Hace un par de semanas decidimos ser casa de acogida de una perrita de la protectora madrileña ACUNR (animales con un nuevo rumbo). Tula tiene cuatro o cinco años, no lo sabemos bien, probablemente haya tenido cachorros no hace mucho y lo único un sabemos de ella es que estaba en una perrera en la que corría serio riesgo de sacrificio. Es pequeña, unos siete kilos, y quisimos librarla del invierno en la protectora hasta que encontrara un hogar.
Mi intención, como casa de acogida con blog dedicado a la protección animal, era mostrarla aquí en cuanto hubieran pasado unos pocos días y la conociéramos bien para intentar que encontrase una familia. No va a ser así. Hoy el post va por Tula, sí, pero para contaros que no hemos podido resistirnos y Tula se queda con nosotros. Nos hemos enamorado de sus zalamerías de vaquita diminuta, pese a que mi intención era no adoptar ningún otro perro hasta que nos faltase Troya y buscar entonces uno de los que suelen llamar mi atención, más grandes, cruces de caza o pitbull que lo suelen tener más difícil, a veces la vida decide por ti.
Bienvenida a la familia Tulita.
Espero que la próxima vez podamos ser una casa de acogida de verdad, que os aseguro que era nuestra intención inicial.
Hoy, desde aquí, quiero hacer a Tula la misma promesa que hice a Troya, a Flash y a Maya cuando llegaron a nuestro hogar hace más de una década, pero ahora por escrito y con todos vosotros como testigos.
- Prometo cuidarte hasta el fin de tus días, asumo la responsabilidad de ser la guardiana de tu vida y procurar que nunca te pase nada malo y envejezcas feliz a nuestro lado.
- Prometo que nunca tendrás para mí la consideración de un objeto que se posee, sino que serás parte de nuestra familia y participarás en todas las actividades que sea posible.
- Prometo que tendrás todas las atenciones veterinarias que necesites y una alimentación y ejercicio que te permita cumplir años de forma saludable.
- Prometo no usar jamás contigo la violencia en ninguna de sus formas. No se educa a gritos, mucho menos a golpes.
- Prometo respetar tus gustos, entender tus miedos y no querer cambiar tu carácter.
- Prometo entender que eres un perro, conocer tu manera de comunicarte y las necesidades de tu especie.
- Prometo ser capaz de darte el último regalo de dejar de sufrir cuando llegue el momento, que espero que sea lejano.
- Prometo hacer saber a los míos que si yo falto repentinamente es mi deseo y su compromiso con mi memoria procurarte un buen hogar.
Felicidades Melisa! Nosotros teníamos esa firme intención de ser familia de acogida (como habíamos hecho previamente en 4 ocasiones) hasta que llegó nuestro Schwarz y entendimos que no íbamos a encontrar mejor compañero para Chispa ni para nosotros!
09 febrero 2016 | 9:24
Esa perrita ha tenido mucha suerte de encontrar a alguien como tu sera feliz ,pero tu tambien de encontrarla y que este contigo ,felicidades a las dos .
Un compromiso para toda una vida ,gracias por todo lo que haces por los animales .
09 febrero 2016 | 12:00
Siempre digo que, no es el humano quien elige al animal, sino él quien te elige.
Os deseo lo mejor Melisa! un abrazo, sigue así.
09 febrero 2016 | 12:35
No hay que olvidarse de las mascotas que no son perros o gatos. Las aves encerradas lo pasan muy mal y son muy sensibles al maltrato físico o sicológico. Igual con el resto de animales .Los peces de adorno me parece algo de extrema crueldad…se acaban muriendo lentamente agonizando.
09 febrero 2016 | 12:52
Precioso, Melisa, enhorabuena. Ellos se lo merecen todo.
09 febrero 2016 | 20:20
Gracias por hacerme ver que en éste desgraciado mundo, aún quedan personas con un gran corazón. Disfrutarla por muchos años. Un abrazo.
Ellisa
11 febrero 2016 | 16:50