Recordemos, sin pensarlo más de dos segundos, un condicionante medioambiental de la vida colectiva, aunque nos afecte poco personalmente. Después otro, y otro; así hasta diez. Eso es más o menos lo que hacen institutos de opinión para sí mismos o por encargo de entidades varias. El eurobarómetro europeo o la encuesta sobre los hogares españoles del INE servirían de ejemplo. Los asuntos elegidos, presentados en un orden solo determinado por su importancia valorada, son a veces una idealización posible o deseos incumplidos. Componen una especie de letanía mediática que podría servirnos de guía de compromiso. Para nada religiosa como esas que tanto prodigan los distintos cultos cuando hablan con sus dioses. Como tal también está sujeta al poder del pensamiento y su vinculación con la razón más o menos objetiva. ¿Porque son racionales los principios religiosos? Lo dejamos aquí para que cada cual explore.
La lista que sale de una encuesta de opinión sobre las preocupaciones ambientales tiene claroscuros, agrupados en ventajas e inconvenientes. A veces la misma ventaja es un inconveniente a escala global. Imaginemos que todas personas han puesto en primera posición el cambio climático. Muy interesante pero a la vez complejo de buscar para bien para tanta gente. A escala personal será una ligazón, más o menos seria, que impide/favorece la comprensión de la vida actual. Además nos ayuda a prever un poco la futura para beneficio propio o de otras personas. Algo así como el disfrute y la esperanza interrelacionados. ¿Pero es posible semejante premio en este 2023?
Por desgracia, no hay unanimidad a la hora de ver y prever el alcance de los problemas ambientales. Es lo que se conoce como disonancia cognitiva. Más o menos es hacer algo sobre una cosa muy diferente a lo que se piensa sobre ella. Volviendo al ejemplo del cambio climático. Se puede pensar lo que es y hacer algo que sin duda lo incentiva. No se llenen de ansiedad quienes lean esto. Esa tensión e incomodidad se da en muchas personas. Vivir razonándose todo es un ejercicio complejísimo. Un estadio personal si se quiere pero también colectivo pues nos separa como sociedad. Sabemos por experiencia, y por lo que dicen voces reconocidas en la filosofía de la vida, que debemos convivir con paradojas y contradicciones. Diríase que querer vivir sin malgastar la vida de otros es una letanía de buenos deseos. Por eso recurrimos, sea inconscientemente, al autoengaño. Nos sirve para subsistir. Para no mirar a nuestro alrededor. De esto saben mucho –o lo ejercitan a las mil maravillas- los poderes públicos y los grandes tenedores del dinero o la influencia mediática.
Los humanos somos eso, humanos. Por lo que estamos sujetos a las contradicciones de la vida. Me parece que leí a Z. Bauman que la gente, los filósofos mucho más, se empeña en la ardua tarea de diseccionar las contradicciones de la vida con los útiles mentales del pensamiento. Así, tras un juicio reposado, las contradicciones se transforman en paradojas. Estas son a menudo como dolorosas espinas si las llevamos al cuerpo de la filosofía. La formal o la comprensión de la vida. Me pongo en situación de la sequía generalizada en el arco mediterráneo. Intento razonarla y casi lo consigo. Me apoyo en que es normal después de tanto tiempo sin llover. Después vinieron incendios pavorosos al casi todo el hemisferio Norte. Hasta en el lluvioso Quebec o en el oeste canadiense; un ejemplo de la paradoja. Trajo consigo muchos pesares a sus habitantes. Cómo entender la sequía y los incendios mediterráneos y después las cuantiosas y erráticas inundaciones que se llevan todo por delante. El paradigma podría ser la Grecia quemada e inundada.
Tal es el estado de la cuestión que estamos a punto de pleitear con los dioses griegos. Sin duda una larga letanía sin provecho para el pensamiento o la razón. Paradojas y contradicciones, ansiedades y autoengaños. ¿Será eso la esencia de la vida?
Me da por pensar en el ecologismo sostenido. Solo intentar responderme a una pregunta: qué querría decir J. Locke (1632- 1704) cuando expresaba aquello de que si la sociedad civil tuviese una finalidad esencial esta sería evitar y remediar los inconvenientes del estado de naturaleza, que se producen forzosamente cuando cada hombre es juez de su propio caso. Me hago una pregunta personal que podría servir para otra gente que sufre de disonancias cognitivas en la cosa ambiental. Será más sencillo cambiar las conductas para acercarme a la creencia o al contrario, cambiar la creencia para acercarme a las conductas. Un regulador podría ser los posibles damnificados de una u otra acción. Ciertamente daría para muchas letanías, autoengaños o no, controversias y paradojas. Año 2023 por ejemplo. Un país: España como parte de Europa.
Estoy de acuerdo. sin embargo hay una expresion que dice que en época de inundación, es díficil encontrar agua potable. Porque nos inundan de informacion y es dificil encontrar la verdad dentro de toda esta información
12 septiembre 2023 | 10:25 am