Ecos de sociedad anónima Ecos de sociedad anónima

"Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros"

Archivo de junio, 2014

Mas no aplaude más

Hoy es otro día importante en la historia de España. Se proclama a un Rey, Felipe VI, con renovada esperanza e ilusión y la normalidad que una monarquía parlamentaria exige con una Constitución como la que nos hemos dado.

El Rey ha hecho un discurso completo y justo, omnicomprensivo hasta el punto de que no ha tenido que repetir lo de que es el Rey «de todos los españoles», ya que él sí lo es después de que su padre lo haya conseguido dando lo mejor de su vida al cumplimiento de sus obligaciones constitucionales y dinásticas.

El aplauso al Rey al finalizar su discurso ante las Cámaras, como no podía ser de otra manera, ha sido unánime en el Congreso. Y lo ha sido no solamente porque ha sido un gran discurso sino porque la mayoría de los asistentes a la proclamación son personas educadas y casi todos son conscientes de a quienes representan y cómo lo hacen y deben hacer.

Sin embargo, el Molt Honorable Senyor President Artur Mas no ha aplaudido. Y lo ha hecho a sabiendas e incluso ha dado una explicación absurda y de colegial. Lo preocupante no es que sea mal educado y provinciano. Lo preocupante es que él, siendo President de la Generalitat de Catalunya, no se considere el President de todos los catalanes sino de una parte solo, de los que son tan mal educados como él, es decir: ¡muy pocos!

El seny (la sensatez) es una actitud o una forma de ser específicamente catalana que el Senyor Mas parece haber perdido hace tiempo y que ha abandonado en provecho de la rauxa (el arrebato) que hoy le ha vuelto a dejar en evidencia.

El Lehendakari del Gobierno Vasco Don Iñigo Urkullu, quiero creer que él si por educación tampoco ha aplaudido pero para no dejar solo en el ridículo a su homónimo catalán. Aunque también puede ser que al no tener nadie a su derecha no se dio cuenta que tocaba aplaudir al no hacerlo el de su izquierda.

(Fuente: La Crónica de Guadalajara)

(Fuente: La Crónica de Guadalajara)

 

El Rey abdica y no se necesita un referéndum

A estas alturas de nuestra democracia parece mentira que los de casi siempre olviden varias cosas sobre nuestro sistema político perfectamente definido en nuestra Constitución:

Artículo 1.

1. España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.

2. La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado

3. La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

Así pues, como «Estado de Derecho» el poder del Estado se somete a la norma jurídica como garantía de las libertades particulares de todos los españoles. Como «Estado social y democrático» los poderes del Estado han de velar por la libertad, la igualdad de los ciudadanos y que se imparta justicia sabiendo que la soberanía nacional recae en el pueblo. Para facilitarlo tenemos pluralismo político (partidos, sindicatos y patronales) así como el sufragio universal para nombrar a nuestros representantes directos o indirectos. Finalmente, la forma política del Estado español es una Monarquía parlamentaria. ¡Esto es lo que hay!

Esta Constitución no fue impuesta por nadie sino ratificada mediante referéndum celebrado el 6 de diciembre de 1978 por el 88,54% de los votos, 7,89% en contra y 3,57% se abstuvieron.

En cuanto a la sucesión en la Corona, ésta se halla regulada en el Articulo 57 y en su apartado 5 dice: «Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el orden de sucesión a la Corona se resolverán por una ley orgánica.» Y es lo que se esta tramitando ahora mismo.

Así que la modificación de la forma del Estado que algunos promueven con tanto afán requiere de un proceso democrático previsto ya en los articulo 167 y, específicamente en el artículo 168 de la propia Constitución (por contenerse aquella en el Título Preliminar), en relación con el artículo 87. El referéndum solo entra en juego para la ratificación del texto Constitucional que resultase después de su votación favorable en el Congreso y en el Senado.

Cuando estos días oímos en algunos rincones de las calles de nuestras ciudades que en una democracia es exigible que la modificación de la forma del Estado debe hacerse ya mediante referéndum, debemos tener claro que nadie es más demócrata que todos nosotros juntos que ya nos dimos democráticamente, esto es por por sufragio universal, una norma que tiene todo previsto incluido el cambio de la misma o de alguna de sus partes.

Los que tanto desean cambiar esta forma de Estado que, al amparo de la Constitución, inicien democrática y ordenadamente a través de sus representantes el proceso, y seremos entonces todos los españoles los que ratificaremos, o no, el nuevo texto constitucional que ha de discutirse y aprobarse antes en sede parlamentaria y, por lo tanto, democrática.

Eso es lo que hacen los demócratas y no solo decir constantemente que lo son. Entre tanto, mucha paz y tranquilidad y que cada uno dé la cara cuando le toque y entre por donde le corresponda según la Ley.

Rey_Principe_Infanta