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"Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros"

¡Esto de la ‘luz’ es de locos!

El gobierno, a través de la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) que controla, insinua que ha habido manipulación en la última subasta de energía eléctrica ante «la concurrencia de circunstancias atípicas en el desarrollo de la misma» y de hecho ha anulado la subasta. Debido a la gran cantidad de participantes en esa subasta, 30 agentes de los cuales 50% son entidades finacieras, 40% eléctricas extranjeras,  y solo 10% eléctricas españolas, más bien parece que lo que han hecho estos es descontar en el precio futuro de la energía los efectos de la forma de refinanciación del deficit eléctrico impuesta por el gobierno o, mejor dicho, por los hermanos Nadal que son los que mandan en este país en materia económica y fiscal, y mucho más que ningún otro incluido el presidente del Gobierno.

 

Soria insiste en que hay "sospechas de manipulación"

 

Alberto Nadal es Secretario de Estado de Energía y su hermano, Álvaro, es Director de la Oficina Económica del Gobierno. Estos hermanos son lapidarios en general y prefieren la imposición -por via del BOE- a la negociación. En el caso eléctrico esta claro que no ha habido negociación alguna respecto de la financiación de los famosos €3.600 millones, puesto que si la hubiera habido no hubieramos acabado con el «hipertarifazo» y su ineludible renegociación.

Ahora de nuevo impondrán un mecanismo de fijación de precios, sin consultar, y todos los contribuyentes deberemos pagar la factura de las reclamaciones de los agentes que participaron en la última subasta y que fue anulada por inconveniente.

No nos equivoquemos, en cualquier caso seremos todos los que pagaremos el desaguisado eléctrico generado con Aznar/Rato continuado por Solbes/Salgado/Zapatero y ahora con Nadal/Nadal/Soriano/Rajoy.

5 comentarios

  1. Dice ser Yankee

    ¿Lo pagaremos los consumidores o los usuarios?
    ¡No es lo mismo auqnue lo parezca!

    23 diciembre 2013 | 18:25

  2. Dice ser ANTONIO LARROSA

    Ya ni las mujeres van a poder dar a luz

    Pese a todas las putadas que me habéis hecho como borrarme todos los comentarios por ser de ideas politicas diferentes, a pesar de que me habéis insultado, a pesar de que os habéis aprobechádo de mi publicando fotos mias y escritos sin permiso , a pesar de haberme echado de usuario del 20 minutos y a pesar de mil humillaciones más os deseo ¡¡MUCHAS FELICIDADES EN ESTOS DIAS DE NAVIDAD Y OS DESEO QUE TENGAIS UN PRÓSPERO AÑO 2014, QUE DICE EL GOBIERNO QUE SERA MUY BUENO Y SE ACABARÁ LA CRISIS Y QUE ESTA VEZ NO NOS ENGAÑA , QUE VA EN SERIO.

    Clicad sobre mi nombre

    24 diciembre 2013 | 13:01

  3. Dice ser Politico

    De locos es pelearse en familia y más en estos días. Pero si vieran lo que se paga en varios países y las pagas que tienen. Es para pegarse un tiro. Estos señores políticos de por vida, aunque ahora sean privados son de guante blanco. Pero el pueblo esta más que negro en pagar por lo necesario para vivir como los que más gana en Europa. Cuando el paro y los mil euros es lo máximo en este País.

    24 diciembre 2013 | 16:08

  4. «Cuando el sol se pone cada día, hay gente que se enfunda dos pijamas, apaga las luces y se mete en la cama. No lo hacen porque les guste irse a dormir a las siete de la tarde, sino porque no tienen cómo afrontar el pago de la luz, ese bien que las eléctricas distribuyen cada vez más a precio de oro. No lo hacen porque sean frioleros, sino porque no disponen de recursos para poder pagar el precio cada vez más prohibitivo de la calefacción.

    No es una anécdota aislada. Es un relato habitual ya no solo de trabajadores sociales, que mantienen contacto directo con las personas más necesitadas, sino de gente cercana, de integrantes de movimientos sociales, de asistentes a asambleas de barrio, de familias aparentemente normales que coinciden contigo a las puertas del colegio esperando a los niños.

    En 2012 1,4 millones de viviendas sufrieron cortes de luz en España por impago. En los últimos seis años la factura eléctrica se ha disparado un 60% y la renta media de los hogares ha descendido al menos un 8,5%. Hagan los cálculos…

    Mientras tanto, Amancio Ortega alquila su oficina por más de un millón de euros, Botín festeja lo que considera un momento fantástico, Rajoy dice que estamos mejorando y Rouco Varela anuncia el comienzo de la recuperación. Los de arriba hablan de la luz al final del túnel mientras hay familias que no pueden ver la luz ni en su propio hogar.

