Mañana 19 de octubre es el Día Contra el Cáncer de Mama, una lucha que todos en Reparalia llevamos por dentro, como profesionales que asisten a personas, y como personas que tienen seres queridos peleando con la enfermedad.
Si entráis en la web de la Asociación Española Contra el Cáncer, encontraréis consejos e ideas para prevenir y combatir este problema tan extendido, así como formas de colaborar con la organización para proporcionarle recursos para investigar y comunicar.
Nosotros hoy queremos aportar nuestro granito de arena desde el lugar al que nos dedicamos en cuerpo y alma: el hogar de todos. Por eso este viernes os contamos algunos consejos e ideas para hacer más llevadera la convalecencia en casa, algo que os servirá para atender a todo tipo de personas enfermas o recién operadas.
Partamos de lo obvio: estarán una temporada destinados a la cama. Por eso nuestra misión es hacer esta etapa lo más llevadera posible.
¿Cómo mejorar el día a día de un convaleciente?
1. Coloca su cama cerca de una ventana, preferiblemente con las mejores vistas a la calle de toda la casa. Así sentirá que tiene acceso a lo que pasa fuera y se desprenderá de la sensación de aislamiento. Si además quieres proporcionarle unos prismáticos como los de James Stewart en La ventana indiscreta, up to you 😉
2. Asegúrate de que entre luz natural en cantidad, que cura tanto como la medicina.
3. Renueva el aire de la habitación de cuando en cuando: el momento de la ducha es perfecto para abrir las ventanas.
4. Aprovecha este mismo momento para la limpieza y el cambio de sábanas: que tenga sensación de frescura en su día a día es fundamental.
5. Una cama reclinable es algo estupendo para facilitar sus tareas si la convalecencia va para largo. Una mesa con ruedas para las comidas y luz abundante para leer completan el círculo de comodidad para reclusos del catre.
6. Deja bien a mano todo lo que necesite. Y con esto, quiero decir: mandos de la tele, de música, gafas, despertadores, cargadores, auriculares… Este consejo viene con truco: pega una cinta de velcro en un lugar clave muy accesible (mesilla, lateral de la cama, cabecera) y después, reverso de velcro en todos estos aparatos para que pueda dejarlos pegados a mano.
7. La reclusión en la cama se puede aprovechar para aprender algo entretenido o útil. Puedes contratarle clases particulares de algo que le apetezca aprender (idiomas, música…). Y por qué no, aprender muchos trucos de bricolaje, ahorro, reciclaje y DIY siguiendo nuestro blog.
Le envío un abrazo muy fuerte a todos aquellos que se enfrentan cada día a una convalecencia por el motivo que sea.
Y muy especialmente a todas esas campeonas que le plantan cara al cáncer de mama para salir de él más fuertes, valiosas y sabias que antes.
La vida es maravillosa y vosotras la hacéis todavía más grande 😉
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