Nos pasamos el año deseando la llegada del verano, pero como buenos inconformistas que somos, desde ahora hasta septiembre “caló” será una de las palabras que más escuches, que más repitas y, definitivamente, que más termines odiando.
Y es que cuando el calor aprieta de verdad, los cercos en la camisa y los sopores en casa o en el trabajo hacen que más de uno pierda la paciencia y salga corriendo a comprar un aire acondicionado.
En primer lugar: tradicionalmente es mala idea hacerlo justo ahora, cuando los precios se disparan y la disponibilidad escasea. Aunque, en segundo lugar… seguramente -y “gracias a” o “por culpa de” la crisis- este año los precios se rebajen y aumenten las promociones, así que, si te habías resistido hasta ahora y ya no puedes más, tal vez no sea mal momento para planteártelo.
¿NECESITAS UN AIRE ACONDICIONADO?
Es una pregunta trampa, porque nadie salvo tu conciencia y tu bolsillo van a determinar realmente su respuesta. Pero engañarte a ti mismo sería como hacer trampas al solitario… Si el calor en tu espacio de vida/trabajo es insoportable y ya has probado sin éxito otras medidas más sutiles y económicas, entonces adelante. Si ya tenías uno y se ha averiado o su rendimiento ya no es el exigible, lo mismo. O si su EER es de 8 o menos.
PERO… ¿QUÉ ES EL EER?
El EER o Ratio de Eficiencia Energética sirve para medir la eficiencia de una unidad concreta de aire acondicionado. Cuanto mayor sea el número, mayor será la eficiencia y menor será el coste de funcionamiento del aparato. Las unidades pequeñas actualmente rondan un EER de 11 mientras que las más eficientes suelen tener un EER de 13.
VALE, ¿Y QUÉ CARACTERÍSTICAS NECESITO?
Como mínimo se debe exigir que el aparato de aire acondicionado disponga de termostato ajustable, al menos dos velocidades de ventilador, ajuste de las rejillas difusoras y una óptima regulación energética que detenga el ventilador cuando la unidad no esté enfriando. También es importante que los filtros se encuentren en una posición que sea accesible y de fácil manejo para poder quitarlos y así proceder a su limpieza. Las unidades con filtro electrostático serán muy apreciadas por aquellos que padezcan alergias, por cierto. La garantía mínima que se debe exigir a un aparato de aire acondicionado moderno es de 5 años en piezas y 1 año de mano de obra.
¿Y SU CAPACIDAD?
Depende de muchos factores. La capacidad de un sistema de aire acondicionado se mide en BTU/h (British Thermal Units por hora). Para una superficie de unos 40 metros cuadrados sería suficiente con 5000 BTU/h, mientras que para una sala de 300 metros cuadrados se necesitarían unos 19.000 BTU/h. Aunque deberás fijarte además en:
–El número y tamaño de las ventanas (y su calidad de aislamiento climático).
–La orientación de la sala a refrigerar (¿recibe muchas horas de luz?).
–Cuanta gente utiliza la sala habitualmente.
–El número de ordenadores o aparatos eléctricos, en caso de que los haya.
Lo mejor es que el propio instalador le eche un vistazo al espacio y te asesore al respecto, ¡no te vayas a quedar corto o a pasar de la rosca con el frío y el consumo!
ENTONCES, ¿QUÉ APARATO COMPRO?
Mira en la gama del tipo y la capacidad correctos para tu espacio a climatizar, y hazte con el que mayor EER te ofrezca dentro de tu presupuesto marcado (piensa que, a menor eficiencia energética, mayor consumo).
Sé que las ofertas son muy apetitosas, pero mucho cuidado con ellas porque nadie regala duros a peseee… euros a céntimos, quiero decir. Las marcas de confianza no suelen fallar, y te ofrecerán mejores garantías a largo plazo.
Aunque sé bien que a ti no te la dan con queso, sigue estos 4 puntos:
- Comprueba diferentes precios y opiniones en páginas de Internet.
- Utiliza comparadores entre diferentes modelos y marcas.
- Consulta el sitio web del fabricante y verifica los valores EER y BTU/hora.
- Asegúrate de la existencia de una red de servicio técnico.
¿Y LA LOGÍSTICA?
Pues es tan importante como todo lo demás: cerciórate de que el lugar es un establecimiento autorizado. Si la unidad ha de ser instalada por un profesional (en muchos casos es así, y muchas instalaciones son peligrosas debido al peso de estos aparatos y a que se descuelgan al exterior de la casa), pide un presupuesto previo bien completo y detallado. Y por supuesto, asegúrate de que el instalador tiene licencia y está asegurado.
Próximamente os daré algunos consejos de mantenimiento de aparatos de aire acondicionado y optimización de su uso, para que os duren más tiempo, los disfrutéis con salud y ahorréis lo máximo posible.
Ahora voy a cerrar ventanas y persianas antes de salir de casa para evitar encontrarme una sauna a la hora de comer…
¡Buen martes a todos!