¿Y si, en realidad, todo es una enorme y espesa cortina de humo, desde Marbella hasta Mallorca, desde Seseña hasta Villaviciosa de Odón, hasta Murcia, hasta… ? ¿Y si nos estuviéramos enfangando como puercos en las exageraciones, en las exepciones pese a todo, en los exabruptos, en los granos cejijuntos y nos olvidáramos de las reglas, de la norma, de la clave, de la cuerda y del reloj, del sistema, del tema? ¿Y si todo está medido, sumado, controlado, meditado, calculado, equilibrado, elaborado?
El año pasado tampoco hicimos la revolución tal y como nos recordó con detalle el Colectivo Todoazen en una novela fascinante que deslumbró a los nuevos tirios de siempre y a exquisitos troyanos, es decir a jóvenes pensadores de la nueva izquierda y a exquisitos intelectuales expertos en ciudadanía y decepciones. El libro lo publicó Caballo de Troya y lo escribió un colectivo de tres no-autores que encajaron un puzzle de citas, cifras, datos, porcentajes de precariedad, accidentes de trabajo, beneficios, sentencias conciliatorias, despidos, complementos de consejos de administración, análisis de expertos, dictámenes de catedráticos y periodistas de barba recortada, protestas, ajustes, euros, muchos millones de euros, todo a cien en una novela de misterio, construida con un único sentido, plantear un enigma brutal: ¿cómo es posible que en un año en el que los beneficios empresariales se acercaron al 25 % y los salarios apenas crecieron un 3% no haya explotado la revolución social?
El libro terminaba con la Resolución de los Comuneros de Bertold Brech (para ponerse en forma) más dos párrafos de recordatorio y coda:
a) Un 0,16% de los contribuyentes españoles posee un 27,5% de los depósitos del sistema bancario.
b)Los Príncipes de Asturias anunciaron ayer que esperan el nacimiento de su primer hijo.
Hace un año. Dicho lo cual, tres noticias de ahora mismo:
a) Los beneficios de la banca aumentaron en lo que va de 2006 un 41,2%, es decir, 11. 5662 millones de euros, derivados fundamentalmente de los créditos hipotecarios y de las comisiones.
b) La pensión media de jubilación crece un 5,8% y alcanza los 727,80 euros. El salario medio de los españoles no ha variado desde 1997.
c) Viene otra niña.
Y si.
«La pregunta no es si la revolución es posible, sino si es desable». Michel Foucault
30 noviembre -0001 | 0:00
MM, esa revolución silenciosa, anónima e individual debe reconfortar mucho a sus protagonistas, también a los solidarios de boquilla y bienpensantes de izquierdas a los que les tranquiliza que, al menos otros, hagan algo por los demás. Pero créeme, es una ínfima gota en el oceáno de injusticias que nos envuelve. Creo que el análisis de Tom es plenamente certero.
30 noviembre -0001 | 0:00
Yo puedo contestarte el porqué no hacemos la revolución, porque desgraciadamente estaría destinada al fracaso y porque en el fondo muchos conocemos que este sistema, injusto, decadente, incluso cruel y despreciable para los que no pueden competir, es el UNICO que puede garantizarnos a una parte de la población mundial los niveles de consumo y de bienestar a los que estamos convencidos que debemos aspirar y a los que no seríamos capaces de renunciar por equiparar el bienestar de todos los habitantes del paneta. Así de simple y así de complejo.
28 noviembre 2006 | 10:07
Jaes,todo está medido, sumado, controlado, meditado, calculado, equilibrado, elaborado.Más de lo que parece.Las leyes, las normas están para cambiarlas. Contribuamos a ellas.Tom, existe una revolución silenciosa, no a parece en los medios, está a pie de calle..personas anónimas que renuncian a su bienestar para dar y no recibir.Existe una revolución individual que engloba la colectividad.La esperanza es esa.Un saludo.
28 noviembre 2006 | 11:35
JonasUn grano de arena hace una playa.Si todos de alguna forma contribuyéramos el mundo sería diferente.Nos movemos por un mar de deshumanización, de guerras globalizadas..seguiremos por esta vía? Es el ser humano incapaz de ayudar a su semejante? Es la solidaridad una ideología de izquierdas?Es el consumo desmedido el fín único? Espero que no.Seguiré siendo una idealista, lo siento.
28 noviembre 2006 | 14:38
Tom, teologías únicas, a estas alturas, las menos. Idolatrías mercantiles, aún menos.El asunto me temo es el contraste. Y lo que llama la atención son los extremos y lo que juntos significan. Ese contraste entre los cada vez menos en número y más ricos y entre el resto, algunos, muchos, cada vez más pobres, tiene una lógica que no es teológica. Ni, desde luego, inocente: los que nos conformamos con los restos confortables, simplemente nos conformamos. Y nos entretenemos con lo que nos ponen por delante. Y por eso, supongo, la pregunta, MM.Por otra parte, ya lo dice la termodinámica, ni se crea ni se destruye, se transforma.La energia, la riqueza siempre es la misma pero que unos tengan tanto, otro muchos tienen que dejar de tenerlo.
28 noviembre 2006 | 15:33
Pues yo me he leído lo de bertoldo despacito y letra a letra. Y cuando llega el pan, un abrigo, un poco de carbón y una hipoteca…pues ya está, ya está.El resto, con su caviar ( y su corona, los que se la pongan)se lo coman.
28 noviembre 2006 | 15:44