Tu blog Tu blog

Este es tu altavoz

La labor de las fuerzas del orden

Por J. A.

Imagen de la Policía Nacional. (ARCHIVO)

Imagen de la Policía Nacional. (ARCHIVO)

Escribo esta carta para informar de una situación que vivimos la mayoría de los jóvenes de Madrid en nuestros barrios. Estoy molesto de que me paren por ser joven, por no tener un coche moderno y me registren en plena calle preguntándome si he estado detenido, si tengo antecedentes, a dónde me dirijo y qué hago por esa zona. Hasta ahí puedo entender que es la labor de las fuerzas del orden (nuestra Policía Nacional) la que vela por los ciudadanos y la seguridad.

Lo que me indigna de verdad es la actitud que tienen muchos agentes con nosotros tachándonos de delincuentes, haciendo preguntas acusatorias, teniendo faltas de respeto que acaban en amenazas o sorna si se les da queja de su actitud impropia de alguien que en su manual tiene que hablar de usted, tratar con respeto al ciudadano y no utilizar la violencia verbal ni física si no es necesario realmente. Entiendo en parte ese comportamiento con ciertas personas que lleven esa misma actitud hacia ellos pero no lo entiendo cuando se muestra cooperación, educación y respeto.

Todo esto son situaciones aisladas que pasan día a día, pero no hay que olvidar las imágenes vistas en televisión, la agresividad que utilizan con manifestaciones pacíficas y gente que solo expresa su desacuerdo con una situación injusta. Personalmente, pienso que en ese aspecto las fuerzas del orden dejan mucho que desear. Me gustaría que se pudiesen tomar algunas medidas para que esto no pasase y pedir responsabilidades a quien sea de su competencia. También pedir a los ciudadanos de a pie que denuncien estas situaciones cuando estas ocurran, para promover así el respeto y la tolerancia.

7 comentarios

  1. Dice ser Stewart Cops

    Es curioso que lo mismo pensaba (y pienso), hace como unos 25 años trabajaba en horario partido, recuerdo que hacia mucha calor… y despues de comer me fui un momento al parque antes de incorporarme al trabajo. Con la calor y en plena digestion no pude evitar quedarme medio dormido, sentado como estaba en un banco, cual fue mi sorpresa cuando me despierto y veo a dos agentes de «la nacional», (entoces no habian Mossos),como si de vaqueros se trataran, -pues uno de ellos hasta ponia el mismo gesto que John Wayne-, me pidieron la documentacion, con la gente mirando y muerto de verguenza, pregunté que es lo que habia hecho, contestandome que pensaban que estaba «colocado», ante esta respuesta no pude contenerme y les volvi a preguntar si iban a pedir la documentacion a todos los que habian en ese momento en el parque, (la mayoria personas mayores, algunos tambien estaban dormitando al fresco), uno me replico que guardara respeto al orden y sin cortarme un pelo les repliqué que el respeto me lo estaban faltando ellos, solo por figurarse cosas por mi edad. Menos mal, que no fue más alla la cosa, lo que más me dolió es que ninguno de los presentes dijera algo a mi favor, tal era el respeto que imponia «la nacional» en la gente mayor.

    28 febrero 2014 | 18:16

  2. Dice ser culturetaprogre

    es muy facil bajo el anonimato decir un monton de mentiras y calumnias, acusando a la policia de cosas que sencillamente yo no me creo, resulta que la carta esta firmada por un tal J.A ¿ y ese nombre cual es ?¿ no dice 20 minutos que para publicar una carta hay que poner nombre y apellidos y dar la fotocopia del dni ? ¿ pero que mala broma es esto ? si piensa que esta sufriendo algun tipo de acoso que ponga una denuncia en el juzgado pero no se puede acusar a toda una policia poniendo dos iniciales y soltando todo lo que le viene en gana que es sencillamente mentira.

    28 febrero 2014 | 18:41

  3. Dice ser El señor J.A

    Por supuesto que en la carta enviada esta toda la informacion requerida para ser mandada a un medio yo pedi el anonimato.
    Respecto a las mentiras y calumnias me baso en experiencias vividas no digo que todos los policias hagan mal su labor, pero te puedo asegurar que de la noche a la mañana y dependiendo de tu edad y el barrio su actitud es un mundo.
    Yo no me siento acosado, lo unico que pido es un respeto y u proceder que esta escrito en sus manuales y si yo les trato con respeto y educacion espero lo mismo por su parte.

