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"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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‘Menuterraneus’: una buena aplicación para las cenas de niños que comen en el cole

NiñosPara muchos padres y madres el momento de dar de cenar a los hijos es todo un problema, en especial para aquellos cuyos hijos comen en el comedor escolar. Así, en no pocos casos la cena es un momento de incertidumbre. Me refiero, al qué poner, qué platos preparar y presentarles a los más pequeños… ¿sería adecuado ponerles pasta para cenar (o cualquier otro plato) si lo han tenido al mediodía o hace poco en el colegio? ¿Es conveniente que si han tomado lentejas para comer, se les dé garbanzos en la cena? Y demás preguntas de similar índole. Así, para solucionar en cierta medida este tipo de situaciones y muchas otras existe esta aplicación para dispositivos móviles llamada “Menuterraneus”.

Cierto es que en la mayor parte de los casos, a día de hoy las minutas semanales, o más habitualmente mensuales, que los colegios hacen llegar a los padres con lo que van a comer los niños en el comedor escolar suelen incluir, muchos de ellos, ciertas sugerencias para completar de la mejor forma posible la alimentación de los más pequeños a través de las cenas. No obstante, estas indicaciones, además de que a veces brillan por su ausencia, la verdad es que no siempre son especialmente detalladas. Y de ahí lo interesante de esta aplicación, que en base a los datos que el usuario introduzca sobre los menús de comidas, ofrecerá una serie de alternativas concretas, sencillas, nutricionalmente adecuadas y en principio en base a las características generales de aquello que se hace llamar “Dieta mediterránea.

¿Cómo funciona Menuterraneus?

En la práctica manejar resta aplicación es bastante sencillo: se introduce el menú de los hijos (esta podría ser la parte más pesada) y la aplicación propone las cenas correspondientes, su forma de elaboración a partir de recetas sencillas (no hace falta haber estudiado en escuelas de Alta Cocina) y, si se quiere, también genera una lista de la compra para confeccionar las mencionadas cenas. Esa parte pesada a la que me refiero se puede evitar en cierta medida si tienes suerte, si al introducir el menú de comidas se incluye la información del centro escolar, curso y fecha… hay alguien que ya ha registrado el menú de ése centro escolar en concreto. De esta forma, cada padre o madre “nuevo” que quiera obtener las alternativas para las cenas de sus hijos obtendrá de inmediato las propuestas si otro padre o madre del mismo colegio ya lo ha hecho previamente (y registrado en el sistema).

Pero la aplicación va más allá, y se agradece que además de poder planificar las cenas en base a los menús de las comidas escolares, permita planificar todas las comidas (sé que es raro, pero me han dicho que aún existen niños que comen en casa con sus padres). Pues para ellos, también existe la posibilidad de planificar el menú de comidas y cenas al completo.

Mi crítica particular

La verdad es que me parece una herramienta bastante adecuada para aquellas personas que no tengan demasiado desarrolladas estas habilidades de planificar menús… ya no solo infantiles, sino para toda la familia. Las propuestas de alimentos por grupos, así por encima, me han parecido bastante adecuadas, con una frecuencia también más o menos correcta. Sin embargo…

En el plano más crítico me parece que hay una excesiva fijación con lo de incluir segundos platos a base de carne o pescado (lo habitual por otra parte) con independencia de los primeros. Segundos platos a los que además, a no pocos de ellos, les debería acompañar una guarnición vegetal que no siempre está presente y por tanto se echa en falta. Por otro lado, en el terreno de las recetas, la sensación es que de puro sencillas, caen en el “simplismo”. Lo ilustro con dos casos de entre los varios que he encontrado:

  • En la receta de “pimientos rellenos” (empieza por no decir de qué están rellenos) su elaboración sugiere: “poner los pimientos sin descongelar en un recipiente apto para microondas…” es decir, esos pimientos ya rellenos de… lo que sea, son congelados. Nada en contra en principio, pero menuda forma de plantear una receta. Sencilla como pocas, pero me parece un poco de “jeta”. Además, luego está el añadido de catalogar dicha receta como un plato de “verdura”… algo curioso como poco cuando esos pimientos, al menos en la foto que ilustra la receta están rellenos de carne picada.
  • Otra de las recetas “Coliflor gratinada” sugiere poner la coliflor (una vez cocida) en una fuente de horno, junto a unas cucharaditas de tomate frito, unos taquitos de jamón y espolvorear un poco de queso rallado por encima y al horno… esto… ¿y la bechamel? A mí que me perdonen, pero de esta forma la receta en cuestión está bastante desvirtuada con respecto a lo que viene siendo habitual.

