¿Tienes una grieta o una fisura en la pared? Esto es lo que debes hacer

Son tan habituales en muchos hogares que no les prestamos la debida atención.

Pero es importantísimo vigilarlas de cerca y determinar su causa para evitar males mayores, puesto que una grieta puede estar avisando de un daño estructural serio y muy peligroso.
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Aunque son más corrientes en viviendas antiguas, cada vez más a menudo las vemos en nuevas construcciones, y se pueden deber a varias causas muy diferentes que vemos más adelante.

Desde el punto de vista técnico, una grieta es un alivio ante la tensión de dos áreas de construcción que están siendo sometidas a un movimiento.

Aunque no es una forma oficial de distinguir entre fisura y grieta, podríamos decir que las primeras son aquellas que no rebasan los 0,5 milímetros de grosor, mientras que una grieta excede el medio centímetro:
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1: grieta  /  2: fisura  |  Foto: manner.biz

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Y como te imaginarás, las más preocupantes son las segundas, y ese medio centímetro, la voz de alarma entre un problema que puede ser simplemente estético y un daño estructural profundo y amenazador.

Dónde aparecen también es fundamental. No es lo mismo que lo hagan en una pared de tabiquería ligera, como las que separan dos dormitorios, a que aparezcan en un muro de hormigón. Lo primero podría indicar simplemente un mal material de unión o una ejecución del enyesado deficiente, pero lo segundo nos preocupa mucho más.
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Pero veamos los distintos tipos de grieta a los que nos podemos enfrentar:

A) Grietas en la pintura: tan superficiales, que solo afectan a la pintura de la pared. Pueden deberse a una mala aplicación por parte del pintor, a un defecto en la calidad de la pintura, a un problema de humedad o temperatura… pero solo suponen un conflicto estético, nada de qué preocuparse a nivel estructural. 

En aquellas que no son tan superficiales también se puede encontrar un arreglo. Para ello, voy a detallar el paso a paso que he dado esta mañana en una de las respuestas de nuestro consultorio online:

  • Con una espátula se debe intentar abrir un poco más esta grieta, pero solo un poco, para quitar la pintura hueca.
  • Se debe emplastecer ese espacio con aguaplast.
  • Colocar una venda (malla elástica) y volver a emplastecer hasta que deje de ser visible la venda.
  • Dejar secar y lijar.
  • Y, por último, volver a pintar.

B) Grietas en la mampostería: cuando afectan a la mampostería y al techo, tenemos que empezar a preocuparnos, porque se trata de fracturas más profundas e indican que algo no va bien. Requieren supervisión por parte de un profesional.

C) Grietas en la estructura: si ves que hay dañadas partes tan orgánicas como una columna, una viga o una losa, mucha atención, porque también han de ser revisadas por un experto.
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Aunque ya hemos apuntado algunas posibles causas, vamos a ser más específicos a continuación:

  1. Un mal enyesado: la más común de las raíces de estos problemas. Un error en la cantidad o en la aplicación es la manera más fácil de sembrar para que en el futuro próximo aparezca una antiestética grieta. Como es obvio, al rajarse el yeso lo hará también la pintura y la fractura quedará al descubierto.
  2. Un defecto en los materiales de construcción: sin ser de gravedad, o al menos de riesgo para la integridad del edificio y sus rincones, el tipo de grieta, similar a la causada por un mal enyesado, provocará un defecto poco atractivo.
  3. Grietas por esfuerzos higrotérmicos: tras este palabro se encuentran aquellas marcas que dejan la dilatación y la contracción de los materiales a causa de modificaciones en la temperatura, o también debido a la expansión que causa la humedad. También son muy comunes y no son peligrosas.
  4. Sobrecargas en la construcción: aquí entramos en terreno realmente peligroso. Si el peso de la construcción es superior al que puede soportar la base, debido generalmente a un error de cálculo de materiales, pueden aparecer fracturas importantes que den la voz de alarma. Aquí es totalmente necesaria la intervención de un profesional que establezca la peligrosidad y medidas a tomar para evitar riesgos.
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¿Cómo reparar las grietas en las paredes y techos?

Algunos expertos defienden que lo más adecuado ante una grieta viva —que es aquella que sigue creciendo con el paso del tiempo— es no taparla para poder estudiar su evolución durante unos meses, midiéndola.

Pero si se trata de grietas superficiales, no hay problema. Solo es necesario quitar la pintura y el enlucido en la zona de la grieta y cubrir y pintar de nuevo.

En los casos de fisuras más gruesas, un albañil profesional deberá indicarte qué remedio aplicar, aunque generalmente, se podrá emplear una cobertura de materiales más flexibles para evitar futuras resquebrajaduras.
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En cualquier caso, lo más inteligente cuando aparece una grieta es contar con un albañil profesional y de garantías que pueda determinar su origen y cómo reparar y evitar próximas apariciones.

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