El primer plano es un recurso habitual en el cine, usado por ejemplo para potenciar un rostro humano o ampliar una parte del decorado. Sin embargo el nacimiento de este tipo de encuadre nada tenía que ver con su sentido dramático actual, sino por los trucajes que comenzaron a verse a principios de siglo XX.
Antes de que muchos directores hicieran de este tipo de plano auténticos iconos del cine (¿os acordáis de Jack Nicholson en El Resplandor?), los primigenios de la industria lo vieron como la forma ideal de crear ilusiones ópticas en la pantalla. Y de entre todos ellos destacó el gran Georges Méliès, mago de profesión al que se considera el inventor de la ciencia ficción con su Viaje a la luna (1902). En El hombre de la cabeza de goma (1902), el mago usó una sobreimpresión sobre fondo negro para dar la sensación que se hinchaba la cabeza del sabio, donde un primer plano ocupa la mayor parte del encuadre.
Un truco similar nos ofreció el británico James Williamson en The Big Swallow (1901) donde el actor Sam Dalton se va acercando a la cámara hasta devorarla.
Pero incluso antes de la llegada del nuevo siglo y los trucos Melié o el hambre de Dalton, ya habíamos visto el escandaloso primer beso en pantalla, un primer plano en la producción de Edison El beso (William Heise, 1896), que provocó un enorme revuelo en la sociedad de la época ¡un beso!, con censura e incluso la presencia policial en las exhibiciones.
George Albert Smith también se basó en el trucaje óptico para obtener una especie de telescopio, algo que pudo lograr mediante primeros planos insertados entre planos de mayor campo visual. De hecho, el historiador cinematográfico Georges Sadoul, otorga a Smith la «paternidad» de los primeros planos en Grandmas Reading Glasses (1900).
En Life of an American Fireman (Edwin S. Porter, 1903), podemos observar otra de las funciones de los primeros planos, dar detalles ampliados de objetos que aparecen en la escena como es el caso de la alarma de incendios.
D. W. Griffith también descubrió el valor dramático de esta técnica en For Love of Gold (1908). Un cortometraje donde aparecen en un plano general dos bandidos que acaban de robar pero desconfían el uno del otro. El director hizo a su operador de cámara aproximarse a los actores para mostrar sus expresiones faciales.
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Los detalles ampliados de objetos inanimados no son primeros planos, sino planos de detalle. Cualquier estudiante de primero de realización lo sabe.
11 mayo 2021 | 1:33 pm