No es fácil encontrar una película que emocione tanto como la hazaña de Nicholas Winton. Este fin de semana he decidido revivir la historia de un hombre bueno, uno que decidió ayudar a cientos de niños refugiados con un incierto futuro y que habían huido de los movimientos de Hitler previos a la Segunda Guerra Mundial. Formaba parte de la operación Kindertransport, un esfuerzo de muchas personas para alejar a los niños del horror.
Los niños de Winton (James Hawes, 2023) es una película que te hará llorar. De tristeza, sí, pero también de esperanza. Es el drama que vivieron 669 niños que lograron huir de una muerte casi segura, que no volvieron a ver a sus padres pero que pudieron rehacer sus vidas y tener un futuro alejado de la guerra. El título original de la cinta define lo que «Nicky» pudo ofrecerles: una vida (One life).
Anthony Hopkins y Johnny Flyn son Nicholas Winton, el anciano que quiere dar sentido a sus recuerdos y el joven, que dejó su acomodada posición en Londres para ayudar a niños que estaban desahuciados. Hopkins, que continua protagonizando biopics como ya contamos ‘Anthony Hopkins se abona a los personajes históricos‘, se muestra atormentado y se siente culpable por los que no pudo salvar. Le atormenta el último de los trenes, el octavo, el más numeroso, con 250 niños que se quedó atrapado en la guerra ese fatídico 1 de septiembre de 1939. Niños de los que, muchos años después, aún guarda nombres y fotos en su álbum, un recuerdo que ha permanecido oculto durante demasiado tiempo.
Mientras el viejo Winton sigue dándole vueltas a los sucesos, la cinta nos muestra píldoras de aquellos momentos de Praga en 1938 y 1939. Las listas de niños, los trenes, los visados, la búsqueda de familias en Inglaterra y la infatigable perseverancia de su madre Babi Winton (Helena Bonham Carter), logrando que los trámites burocráticos no se alargaran porque no tenían tiempo. Todos sabían que la guerra era solo cuestión de tiempo, como así sucedió.
El guion está basado en el libro If It’s Not Impossible que escribió su hija Barbara Winton sobre la hazaña de su padre. La historia que nos cuenta la cinta es tan real como dramática. La escena de la televisión es muy emocionante, donde logran reunir a muchos de los niños que había salvado años atrás, aunque no estaban todos. No lograron localizar a gran parte de ellos, que seguramente nunca llegaran a conocer su historia. Todos ellos estaban allí gracias al viejo Winton,
Nicholas Winton vivió 106 años, falleciendo en 2015. En la estación de Praga perdura su memoria con una emotiva estatua que recuerda a todos los viajeros lo que ocurrió en aquellos andenes. Antes que Hopkins, Rupert Graves ya dio vida a Nicholas en la película checa All My Loved Ones (Matej Minac, 1999). El director eslovaco Matej Minac realizó dos documentales sobre el tema, Nicholas Winton: El poder del bien (2002) y Nicky’s Family (2011).
¿Te ha gustado? Igual quieres seguir leyendo más biopics de Anthony Hopkins: