Algunos consejos para llevar con seguridad el perro a la nieve

Troya es de las que disfrutan, incluso a sus 16 años.

Troya es de las que disfrutan, incluso a sus 16 años. Esa foto es del año pasado en León.

Ahora que al fin hay nieve mas o menos cerca, cualquiera puede verse tentado de pasar unas horas en familia jugando con la nieve. No sólo los niños disfrutan corriendo y resbalando, también la mayoría de los perros se divierten lo indecible triscando por la nieve y el hielo, así que no hay motivo para no ir con ellos también de excursión.

Pese a que todos los canes, por regla general, soportan mejor el frío que el calor excesivo y una pequeña excursión por la nieve no debería suponer ningún problema, conviene tener en cuenta algunas sencillas recomendaciones antes de meter a nuestro perro en el coche o el tren rumbo a Navacerrada.

Lo que más hay que vigilar son las patas. Antes de salir de casa frota las almohadillas de las patas, sin duda la parte de su anatomía que más puede sufrir, con aceite corporal o algún producto específico, que ya los hay y muy buenos. De regreso al hogar, limpia bien las patas con agua tibia y sécalas a conciencia. Al menor síntoma de cojera, acude al veterinario. Si ha podido pisar sal o anticongelante (que es muy tóxico), asegúrate de que no se las chupa.
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Hay que tener especialmente cuidado con perros de tamaño pequeño, de patas cortas que tngan muy pegada la barriga al suelo y con razas frioleras. No es mala idea llevar una toalla para poder secarles. Puede que sea preciso ir con abrigo, mejor si es impermeable y fluorescente. En la nieve hay más posibilidades de que se pierdan, bien porque se despista ellos, bien porque nosotros dejemos de verlos. La chapa con nuestro número de teléfono móvil a la vista es siempre recomendable, también en excursiones a la nieve.

Por supuesto, tenlo controlado. Que no invada corriendo las zonas por las que hay gente esquiando o deslizándose con trineos o skates. Por su bien y por el de los demás.

Pon especial cuidado si es su primera vez. No es lo mismo ir a la nieve con un perro que ya sabemos que lo disfruta y se maneja por allí mejor que nosotros con su tracción a las cuatro patas que con uno que jamás se ha visto en esas. Esas primeras veces no hagas planes exigentes, por si descubres que lo está pasando mal y la nieve no es lo suyo. No fuerces las cosas, la idea es que todos lo pasemos bien e interrumpir el paseo para tomar un chocolate calentito en compañía de nuestro perro también es un plan agradable.

Por último, igual que no es buena idea dejarles solos dentro de un coche si hace calor, tampoco lo es si hace mucho frío. Y si la excursión incluye pasar la noche fuera, asegúrate de que duerme en algún sitio cálido y libre de corrientes de aire.

Un perro, en una calle de Argüeso (Cantabria), cuya comunidad se encuentra en alerta por nevadas y fenómenos costeros adversos. El temporal ha llegado a Cantabria con olas de hasta nueve metros y nieve que mantiene cerrado el puerto de Lunada, en la carretera CA-643, desde el kilómetro 5 al 14,3, haciendo obligatorio el uso de cadenas en los puertos de Palombera y La Sía. EFE/Pedro Puente Hoyos

Un perro, en una calle de Argüeso (Cantabria). (EFE/Pedro Puente Hoyos)

1 comentario

  1. Dice ser AGA

    Al mio da gloria verle cuando hay nieve. Disfruta que no es ni medio normal… Me encanta! Eso si, hay veces de mucho frio que nos hemos visto obligados incluso a ponerle botitas especiales (de neopreno) porque al final, si estamos mucho tiempo, lo pasa hasta mal.

    El corre alrededor de nosotros y, como es naranja, peus se le ve. Pero si nos paso una vez que cuando nos dimos cuenta teniamos dos perros en lugar de uno y hubo de dar la vuelta para buscar a los duenios del segundo! Cuidadito si van sueltos…

    16 marzo 2016 | 9:04

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