    Hay días duros en este otoño invernal. Hay gente llorando en las colas del Inem. Hay gente llorando en las colas de los comedores sociales. ¿No lo han visto ustedes? Pásense alguna vez y quédense un rato. Hay amigos que no pueden reponer su nevera a partir de los días 15 de cada mes. Hay seres queridos a los que les están negando la atención sanitaria. Ante ello la reacción más instintiva se traduce en rabia. Hay días de rabia visceral, de frustración, de una indignación pasiva capaz de bloquearnos.

    Necesitamos la sublimación del enfado y la transformación de la rabia para convertirla en motor de cambio. Se están derrumbando los mitos de un modelo económico y ante ello no es suficiente la pataleta, ni la descripción crítica de la injusta realidad, y quizá ni siquiera las manifestaciones, si no van acompañadas de estrategias capaces de generar formas participativas y vinculantes a largo plazo.

    La represión estatal forma parte de un guión escrito de antemano. Cuando el Estado tira demasiado de la cuerda, recurre a nuevas formas de control: Refuerza la coerción a través de la vía económica, aplicándonos directamente la doctrina del shock, con más recortes, y echa mano de las fuerzas de seguridad, a las que en realidad deberíamos llamar “sus fuerzas”, sin más.

    La capacidad de subordinación de la gente está condicionada por el monopolio del Estado sobre la llamada violencia legítima. El hecho de que las fuerzas de seguridad -“sus fuerzas”- tengan capacidad para reprimir, constituye ya de por sí una coacción.

    En palabras del historiador y ensayista británico Perry Anderson, ante una ‘crisis’ como la actual, la coerción puede pasar de ser determinante a ser dominante. Es decir, cuando desde arriba se genera una situación insostenible para muchos, el Estado opta por un despliegue de sus fuerzas y se apoya más en sus aparatos represivos que en los representativos.

    Es lo que está pasando en España. El Gobierno toma posiciones y tantea la dimensión de su despliegue. El borrador de la llamada Ley de Seguridad Ciudadana y el estudio para modificar la ley de huelga son, junto con el cambio del Código Penal, buena prueba de ello. Se están calentando los motores de la represión más tradicional, la que criminaliza la protesta, la que impone la sumisión con la amenaza de la fuerza, la que condena con penas de cárcel a sindicalistas por ocupar una finca.

    Hay opciones frente a la sumisión y al sálvese quien pueda. Si creemos en la posibilidad de transformación, seremos capaces de seguir luchando, por muchas leyes ‘de seguridad ciudadana’ que intenten colarnos. Se pueden crear caminos para construir hegemonía cultural, a través de la educación, del comportamiento, de la organización, de la comunicación.

    Son tiempos dolorosamente oscuros. Intentan quitarnos todo para acumular aún más riqueza, pero no pueden arrebatarnos nuestra capacidad de soñar, de querer mejorar lo que nos rodea. Tenemos derecho a imaginar, como principio de toda alternativa; a reivindicar, porque nada llega sin conquistas.

    Decía Benedetti que había que defender la alegría como trinchera, como un principio, como una bandera. Como una forma de resistencia. Frente a la melancolía y la muerte. Frente a la oscuridad de las casas, frente a túneles de luz falsa».

    por Olga Rodríguez
    26/11/2013
    eldiario.es / zona crítica

    25 diciembre 2013 | 19:11

  5. Dice ser Casandra

    Como se pueden imaginar el recibo de alumbrado en España es monstruoso y lo lógico seria que reducir la factura pero no aplicando la draconiana medida de apagar las luces pues esto provoca accidentes y aumento de la delincuencia así que una solución seria poner a las farolas placas solares y pequeños aerogeneradores conectados a una batería y un sensor para que se encendieran y se apagaran o un temporizados el problema es que el sector eléctrico esta en manos privadas y lógicamente le interesa que cuanto mas sea abultada la factura pues mejor para así poder pagarse yates que parecen portaviones y helicópteros y mansiones por doquier y todo tipo de lujos y no les interesa sospecho este tipo de soluciones que si pondría en marcha un estado que el sector eléctrico estuviera a su cargo pues le interesaría que la factura fuera lo mas pequeña posible con lo que podria emplear el dinero ahorrado en destinarlo sanidad o investigación o ley dependencia.

    01 enero 2014 | 16:26

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