José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

Tápame

Cosas que pasan en los rincones. Se despertó sin querer, sin saber cómo. Abrió los ojos por inercia. Era de noche todavía. El hombre de al lado no se movía, sólo su respiración de arena delataba que seguía vivo. La semana pasada los servicios de urgencia se llevaron a uno que no lo estaba, que ya no: la humedad inesperada le había derrotado. Hacía frío. Los cartones eran como una puerta abierta, pura corriente. No tenía nada de beber. De lejos se oía una radio, una televisión tal vez, el último voto escrutado. Se levantó. La pared estaba empanada de carteles electorales. Arrancó los primeros y se llevó un abanico de fotos y promesas hasta el rincón de la calle en que dormía cada noche. Se arrebujó entre ellos y se arropó con la calva de Sebastián y la corbata que ahoga el cuello de Simancas. No tenía nada de beber. Le quedaba un cigarrillo, pero no tenía nada de beber. El hombre de al lado seguía respirando serrín.

2 comentarios

  1. Dice ser MM

    Vaya Jaes, me ha dado frío leer esta entrada.Eso es lo que queda después de semanas de borrachera electoral:frío y cartelería que tape lo q no queremos ver.Y es verdad, mira que le apretaba la corbata a Simancas.

    28 mayo 2007 | 8:37

  2. Dice ser Coni

    El pais de la sultimas cosas:Hora del deceso 3 AM, paro cardio respiratorio. Miro las cosas que rodean al viejo muerto de frío. Una frazada sucia, restos de mandarina en un vaso de lata, una botellita con un líquido naranja y todo alrededor y debajo de el,decenas de hojas de diario. La gente se amontona.Comienzan a discutir sobre las necesidades básicas y condiciones dignas que cualquier ciudadano necesita para no morir. Comida, casa, trabajo…la recreación que da la tele, la información de Internet. Enumerábamos lo que teníamos y luego clasificábamos en “imprescindible o no”. La gente se termino yendo la lista era interminable y en la clasificación nacía la culpa. ¿Si alguien tiene cosas de demás, es porque tiene cosas de otro?-¡Ma si!, si yo labure como un perro para tenerlas. Dijo el ultimo en irse.Invierno. Buenos Aires. Elecciones.En un rincón del cuarto están las boletas del ahijado del “Capitán coraje y mordaza”, mas allá “El gran orador de extrañas alianzas” que quiere ser re elegido, mas acá el “Empresario” con su limitada mirada, al lado alguno que otro fundamentalista. Y muy cerca, los de siempre, el “yo me opongo”, los relegados, los que votamos por enojo a los otros o para mantener el resto de inocencia que nos queda. La ilusión de ser un grano de arena que lucha por la certeza de hay montañas de arena.Las montañas de arena son imponentes pero vulnerables al viento, pierden forma, se dividen, se amotinan. Las montañas de arena tienen Principios pero no tienen cima. No se puede escalar en ellas, los pies se hunden quedan siempre abajo. Quizás sea ese el encanto, el goce de la lucha en si misma.A La gente le encanta discutir. Están indignados porque la mesa abrió a las 9.Exigen que se le agradezca el haber ido a votar.Doblo la boleta, la pongo en el sobre, el sobre en la urna, me voy. Justo me llega un mensaje de texto. “¡Por favor, el estado de esa escuela!,el cuarto oscuro parecía un baño químico, eran tan finitas las paredes que todos oyeron cuando enojada rompí la boleta.me gusto mucho tu blog. te dejo la direccion del mio. wwwpetazeta.blogspot.com (y no pongas punto despues de la www solo petazeta) saludos

    09 junio 2007 | 1:59

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