    01 marzo 2014 | 14:32

  4. Dice ser "Policía"

    «Uno de los muchos asuntos que dejó pendiente la “modélica transición” fue la democratización de fuerzas de seguridad. De la noche a la mañana la misma policía que había torturado, matado y apaleado a miles de ciudadanos en nombre de la ley de Franco por la gracia de Dios se convirtió en garante y defensora de nuestros derechos, cosa evidentemente imposible: Quienes habían conculcado sistemáticamente todos los derechos humanos no podían transformarse como por encantamiento en los máximos adalides de los mismos porque aquellas personas que habían sido capaces de torturar año tras año traspasaron las fronteras que hay entre el ser humano y especies inferiores que no tienen capacidad de discernir y, por tanto, de distinguir entre lo que repugna a la ética o aquello que la engrandece. Los titubeos incesantes de aquel periodo llegaron a tal grado de ineptitud que tras aprobar la Constitución de 1978 los poderes públicos ni siquiera fueron capaces de unificar los cuerpos policiales preexistentes –policía armada, formada con el asesoramiento del jefe de las SS Heinrich Luitpold Himmler, y guardia civil, fundada por el Duque de Ahumada para proteger la gran propiedad- en uno solo de nuevo cuño que actuase al modo de las policías federales y con criterios democráticos. De tal modo que los grupos fascistas que nos acompañaron dramáticamente durante aquellos años –Batallón Vasco Español, Triple A, Guerrilleros de Cristo, GAL- continuaron funcionando sin el menor obstáculo y sin solución de continuidad hasta 1989.

    Se creyó entonces que el tiempo terminaría por apartar de la función pública a los más conspicuos franquistas y que la sangre joven, la modificación de reglamentos y las academias conformarían una nueva policía acorde con los tiempos, pero no se encaró ningún proceso depurativo que apartase para siempre, y condenase, a aquellos funcionarios policiales que habían cometido delitos muy superiores a los que perseguían: Ningún delito es mayor que la tortura. Los comisarios Conesa, Ballesteros o el inspector Billy el Niño, entre otros muchos, ocuparon puestos policiales de la máxima responsabilidad sin que su currículum ultrafranquista fuese obstáculo para ello, sin que su turbio pasado fuese impedimento para seguir actuando según los métodos aprendidos durante la dictadura.

    Construir una policía verdaderamente democrática es tarea dificilísima porque en algún momento, por esencia, habrá de utilizar la fuerza bruta, pero hay dos factores indispensables para que eso pueda ser factible, uno la voluntad política indeclinable para que así sea, otro, derivado del anterior, que aquellas personas que gustan de la violencia jamás puedan ingresar en las fuerzas de seguridad, expulsando de su seno, por supuesto, a quienes han hecho gala de su afición a la porra u otros medios coercitivos. Mucho se ha hablado últimamente de la extrema “dureza” con que actúan los Mossos d’Escuadra –una policía de nuevo cuño-, pero me da la sensación de que no se va a la raíz de la cuestión, la voluntad política que la armó: El nacionalismo catalán, en el poder durante casi tres décadas, desde el primer momento quiso tener una fuerza policial de choque para lo cual ideó un sistema de selección en ese sentido y que, por tanto, dejaba de lado los principios democráticos básicos. No hubo voluntad política para hacer una policía al servicio de los ciudadanos, de su libertad y de su seguridad, sino la de crear una especie de guardia pretoriana al servicio del poder político y económico catalán. Su actuación violenta ante las protestas ciudadanas no difiere en nada de la vieja policía que actúa en otros puntos del país, la misma saña, la misma desproporcionalidad, idéntica chulería, parecido desprecio hacia los ciudadanos que ejercen su legítimo derecho a manifestarse, a protestar y a gritar ante la injusticia. Y no sirve eso de la “obediencia debida”, las órdenes ilegales –y lo son las que lesionan los derechos humanos- no se obedecen: Aporrear –en el sentido estricto de la palabra- a una persona hasta dejarla exhausta no es conducta que esté permitida por ninguna ley democrática.

