Un perro o un gato no son un regalo navideño

La película clásicas e dibujos La dama y el vagabundo tiene mucho bueno y también un par de aspectos criticables. Rebosa amor por los perros, conocimiento sobre ellos, ensalza a los mestizos (ojalá hubiera más Golfos en las pantallas), descarta que la llegada de un bebé sea incompatible con tener perro (aún un motivo de abandono importante) y recalca la necesidad y el derecho de todos ellos por tener un hogar. Os animo a echarle un ojo y veréis mucho espíritu animalista. Eso sin contar con el mensaje humano (perros y gatos son más listos y no se andan con tonterías así) de que la diferencia de clase, de posición, no debe separarnos. Pero no deja muy bien a los gatos, acaba trayendo alegremente una camada a un mundo lleno de perros sin hogar y, sobre todo, arranca con el regalo navideño de un precioso cachorrito de pura raza con su lazo dentro de una cajita.

Muchas películas, series y anuncios han mostrado escenas semejantes. Y hacen un flaco favor a los animales, que nunca deben ser un capricho, siempre deben llegar a la familia de forma razonada, con todos los miembros de acuerdo y sin ser tratados como un objeto.

La experiencia de asumir con responsabilidad y de manera meditada la decisión de adoptar y visitar una protectora de animales es mucho más enriquecedora, para niños o adultos, que la tienda y la caja con cachorro dentro.

Según el “Estudio Fundación Affinity sobre el abandono y la adopción 2013”, la opción más habitual al acoger un animal de compañía es recibirlo como un regalo, ya sea de algún familiar o amigo. Más concretamente, en España el 39% de los perros y el 33% de los gatos llegaron a sus nuevas casas como un regalo para sus actuales propietarios.

Unos datos terribles. Aunque a veces la cosa salga bien, ese no es el camino. Como dice Isabel Buil, directora de la Fundación Affinity: “regalar un animal es una opción que desaconsejamos puesto que entraña muchos riesgos. La decisión no la toma la persona que deberá responsabilizarse del perro o el gato y esto podría derivar en una situación de abandono”.

Os dejo con los tres puntos que está fundacion recomienda recorrer para acertar a la hora de sumar un animal a una familia.

IMG-20140223-WA00061. Compromiso: Es importante tener en cuenta que la convivencia con un animal de compañía será duradera. La vida media de un perro es de 12 años y la de un gato de 15. Tal y como explica la directora de la Fundación Affinity, “Antes de tomar la decisión, debemos analizar nuestros hábitos de vida, nuestras costumbres y saber cómo vamos a integrar a este animal de compañía en nuestra vida cotidiana”.

2. Decisión y reflexión. Ante una decisión tan importante debe mantenerse una actitud serena y no dejarse llevar por un impulso emocional. Hay que valorar todos los aspectos que comportará incorporar un nuevo miembro a la familia. La toma de decisión debe involucrar a todas las personas que convivirán con el animal de compañía, “No podemos tomar la decisión únicamente porque nuestro hijo ponga en la carta a los Reyes Magos que quiere un perrito, debemos pensar de forma responsable en todos los aspectos y tomar una decisión meditada y no por impulso”, explica Isabel Buil.

3. Aprendizaje e Información. Tomar consciencia de las necesidades que tiene el animal y las expectativas que tenemos nosotros. Debemos informarnos de qué necesitará (cuidados, afecto, actividad…) y entender las obligaciones que se van a adquirir.

Y no olvidéis que no pasa absolutamente nada por no tener animales en casa. Ante la duda, mejor contener las ganas.

Estos dos gatitos machos que ilustran el post son dos hermanos de tres años y medio. Ambos sanos como peras, han dado negativos en leucemia e inmuno.

Recogieron a su madre en la calle  cuando aún era muy joven y resultado estar preñada. De los cinco cachorros que tuvo sólo quedan Conan y Eris por adoptar.

Son dos gatos súper buenos, cariñosos e inseparables. Como los hermanos siameses de La dama y el vagabundo, que seguro que no eran tan malvados como los pintaban en la película de Disney. Con toda seguridad es que, simplemente, los habían dibujado así.

Contacto: patri.m.scapa@hotmail.com

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4 comentarios

  1. Dice ser Jorge

    Ojalá los adopten juntos! Para quien no conviva con gatos, que sepa que siempre son mejor dos gatos que uno! El gasto es un pelín más alto (sólo la comida y la vacuna, que anualmente viene siendo… casi nada!!), pero compensa! Juegan juntos, se hacen compañía…

    Espero que tengan suerte.

    17 diciembre 2014 | 10:23

  2. Dice ser MiMiga

    Hay una opción intermedia entre no tener animal y adquirir un compromiso de por vida: Podemos optar por ser casa de acogida para un gato o perro necesitado durante un tiempo definido o hasta que encuentre un hogar definitivo. Además es una forma de ayudar a las protectoras de animales a salvar vidas.
    Un saludo.

    17 diciembre 2014 | 10:38

  3. Dice ser Arufina

    Ojalá alguien pueda adoptar a los dos juntos! Como muy bien ha dicho Jorge que los gatos tengan compañía es buenísimo ya que juegan juntos, están juntos y nunca se aburren

    17 diciembre 2014 | 19:17

  4. Dice ser Gloria

    Mi primera gata, Cleo, fue un regalo por mi cumpleaños. Pero os aseguro que fue una decisión meditada largamente en familia. Yo llevaba dos años queriendo un gato y al final mis padres aceptaron y mi abuelo trajo a una pequeña gata del pueblo que había sido rechazada por su madre (porque había sido una camada muy numerosa). Cleo vivió 15 años con nosotros, no fue un juguete, si no un miembro de la familia a quien siempre recordaremos con cariño. Después, vinieron 5 gatos más, todos recogidos de la calle o de protectoras.

    Quiero decir, que no es malo que se regale un animal de compañía, pero no por capricho o materialismo, si no conscientemente y con responsabilidad. Creo que el mejor regalo que se le puede hacer a una persona es un amigo para siempre, y al animal le haces el regalo de un hogar.

    18 diciembre 2014 | 18:06

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