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"Padres comerciantes, hijos caballeros, nietos pordioseros"

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ADOLFO SUÁREZ: ¡DESCANSE EN PAZ!

El PMI marca un récord desde julio de 2007: ¡qué bien!

El PMI español del mes de diciembre de 2013 alcanzó la cota de 54.2, registrando la mayor subida de actividad registrada en España desde julio de 2007. Y eso son excelentes noticias. El PMI de diciembre indica claramente una recuperación.

El PMI, Purchasing Manager’s Index (Índice de Gestores de Compras) es un indicador económico que indica la situación de un país a partir de una encuesta realizada entre gestores de compras de las empresas más representativas. En España la empresa Markit realiza una encuesta mensualmente, en colaboración con la Asociación Española de Profesionales de Compras, Contratación y Aprovisionamientos (AERCE), que analiza el comportamiento de varios factores de los sectores manufactureros y de servicios tales que stocks, pedidos, producción, empleo y plazos de entrega. Este índice es uno de los que mejor señalan la variación mensual en el estado de la economía de un país. Si el índice esta en 50, significa que no ha habido ni crecimiento ni contracción. Si esta por debajo de 50 es que hay contracción. Si supera 50 es que hay recuperación.

¡Y ese es nuestro caso!

Solo falta más crédito, menor presión fiscal, más generación de empleo y una apuesta más decidida del gobierno por las PYMES y la I&D&i.

Por ahora, todo esto se ha logrado con mucho sacrificio laboral y fiscal, con reducciones de precios contrayendo márgenes y sin crédito.

¡Como siempre el ciudadano ha apechugado más que el político!

 

Markit Spain Services PMI ®

Markit Spain Services PMI ®

Nada más español que el ‘simposi’

Más allá de que sea o no un disparate academicista, un dislate cultural y una respetable idiotez, el ‘simposi’ sobre «Espanya contra Catalunya: una mirada histórica (1714-2014)» es, sobre todo, un acto muy español por mucho que sus organizadores crean que es todo lo contrario. Pero, no nos equivoquemos, tan o más español si cabe es la amenaza del PP catalán y de otros de organizar su propio «contra-simposio» o llevar el tema a la fiscalía por «incitar al odio».

Dos características muy españolas -les guste o no- afloran en estas iniciativas: la primera es la soberbia y la segunda el aldeanismo.

El diccionario de RAE, en sus dos primeras acepciones, define la soberbia como «altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros» y como «satisfacción y envanecimiento por la contemplación de las propias prendas con menosprecio de los demás». Ortega decía que «La soberbía es nuestra pasión nacional, nuestro pecado capital. El hombre español no es avariento como el francés, ni borracho y lerdo como el anglosajón, ni sensual e histriónico como el italiano. Es soberbio, infinitamente soberbio» (Viajes y países, Revista de Occidente, Col. El Arquero, Madrid 1957). El ‘simposi’ no parece querer debatir nada, sino justificar una conclusión para alimentar el afán de un independentismo en clave de odio de la España de la que forman parte hacia la Cataluña que quieren separar, en plena concordancia con la segunda acepción y al modo de la primera.

Pero más español si cabe es el aldeanismo de los organizadores de este ‘simposi’ y del posible ‘contra-simposio’, ese carácter rústico de pertenencia a la aldea que constituyen en patria, sea Cataluña o España, tanto da. Este patriotismo de aldea, cavernícola como sus promotores, se construye en nombre del pasado, distorsionándolo, si es necesario, echando la culpa de todo a otros de fuera y adaptándolo para que resulten más creibles sus posiciones.

¿No sería más productivo debatir para construir juntos una España mejor, donde quepan todas las esencias del ser español respetando las distintas identidades, sensibilidades y culturas? Mucho hemos caminado desde la Constitución del 78 para que algunos, desde distintos ámbitos políticos, pretendan ahora desandar el camino sin darnos la posibilidad a todos los españoles, sean catalanes, castellanomanchegos, castellanoleoneses o vascos, riojanos, navarros, valencianos, extremeños, o gallegos, melillenses, asturianos, cántabros, o baleares, aragoneses, canarios, murcianos, o andaluces, madrileños o ceutíes, de abrir un debate serio sobre nuestro futuro.

¡No lo permitamos!

¿Es ésta la explicación que Rajoy no nos da?

Ya que nadie nos explica, por ahora, las razones por las que se han tomado las medidas económicas recientes, intentaré hacerlo yo aun a riesgo de que no coincidan con las intenciones o pretensiones del gobierno del Sr. Rajoy.

La contención del déficit público no solamente responde al deseo de que el Estado no gaste más de lo que ingrese, sino también a una política encaminada a que se incremente la inversión empresarial y aumente el consumo privado. ¿Pero cómo? He aquí el ‘quid’ de la cuestión.

Se entiende, bajo esta teoría, que una vez contenido el déficit público a un nivel razonable y sostenible (el famoso 3% del PIB cuyo origen sigo sin entender), se podría disminuir la presión fiscal sobre empresas y ciudadanos, y así estos incrementarían la inversión y aumentarían el consumo, respectivamente. De este modo, la economía volvería a crecer y se crearía empleo. Esta claro que, a corto plazo, esta política restrictiva podría no generar empleo, o incluso destruirlo, salvo que se entienda para qué se hace.

Por ello hablan de subida «temporal» de impuestos. ¡Espero que así sea!

Esto es lo que tendrían que explicarnos (si es que es lo que han pensado), primero a los españoles y después a los ‘mercados‘. Si los empresarios lo entendiesen bien, y se lo creyesen, podrían empezar a apostar por el futuro contratando e iniciando los proyectos de inversión. Pero para ello necesitarían un marco laboral más adecuado para contratar (no para despedir) y financiación bancaria.

Para que esta financiación fluyese, es importante también que los mercados lo hubiesen entendido. Si no lo entendiesen o no lo juzgasen adecuado, la prima de riesgo aumentaría de nuevo y la re-financiación de nuestra deuda pública sería difícil de sostener, y la financiación bancaria no arrancaría.

¡Por favor, Sr. Rajoy, si esta es la teoría subyacente expliquenosla y, si no diganos cuál es!