José Ángel Esteban. Señales de los rincones de la cultura. Y, por supuesto, hechos reales.

Mayas y el corazón de la aventura

Entonces, ha empezado: otomíes, yaquis, zapotecos, mixtecas, nahñú, mije, triqui, kikapú, tzotzil, tzeltal, tojolabal, chol, huichol, seri, nahua. Y media docena más que no me dio tiempo a apuntar. Son todas etnias que poblaron el territorio de lo que hoy es México y sus enormes fronteras. Ha sido una suerte que Tiosha, uno los compañeros de estos días en Valencia fuese nativo de esas tierras y que hayamos compartido Apocalypto, la película de Mel Gibson. Así que ha sido fácil descubrir con él la ausencia de sutileza histórica, constatar el riesgo medido de hacer hablar a todos los protagonistas en un falso maya, unificado, mecánico pero deslumbrate; detectar entre los actores fenotipos que no corresponderían en absoluto al pueblo que pretenden representar (qué hace Ronaldhino con lanza); concluir que los mayas habían desaparecido como poder imperial mucho antes de la época en la que ocurre la historia, y que la disolución de su hegemonia fue paulatina y no súbita; que si de algo sabían era de astrología y que los ritos de sacrificios tenían más de honor que de castigo.

Ha sido fácil concluir que la misma historia podría haber sido contada entre sioux y cheyenes, por ejemplo; o entre serbios y croatas, entre ingleses y franceses, o por supuesto entre españoles de dos lados distintos de la historia. Una palanca. Pero también nos hemos puesto de acuerdo en que hay que mirar lo que la película (con sangre, pintura azul y un padre de familia: marca de la casa) sí tiene: los tiempos, los ritmos y los guiños del viejo cine de aventuras; que con apenas dos docenas de frases, no hay muchos más diálogos, se puede plantar una historia; que el maquillaje y los complementos de vestuario merecen una atención fascinadora; que con imágenes poderosas se fabrican emociones poderosas, primitivas – las del espectador- en un relato circular medido, con rimas visuales que resuenan, cuarenta minutos de persecución impecable y un director que sabe siempre lo que hace, aunque la parte más etnográfica sea la menos convincente y aunque se desequilibre en un aluvión de cadáveres usados como pretexto únicamente. Bueno, segurante eso es bueno si sirve para desatar polémica que arrastra a la taquilla.

No era obligatorio el rigor, el respeto a las etnias, ni la verdad. De acuerdo, es otra cosa, es una película de aventuras. Y tampoco es obligatorio hacerle caso.

5 comentarios

  1. Dice ser ladelpolder

    A mí me ha gustado como recreación de algo que pudo ser más o menos un poco parecido.He estado varias veces en México y centroamérica y he reconocido la obsesión que se apodera de uno cuando intenta recrear la vida de un pueblo a partir de piedras y ruinas.Mel Gibson ha compartido su versión de esta recreación vista con sus ojos de padre de familia americano con nosotros.La mayoría de la gente ni siquiera sabe que allá en Centroamérica hay un mundo fascinante ahora y los restos de muchos mundos que han sido ¿quién de nosotros no se confunde ni hace mezclas?No se trata de un documental sino de una película muy bonita que nos da ideas.¿A quién le preocupan los anacronismos y las posibles inexactitudes en «Yo Claudio»?Pues eso, que criticar es más fácil que construir…

    26 enero 2007 | 14:38

  2. Dice ser Soledad

    No la he visto, tampoco ví la versión sobre la Pasión de Jesucristo. Me han bastado las «promos», para decidir no verlas. Gibson ha encontrado un filón con el cine histórico versión gore.

    27 enero 2007 | 12:57

  3. Dice ser MM

    Pues yo salí, literalmente agotada de tanto correr y saltar. El anacronismo de esta película es brutal, no hacía más que fruncir el ceño.Cierto, la fotografía, la luz, genial. Los sacrificios….uff, como que tienes razón Jaes, era más bien dirigidos al honor hacia el más allá que de castigo en la cultura Maya.Muy entretenida y primeros planos intensos.Pero, repito, aunque estaba bien sentadita, me levanté cansada, agotada, si hasta me dolían las piernas!Ah por cierto, aún existen Mayas en México. Un saludo

    27 enero 2007 | 14:17

  4. Dice ser norma gabriela estrada

    saquen losbestuarios delos mayas

    03 marzo 2007 | 19:19

  5. Dice ser jessica hernandez

    Bueno la vrdd es q es una de las peliculas con las q me emociono tanto aclaro solo por sus bien realizadas imagenes y efectos especiales,pero en cuanto a la historia real sobre los mayas en realidad denigra a nuestra cultura es verdad los mayas NO ERAN SANGUINARIOS ni salvajes pero como lo saben gibson tiene esa atraccion a lo sangriento solo con ver sus demas peliculas.En realidad me encata la historia de los mayas y bueno al darme cuenta de todas la imperfecciones de la pelicula me desepcione ya q si me gusto pero esas imperfecciones como que en realidad las piramides no son las reales de los mayas CHICHEN-ITZA, en realidad son realizadas en los sets o eso de q llega Hernàn Cortès uff…………Pero bueno, por ultimo recalcar q si los mayas fueron una de las mejores culturas de mundo los q inventaron un calendario de 365 de 6 horas y q sabian la fecha esacta o aproximada de los eclipses, equinocsos etc. q sucederian en años despues y vale la pena visiar chichen-itza y llenarse un poco de historia de la mejor cultura MAYA q a sido denigrada con la pelicula Apocalyto….saludos !! 🙂

    09 enero 2008 | 2:56

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