Novela romántica: un malentendido y no de pareja

Por Paula Arenas Martín-Abrilpaula_arenas

Desde que E.L. James publicó el primer tomo de su trilogía 50 sombras de Grey la novela romántica ha vivido un subidón tan poderoso como para sacar al género de la minoría a la que estaba condenado. Es indiscutible el carácter erótico de las novelas, sobre todo de la primera de James, porque la segunda y la tercera responden al más clásico patrón de novela romántica.

Megan Maxwell logró gracias a su ingenio (y al camino abierto por E. L. James)  situarse en los puestos de los más vendidos con sus libros Pídeme, libros que recurrían a la erótica para envolver un cuerpo declaradamente romántico.

Una de las claves del éxito que trajo Grey y que luego han seguido muchas ha sido el cambio de portada. Ahora nadie tiene que taparlas para leerlas en público. Otra de las claves: la mujer es fuerte y no necesita ser sumisa o salvada como antaño (las lectoras de Maxwell se hacen llamar Guerreras). Y sin duda: Grey. El erotismo, que no era tanto, ha dado una vía de escape a las historias de amor.

Lo que perdura es el patrón: que sea una historia de amor por encima de todas las cosas y que enganche (y el final feliz, claro). Un enganche que ha de durar toda la obra, sin respiro, y que sea sencilla para poder leerla sin preocupaciones o parones. El fin es entretener y de ahí que la facilidad de lectura sea requisito indispensable. Decir que es una literatura que no requiere una gran calidad literaria no es decir que sea mala literatura. Es simplemente decir la verdad. Lo contrario sería como pretender que una sencilla comedia sea catalogada como un gran drama existencial.

No es ni mejor ni peor, es lo que es. Cuesta por ello entender que haya quienes se tomen como un insulto lo que en modo alguno lo es: no es la calidad literaria la primera característica de estas obras.  Se cumplen unos mínimos, pero no unos máximos. No es ésa la pretensión de quien la escribe ni tampoco de quien la lee. Cuando uno se apoltrona en el sofá para ver un telefilme un sábado después de comer busca que lo entretengan. Sin más.

Desafortunadamente estamos demasiado crispados para no encontrar ofensas en casi todo, algo que ha sucedido a quienes han sentido indignación al leer que una editora decía la verdad acerca de la novela romántica. Por cierto, pocas veces he escuchado a alguien hablar con tanto cariño y respeto de este género como a la editora española Esther Escoriza. A buen entendedor…

Y ahora me voy a leer la novela que acaba de publicar el periodista y escritor David Yagüe, quien hace unas horas me ha dicho sin complejos: «Oye, que es solo una novela de aventuras…». Seguro que hay mucho más. Pero de esto hablaré otro día.

10 comentarios

  1. Dice ser Carla

    … Pero si ademas hay calidad literaria mejor. Y si en lugar de leerlo se vive, mejor aun.

    Carla
    http://www.lasbolaschinas.com

    07 febrero 2014 | 03:31

  2. Dice ser lectora compulsiva

    Qué atrevida es la ignorancia… sobre todo para aquellos que no han leído en su vida una novela romántica, y encima ignoran que las lectoras de romántica en la mayoría de los casos leen cualquier tipo de genero literario sin despeinarse.. es para echarse a llorar, la incultura de aquellos que os llamáis cultos porque leéis dos novelas que por supuesto deben ser premios planeta, jajajajaja… impresionante oiga… por cierto, impresionante también que te atrevas a hacer un artículo de crítica que es prácticamente la copia de otro!!! (perdona, pero yo es que leo mucho, y no sólo romántica….)

    07 febrero 2014 | 08:12

  3. Dice ser pollito

    ¿Es una mejora que ahora el porno sea una lectura aceptable en sociedad? Yo no veo la mejora por ninguna parte… «la mujer es fuerte y no necesita ser sumisa o salvada»… ¿Y antes no? En grandes obras de verdadera literatura «romántica», como las novelas de Jane Austen, Anthony Trollope o Wilkie Collins las heroínas son fuertes y dignas, lo que no quiere decir ni zorrones desorejados ni pelmas reivindicativas. Es un tremendo error creer que las mujeres sólo han sido libres y fuertes desde la revolución sexual, jajajaja

    07 febrero 2014 | 09:04

  4. Dice ser Luis

    El problema, es que las novelas de EL james, no sé si problema de la escritora o problema de la traducción, no llegan a un mínimo. Tienen multitud de frases mal redactadas, errores gramaticales muy graves, por no hablar de diferentes «copiar y pegar» al menos en los dos primeros libros. No puedes copiar un párrafo de tres líneas y ponerlo 100 páginas después tal cuál…sólo por rellenar, o sí. El público decide.

