es lo que pintan algunos productos que aparecen en no pocas de las guías de alimentación saludable que actualmente se manejan (entre ellas la ínclita “pirámide de la alimentación saludable SENC 2004” y que está a punto de reeditarse con un mensaje dietético similar al de aquel entonces… por no decir idéntico).

En la cima del mundo

Aunque ya te conté mi parecer a este respecto en esta entrada el caso es que, como bien sabrás, “nuestra pirámide” aloja en su cúspide una serie de productos alimenticios que maldita la falta que necesitan mencionarse a la hora de plantear un mensaje coherente sobre alimentación saludable. Se trata de alimentos que como te decía son “superfluos” y que no ayudan en absoluto a alcanzar un adecuado reparto de alimentos. De su consumo se podría decir que “cuanto menos mejor”. En el caso de “la pirámide SENC 2004” cuando se refiere a ellos, o cuando de dar una explicación al respecto de su presencia se trata, se cita que su consumo ha de ser ocasional en la frecuencia y moderado en las raciones.

Sin embargo, y contra todo pronóstico, no son pocos los fabricantes de este tipo de productos superfluos los que sacan pecho por el hecho de ser mencionados en la “pirámide de la alimentación saludable” y, retorciendo el mensaje de esta a su voluntad e interés, “demuestran” que ellos también forman parte de una alimentación saludable por el hecho de estar incluidos en la “pirámide de la alimentación saludable” con mensajes del tipo: “[¿lo ves?] tus aperitivos industriales, snacks, refrescos y demás también pueden formar parte de una dieta variada y equilibrada”. Pues no. Repito: de ellos, como superfluos que son, se puede… se debería decir que “cuanto menos mejor”.

Así pues, y visto que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio…si de mi dependiera, la guía alimentaria que yo diseñaría no contendría en su imagen típica ni media palabra de aquellos productos alimenticios que fueran superfluos. Si acaso, y en alguna explicación aparte del propio icono (como lo es este artículo) mencionaría lo que ya he dicho: que de snacks salados, aperitivos industriales, refrescos bebidas azucaradas, bollería industrial y, en general, comida basura, cuanto menos mejor.

El tema del alcohol

Siendo el tema del consumo de bebidas alcohólicas una cuestión redundante en este blog, y por lo expuesto en varios artículos ya publicados (que puedes encontrar en los enlaces del final de este post), así como por la misma regla que se le aplica a los productos anteriormente mencionados, las bebidas alcohólicas no tendrían la menor cabida en mi guía alimentaria. El argumento principal se podría resumir en que estamos hablando de salud… y por ella hay cientos de cosas que se pueden hacer bien (y que hacemos mal) antes que preguntarnos si debemos o conviene tomar o no alguna bebida alcohólica (sea la que esta sea) por cuestiones de salud. Sabiendo que, además, con la mera presencia de cualquier mensaje más omenos positivo en las guías se corre el grave riesgo de que sea malinterpretado en plan: Pues si una copa de vino es buena, dos son el doble de buenas… y cosas por el estilo.

De hecho, y en el caso de la ya mencionada “pirámide de la alimentación saludable 2004” es de las pocas, por no decir la única guía de alimentación saludable en el mundo que a día de hoy incorpora un cierto mensaje de carácter indulgente (cuando no abiertamente beneficioso) a la hora de incluir el consumo de algunas bebidas alcohólicas, más típicamente vino, cerveza, cava y sidra.

Y en mi opinión, es que no. Por salud, lo que se dice por salud: no, nunca o jamás debiera estar ese mensaje sobrevolando por encima de unas guías alimentarias.

A este respecto, y aunque la cuestión de los patrocinios en este tipo de guías será también parte central de otro capítulo de la saga, merece la pena recordar que en el capítulo 12 del módulo 2 del Libro Blanco de la Nutrición en España se menciona que:

No debemos olvidar que el plato [en referencia a la actual guía alimentaria de EEUU], y anteriormente la pirámide [también en referencia a la de EEUU], son instrumentos políticos, cuyo fin frecuentemente no es solamente promover la salud de los consumidores, sino las ventas de ciertas industrias. La industria de la carne y los lácteos son dos de las industrias más poderosas de Estados Unidos

Y, por ello, me pregunto y lanzo esta cuestión al aire, qué es lo que pudo influir en el ánimo de anteriores versiones de la pirámide de la alimentación saludable SENC, para que, por ejemplo en 2001 la edición de aquella pirámide SENC incluyera una mención al consumo (opcional) de vino y, en 2004, conociéramos una nueva versión con la inclusión, además del vino, de la cerveza. Es decir, en menos de tres años, apenas modificaciones (salvo la de bajar el aceite de oliva un peldaño en la pirámide) y, eso sí, hacer acompañar al vino de la refrescante cerveza.

Pirámides SENC 2001-2004

Veamos, y para que mi mensaje no sea malinterpretado, el consumo de vino en España (no tanto la cerveza) tiene importantes connotaciones culturales, sociales, convivenciales, tradicionales y todo lo que uno quiera… pero su consumo por cuestiones de salud, opino, no se justifica de ninguna de las maneras. Por tanto, su inclusión en unas guías de alimentación saludable, además de no poderse justificar, aumenta el riesgo de poderse malinterpretar.

En resumen

Si de mi dependiera la realización de unas guías saludables se evitaría cualquier mención simbólica a aquellos alimentos considerados superfluos (tal y como sucede en las más recientes guías alimentarias de otros países). Al mismo tiempo, evitaría observar el consumo de determinadas bebidas alcohólicas con indulgencia y, por tanto, ni se mencionarían ni se representarían en su icono gráfico.

Seguiremos con un nuevo capítulo la semana que viene.

