Por Rafael Ayala Marín
Últimamente, se está dando en Córdoba algo que, si bien, por un lado puede ser una medida de ahorro positiva para la sanidad y organismos públicos, por otro lado, puede ocasionar un cierto trastorno a los ciudadanos en general.
Me refiero a la apertura reciente del Centro Sanitario Castillo del Pino, en la barriada del Arroyo del Moro, conllevando el cierre de centros como el de Colón o el de la Avenida de América.
Ignoro la opinión de los demás ciudadanos, pero pienso que centralizar la sanidad en un solo edificio o zona, llevaría consigo una incomodidad mayor al tener que desplazarnos a una distancia mayor. Evidentemente, no es lo mismo tener el médico en cada distrito o zona a un paso, que llevarlo todo a una parte concreta de la ciudad, aunque ello suponga supresión de gastos.
Evidentemente, es difícil compatibilizar ambas cosas. No todo en este mundo se puede conseguir. Sin embargo, invito a la reflexión acerca de este tema y a ver si buscamos entre todos una solución que satisfaga a la población en general, aunque reconozco que es compleja.