    Yo seguiré leyendo todo lo que cae en mis manos, pero no me pidas que no critique la basura, cuando encima la venden a precio de oro. Un telefilm de sobremesa es eso, y por eso no se estrena en los cines. Aquí lo que hay es una campaña bestial (y genial) de publicidad…

    07 febrero 2014 | 09:11

  5. Dice ser Al rico libro

    A nosotras no nos llaman ni la novela romántica ni la erótica.

    07 febrero 2014 | 13:12

  6. Dice ser Carla Álvarez

    Ahi en los tags falta «Alma en sumision», le recomiendo indagar sobre ella. Buenas tardes.

    07 febrero 2014 | 14:02

  7. Dice ser Petarda

    ¿Las autoras de Escoriza qué piensan? ¿Y las personas que leen esas novelas de mínimos para las tardecitas de sofá? Yo desde luego, dada que esa es su verdad sobre la novela romántica, no pienso comprar ni un solo libro más editado por esta persona que tan poco quiere al género, ni a sus lectoras, ni a sus autoras.

    07 febrero 2014 | 23:21

  8. Dice ser Amanda

    La señora Escoriza metió la pata con su primer comentario y con este artículo que no es, ni más ni menos, que una chapuza de arreglo, se ha cubierto de gloria. La señora editora se cargó libros de escritoras de calidad que tenía programados para subirse al carro de las 50 sombras y publicar basura encuadernada. Algo que a ella le habrá reportado muchos beneficios y en lo que también ha invertido mucho esfuerzo y dinero en forma de marketing (por eso el resultado, no por otra cosa). El principal problema de esta señora y de los que piensan como ella, es que se cree que quienes leemos, entre otras muchas cosas, novelas románticas, somos una marujas incultas a las que solo nos interesa el sexo. No sabe, porque no se ha molestado en enterarse, que dentro de la novela romántica hay excelentes obras y excelentes escritoras, y que las lectoras sabemos distinguir entre lo cutre, lo malo, lo menos malo, lo bueno y lo muy bueno.
    La señora Escoriza y montones de personas que ahora hablan de novela romántica («romántica adulta», que esto ya sí que es un chiste de los grandes y que se han sacado de la manga para diferenciarse de la juvenil… Pregunten a la responsable del nombre por qué la llama así y de dónde venía ella antes de meterse en este «fregao») no han leído un libro de este género en su vida, pero hacen demasiado ruido (algo que quienes leemos este genero no hemos hecho nunca), unos porque han visto un filón económico y otros porque si les publican y disfrutan de su minuto de gloria en las redes sociales, pues eso que se llevan.
    Tal vez no estaría mal que la próxima vez que quieran escribir sobre novela romántica, se muevan, pateen la red y miren quienes verdaderamente sabe de ello (que hay mucha gente). Un apunte más: hay editores y editoriales que llevan años dedicados a la novela romántica y dan cien vueltas a la señora Escoriza, de la que aún recordamos con verdadero pavor y vergüenza el espantoso ridículo que hizo en la tele cuando estuvo en un programa de Susana Griso. Desde entonces, pensaba que algo había aprendido, pero parece ser que no.
    Hay muchas que ya hemos decidido no comprar un solo libro de esta editorial. Que ella siga publicando para las lectoras de mínimos (para sus marujillas) que las demás nos buscaremos editoriales que nos tengan en cuenta y que no nos insulten.

    09 febrero 2014 | 22:12

  9. Dice ser Esteban

    En respuesta a Petarda. Las autoras buenas de Escoriza se han marchado, y si le queda alguna medianamente aceptable, no tardará en hacerlo.
    Un sello que debía ser un referente y mirad donde está quedando.

    10 febrero 2014 | 09:50

  10. Dice ser Euterpe

    Es una vergüenza lo que está pasando en este país con la novela romántica y algunas editoriales. Se están cargando la gallina de los huevos de oro con publicaciones de pésima calidad, pensando que l@s lectores de este género tenemos las tragaderas más grandes que la boca del metro. Señora Escoriza cuente con una persona menos para leer esas bazofias que vende.

    12 febrero 2014 | 00:01

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