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Imagen:  Iamnee vía freedigitalphotos.net

Las claves de los raros casos de éxito en el control poblacional de la obesidad

Tal y como te comentaba el jueves pasado, el manejo de la obesidad se resume en una historia de fracaso en lo que a Salud Pública concierne: salvo contadas excepciones (y hoy te traigo una de ellas) nadie ha controlado, y mucho menos invertido, el avance de la obesidad.

En este sentido, la mayor parte de estudios que abordan esta peliaguda cuestión coinciden en mencionar una serie de factores indispensables para, aparentemente, poder ver la luz. Entre ellos lo más repetidos, y a su vez menos puestos en práctica son dos:

  • Las administraciones han de asumir el liderazgo, en serio, para poner coto a la cuestión de la obesidad.
  • El problema ha de ser abordado de forma multidisciplinar con estrategias encaminadas a la mejoras de todos los actores implicados en el problema.

Es decir, mientras no sean los gobiernos quienes tomen el toro por los cuernos no va a haber nada que hacer… en vez de hacer el paripé, como acostumbran; y mientras el problema no sea asumido con medidas que afecten a todos los sectores implicados (consumo, entorno familiar, entorno escolar, profesionales sanitarios, publicidad, etcétera) difícilmente se observarán avances en este sentido. En sentido inverso, de no hacerse así, el problema seguirá igual, y más probablemente, peor.

Finlandia

Pero una “pequeña” localidad de Finlandia puede servir de muestra para poner en evidencia como, además de lo que dicen los estudios, en la práctica, se le puede dar la vuelta a la tortilla. Pero eso sí, para que así suceda hay que asumir en todas sus consecuencias los factores antes mencionados: que las autoridades se lo tomen por una vez en serio y, además, haya un conjunto de medidas puestas en práctica que afectan a todo el mundo.

El ejemplo concreto

Se trata de la pequeña ciudad de Seinäjoki, que tiene una población cercana a los 60.000 habitantes. En ella, tal y como pone de relieve la OMS, hace 6 años una quinta parte de su población infantil con menos de cinco años contaba con exceso de peso. Sin embargo, fruto de una amplia campaña nacional se pusieron en marcha una serie de propuestas y, a día de hoy, la población de menos de cinco año en esa situación se ha reducido a la mitad, pasando del 20% en 2010 a cerca del 10% en la actualidad. Un paso reamente impresionante, máxime teniendo en cuenta que pocos colectivos han logrado este tipo de éxitos en el terreno de la obesidad.

¿Qué como lo han hecho? pues como te decía poniéndose manos a la obra de verdad y emprendiendo una acción mancomunada, todos a una, para darle la vuelta al problema: el propio gobierno finlandés a partir de su Ley para la ciudadanía por la salud, ha decidido que “la salud” sea un criterio clave a la hora de tomar cualquier decisión política y, por ejemplo:

  • Desde la planificación de urbanismo se han cambiado los patios de las escuelas para promover la realización de más actividad física.
  • En lo que respecta a la nutrición y también en las escuelas se han rediseñado los menús para ofrecer menos azúcar con los alimentos y para procurar menús más saludables.
  • Desde el departamento de sanidad se han planificado revisiones anuales gratuitas sobre el tema con formación específica para los profesionales de la salud, al tiempo que se han dirigido campañas de educación nutricional para los padres, de forma que ahora ellos están más concienciados y saben como afrontar mejor estas cuestiones.
  • Dentro de esa estrategia nacional, Finlandia está realizando recomendaciones concretas para reducir el acceso a alimentos especialmente dulces, altos en grasas y a las bebidas azucaradas en las máquinas expendedoras de los colegios, así como normas que regulen (y se cumplan) la publicidad de alimentos dirigidos a los niños.
  • Además, los dulces, chocolates, refrescos, helados, chucherías y productos alimenticios de semejante… ralea, han sido gravados con el impuesto de comercialización más alto posible.
  • En los colegios se imparten contenidos de nutrición, dietética, salud y cocina

Pero como te decía, aunque hoy sea la ciudad de Seinäjoki la que se pone como ejemplo, todo parte de una estrategia nacional. Así, el Instituto Nacional de Salud y Bienestar Social, dependiente del Ministerio de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia, está ayudando a los municipios a que implementen las políticas nacionales. A su vez los municipios pueden realizar un seguimiento de su progreso con regularidad en los sitios web nacionales de vigilancia, además de compartir las mejores prácticas y asistir a cursos de formación para aplicar la legislación vigente incorporando la salud como una prioridad en todas sus políticas.

Lo que se hace en otros países (entre ellos España)

La incorporación en la dimensión más amplia posible del concepto de Salud Pública en todas las políticas de un gobierno, y que esta medida termine por implicar a todos los sectores, parece algo terriblemente complicado. Un asunto solo apto, parece, para países con una larga tradición en su implicación en cuestiones de Salud Pública, tal y como es el caso de los países nórdicos. Mientras que Finlandia es líder en este tipo de políticas, otros países carecen de la ¿capacidad, perspectiva, habilidad, arrestos…? para así hacerlo e integrar la Salud Pública como una prioridad en todos sus planes sectoriales.

Mientras esta perspectiva no cambie a ojos de nuestras autoridades, ya nos podemos untar las orejas con vino… ya que de poco o nada servirán aquellas medidas anecdóticas y puntuales que se propongan para mejorar la situación de la obesidad en la población española, salvo para, eso sí, maquillar una manifiesta inacción de la administración.

Al final… no hacer nada… o hacer cosas que no sirven para nada, desemboca en el mismo resultado.

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Nota: Mi agradecimiento para Adolfo Aracil Marco (@aaracil1) por hacerme llegar estos interesantes contenidos.

Imagen: Vlado vía freedigitalphotos.net