En resumen, detrás de los contenidos de la aplicación, más allá de su funcionalidad, parece que hay gente competente. Según algunas fuentes sus contenidos están desarrollados por “expertos” de la Universidad Complutense de Madrid y la aplicación ha sido galardonada dentro de la primera edición de los premios “Ruralapps”… pero desde luego, y en mi opinión, hay algunas aristas que limar. Para más señas, tienes las respuestas a algunas preguntas frecuentes sobre esta la aplicación en este enlace.

Si te animas a usarla o ya lo conoces, estaría fenomenal que compartieras tus impresiones con el resto en los comentarios.

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Nota: Mi agradecimiento a mi querida Regina Aragonés (@ReginaAragones) por sus incesantes aportaciones e ideas (entre muchas otras cosas)

Imagen: AKARAKINGDOMS vía freedigitalphotos.net

Nutrición-área 51: Proyecto Ceres, controla las calorías de tu comida con el móvil

Móviles

Sí, lo sé, la cantidad de aplicaciones para móviles que ofrecen datos sobre los valores calóricos y nutricionales de los distintos alimentos es casi infinita. No obstante, en este kilocalórico universo de las app’s se está poniendo toda la carne en el asador para que los usuarios tengan una información más de primera mano, más personalizada que aquella proveniente de las rígidas tablas de composición de alimentos (o al menos eso pretenden sus creadores y a buen seguro que así se lo harán creer a los consumidores)

Se trata del denominado de momento como Proyecto Ceres, una aplicación para móviles que te dice la cantidad de calorías de tú comida a partir de una foto. El sistema, sobre el papel, es sencillo. Supón que estás ante un plato de arroz con tomate y quieres saber cuántas calorías tiene… pues nada, foto al canto, consulta a la app y respuesta que te crío.

La verdad es que me resulta bastante difícil de comprender cómo mientras la mayor parte de los profesionales implicados en esto del adelgazamiento, o mejor dicho, del mantenimiento de un peso saludable se esfuerzan en recalcar la idea de la escasa validez de contar calorías…los intereses poblacionales / comerciales discurren por la acera de enfrente.

Además, ¿en base a qué demonios de datos crees tú que la aplicación te va a devolver el dato de las calorías de “tu” plato? Pues en base a los datos confinados y prestablecidos en las ya conocidas y manidas bases de datos. Esas que son tan fiables.

Al parecer, los promotores de esta herramienta que son a su vez los creadores (SRI International) de la app SIRI para Apple, están poniendo el acento en que la aplicación reconozca el plato en sí y en determinar su volumen o cantidad de forma más o menos exacta. Es decir, el mayor problema al que se enfrentan los desarrolladores es el de reconocimiento de imágenes para que tal y como dice uno de ellos, si un ser humano es capaz de reconocer una comida determinada, también lo pueda hacer igualmente esta aplicación. Eso es lo que pensarán ellos que puede hacerse, pero un servidor lo duda.

CocidomontañesY lo dudo porque una cosa más o menos sencilla es que este tipo de programas te reconozca el mencionado plato de arroz con tomate, y otra muy distinta es que ante un plato, por ejemplo, de cocido montañés la aplicación sepa aclararse y darte un dato medianamente sensato antes de echarse a llorar directamente o de que le entre un ataque de ansiedad. O imagínate que le preguntas a tu CERES en cuestión sobre las calorías que le has hecho a una caja de bombones variados, ¿crees que la aplicación va a saber si son bombones rellenos de praliné, de almendras, de frutas o de licor? Yo creo que no.

Así pues, esta tecnología me convence nada, o muy poco, al menos de momento y tal y como están las cosas. Y eso contando con que funcione a las mil maravillas, en plan rollo ciencia ficción. Si no me crees tienes este relato futurista que escribí hace unos años al respecto de la utilidad de contar calorías por muy bien contadas que estén. El relato se llama Mesura, tiene tres capítulos y confío en que te guste. En él, expreso en forma de alegoría lo ridículo-inútil-absurdo de pasarse el día contando calorías… o de que te las cuenten por ti, tal y como sucede en el relato con los robots de compañía dietéticamente correctos.

Por cierto, ya que estamos con nombres así, un poco crípticos, he de reconocer que lo que más me gusta de esta aplicación es su nombre, CERES, (en la mitología romana diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad) y el rollo este de hacer coincidir elementos remotamente antiguos con aquellos más tecnológicos y punteros.

Keep calm and stop counting calories

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Imagen: KROMKRATHOG vía freedigitalphotos.net y Uhanu vía Wikimedia Commons