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La poesía como herida pero también como antídoto, y no sólo en el Día del Libro

Por Paula Arenas Martín-Abrilpaula_arenas

«Sucede que mi boca es una herida» escribe Belén Reyes, poeta que barre las calles con música tan triste como sarcástica, y continúa: «Sucede que me duele aquí en la tinta».

belenreyesDispara con el pecho y con la cabeza, se duele en cada cictariz y aún le quedan versos para la ironía y la propia caricatura.

Leer a Belén Reyes, cualquiera de sus libros: Ponerle un bozal al corazón, Desnatada, Ser mayor es un timo…, es ponerse frente a un espejo y viajar a países de carne y recuerdos cambiados por las traiciones de la memoria, y volver, tras el intenso paseo, menos solo.

No hay respuestas, la poesía (al menos la que no huele a forzado, elitismo y mentira) no da respuestas, su terreno es la pregunta, y esta cantora de lo cotidiano y lo prosaico domina el territorio: «Soy la costra del sueño, si me levanto sangro».

Antídoto sin parche: así propone y así escribe Belén Reyes.

 

Yo sé que es vida esto que se mueve
entre estas venas rotas y cansadas.
La poesía es un arma cargada de mercurio,
—hay una minoría que la atrapa—.
Los demás que se apañen con la nómina,
con el vídeo, la coca o la esperanza.

 

«Ponerle un bozal al corazón»: Belén Reyes

Por Paula Arenas Martín-Abrilpaula_arenas

Escribo estas letras el día que la poeta Belén Reyes cumple años (no diré cuántos aunque a ella le daría igual que lo dijera), 22 de octubre. Hace muchos años que somos amigas, pero no es por eso que me fascinan sus letras, de hecho fueron ellas las que me llevaron a conocerla.

El azar me regaló Ponerle un bozal al corazón (Celya), poemario que sigue llenando vacíos y dando voz a algunas heridas pese a haberlo leído tantas veces que las páginas empiezan a rasgarse.  

belenreyes«Tengo que entrevistarla» me dije cuando cerré esa primera lectura, y, satisfacciones de esta profesión, pude hacerlo. En persona resultó igual que en su poesía (y qué placer no decepcionarse ante el autor que te ha ‘pegado’ fuerte en ese lugar sensible): Belén Reyes era (es) ingenio y carne viva.

O lo que es lo mismo y hago mías sus palabras: «Un poema de carne y hueso«.

«Soy una mujer ni más ni menos
sin un hijo fuera
sin un hijo dentro.

Soy lo que leéis…
Este puto verso
Un bastón de tinta donde apoyo el miedo»

Después llegaron Desnatada y Ser mayor es un timo…, y sus poemas visuales en las camisetas de Cabrasola, pero aquel Ponerle un bozal al corazón siempre ocuparía y ocupará un primer puesto en mis preferencias. Porque fue el que me llevó hasta ella. Y con su poesía: la caída definitiva de algunos bozales malvados

Un corazón, un cartón de leche sin nata, una mayoría de edad desnutrida… todo es en esta poeta un canto al amor, al desamor y a la vida que nos tortura tanto como nos hace sentir únicos y a veces, un instante, hasta alegres.

Qué difícil hablar de Belén Reyes sin emocionarse. Quien no la haya leído aún… que lo haga. Porque no saldrá indemne pero habrá ganado lo mismo que cuando escucha la canción más hermosa del mundo.