    Tuve la desgracia de estar en la Plaza de Tirso de Molina de Madrid (antes Progreso) en el mes de diciembre de 1979, cuando varios miles de universitarios nos manifestábamos pacíficamente –hay que enfatizarlo- contra la Ley de Autonomía Universitaria de González Seara. Había un ambiente festivo, coreábamos canciones y gritábamos consignas mientras saltábamos para amortiguar el frío. Nada indicaba que aquella tarde, aquella noche fuese a pasar –aunque escondida- a las páginas negras de nuestra historia cuando de repente se oyeron varios disparos. La desbandada fue inmediata y sólo unos cientos de despistados quedamos perdidos por las calles aledañas intentado esquivar a los grises y sus tanquetas. Sentí miedo porque sabía lo que aquellos señores eran capaces de hacer, miedo por mi integridad física que se convirtió en pánico cuando una hora después supe que habían matado a dos compañeros, cuando oí al ministro decir que estaban pagados por la KGB basándose en que les habían encontrado varios miles de pesetas: Estudiaban y trabajaban para pagarse los estudios como cobradores de seguros, ese era el origen de lo que llevaban en los bolsillos. Estos días, estos meses, desde que el Partido Popular gobierna, he vuelto a sentir un miedo parecido, por mis hijos, por mis amigos, por miles de personas que no conozco, por mí, de nuevo he vuelto a ver a la policía franquista actuar como la policía franquista, pegar como la policía franquista, crear infundios como la policía franquista. Creía que eso ya era pasado, que no volvería a ver escenas como las que entonces vi, pero sí, he visto a personas perder ojos por pelotas de goma, huesos rotos, cabezas abiertas, sangre, llantos, histeria. Todo por protestar, todo por denunciar una situación cada vez más insostenible, todo por no creer en la política que representa como nadie un ministro del Interior al que se le apareció Dios un lejano día de Las Vegas.

    Hay una policía moderna que investiga utilizando los medios de hoy para poner ante los jueces pruebas suficientes para incriminar al delincuente; hay otra antigua, brutal, que es utilizada por el poder como único instrumento de lucha contra el descontento social, la progresiva pauperización, el paro, la corrupción y la indignación ciudadana. Ésta sobra».

    nuevatribuna.es | Pedro Luis Angosto | 21 Enero 2014

    02 marzo 2014 | 13:12

  5. Dice ser Juan Antonio

    Daros una vuelta por Ecuador, Peru o Brasil… y luego venís echando hostias a vuestra querida y amable España, en donde la policía es contínuamente insultada, recriminada, acusada y marginada por todos los rincones de la sociedad, pero que sin embargo lucha cada día por la seguridad de todos y cada uno de vosotros.

    No sabéis lo que tenéis… hasta que un día lo perdáis !

    02 marzo 2014 | 18:48

  6. Dice ser japoas

    No creo que por un caso que puede ser aislado y que habia que haber visto en toda su amplitud se pueda calificar a unos servidores de la ley como lo hace el remitente; si ha sufrido lo que cuenta, habrña que busca las causas, que son las que no relata. Personalmente ni en la època franquista he tenido problemas con las distrintas policias que han ido variando hasta hoy, habría que profundizar mas.en el hecho comentado..

    No creo que esta policia sea peor que la que vemos en esos paises tan demócratas con por ejemplo los USA, de los que vemos constantemente ejemplos y no digamos ya inlucss paises europeos.

    Tampoco se puede indicar que en las manifestaciones «pacíficas»· actuan contra nadie; yo he estado en manifestaciones y ni a mi. ni en mi entorno he visto nada de eso.

    03 marzo 2014 | 12:45

  7. Dice ser japoas

    No creo que esa «dureza» de que se habla por aquí haya evitado el destrozo de Bilbao, que nos costará a toda la ciudadanía una buena pasta.

    Por otra parte nadie sale en defensa de la policía, cuando como sabréis muchos, un policía nacional se ha jugado la vida para salvar a un borracho del atropello de un tren del Metro en Madrid y nadie dice por eso que «toda» la policía es un salvavidas; hay que saber estar a las duras y a las maduras.

    06 marzo 2014 | 19:14

Los comentarios están cerrados.