Los mayores responsables del cambio climático

Tienen historias grandiosas, llenan libros y la web, copan los mercados, “revolucionaron” la vida en la Tierra en diversas etapas. Hoy mismo son poderosos. A menudo nos despistan con su magnanimidad, más bien nos mienten porque engañar también es decir la verdad con cuentagotas, a veces metida en un frasco de negrura. Eso sí, con brillo y etiqueta, como el carbón humanizado que está en el origen y en el meollo de una parte del cambio climático; sin olvidar otras causas como los pedos y eructos de la desproporcionada ganadería intensiva. Y muchas otras operaciones que en conjunto se llama carbonización de la vida y del aire. El asunto causa, ocasionará, graves problemas. Al tiempo, el mundo sigue en su desajustada monotonía, con exabruptos políticos tipo del amor por Ucrania y desdichas universales como el hambre y la pobreza, como el olvido de África. ¿Se arreglará algún día? ¡Vaya usted a saber!

Va cundiendo por ahí la idea de que si hemos llegado a esta situación, y las cosas no son siempre milagro o evolución de la naturaleza, habrá unos responsables, grandes o pequeños, antiguos o modernos. O habría que llamarlos irresponsables. Albert Camus sigue vivo, a pesar de haber fallecido en enero de hace ya 62 años. Nos quedamos con aquello de que “Cada generación, sin duda, se cree destinada a rehacer el mundo. La mía sabe, sin embargo, que no lo rehará. Pero su tarea quizás sea más grande. Consiste en impedir que el mundo se deshaga”.  Será que, como él y otros muchos filósofos, poetas y escritores han lamentado que “todas las desgracias del hombre provienen de no hablar claro”. Suficiente material para la reflexión de si somos o no los principales, o algo, responsables del cambio climático.

Me ha hado por introducir descarbonización en el buscador de Internet y en los primeros lugares aparecen una industria energética, un gran banco que tiene parte de su dinero en fondos de inversión poco beligerantes con el intento de hacer el aire más respirable, seguidas de otras dos multinacionales de la energía. Por no hacer pesado el planteamiento no incluiré las siguientes, que ya barruntarán que son más o menos de la misma índole. A poco que alguien sea avispado y piense, entenderá que si semejantes empresas se promocionan como líderes en la descarbonización es por algo. Apuntemos que quizás actúan así porque que sienten remordimientos por sus antiguas y nuevas prácticas o, muy probablemente, porque necesitan presentar su teñido de verde a la ciudadanía. En cualquier caso méritos cuestionables en el mundo en el que los ecogestos adornan lenguajes y visiones del mundo.

(GTRES)

Es bien cierto que sin el uso de la energía fósil, acelerado desde hace 100 años, no estaríamos en el entramado de crecimiento actual, no disfrutaríamos de muchas comodidades ni medios productivos. Pero vistas hoy las cosas, y más de cara a los años 2030 y 2050 que están convocados exámenes globales, habrá que buscar mucho más, actuar rápidamente para no quedarnos en un lavado de cara. Sabemos los porqués, luego no permanezcamos como estúpidos sin hacer nada. Porque los males carbonizadores, pequeños o grandes, no hacen sino verificar que son graves incongruencias de futuro. Quienes más los cometen lo hacen sin complejos, y así, de golpe, le quitan transparencia a la vida.  Es más, se encuentran entre los grandes patrocinadores de las cumbres climáticas o conferencias sobre el mundo que nos espera o la filosofía que es vivir. Para colmo, de la impresión de que no les avergüenza casi nada de sus contribuciones contaminantes. Al menos eso parece. No hemos escuchado grandes proclamas de estas empresas pidiendo disculpas a la ciudadanía y hacer propósito de enmienda; norma pseudoética y casi religiosa que tanto se promueve ahora. Echemos una mirada a la relación de las grandes empresas españolas y subrayemos aquellas que más tendrán que ver con la carbonización del aire que respiramos, de la vida en suma.

Los ecologistas, y otras gentes que no lo son, tienen una parte de la solución y quieren hacerla transparente. Dicen que habrá que ir eliminando, muy rápido, las causas. Reconocen que la descarbonización total de la economía no se puede hacer de golpe. La gente normal ha escuchado hasta la saciedad que la carbonización económica está en el origen del cambio climático, pero cuesta apuntarse al recambio climático. Recordamos que en cada cumbre climática, necesarias a la vez que algo inútiles, cualquier país se proclama autorresponsable. Pero en la proporción que se marca para todo se olvida que deben reducir más quienes han provocado, y siguen con ello, la actual emergencia climática. No se puede pedir lo mismo a países con una parte importante de población en pobreza severa que a los grandes emporios/países responsables históricamente de que ahora nos encontremos ante el cambio climático. El CO2 acumulativo de algunos resta una parte de la vida de muchos. En las infografías del enlace anterior se explica todo mucho mejor, tanto de las emisiones directas (EEUU, China -se ha triplicado en los 20 últimos años-, Rusia, Alemania, India, Reino Unido, Japón, etc.) como de las emisiones debidas a la deforestación y nuevos usos del suelo (Brasil, Indonesia, Rusia, EEUU, etc.).

Allá por 1896, Svante Arrhenius, premio Nobel de Química unos años más tarde (1903), predijo que los niveles de CO2 atmosféricos podrían alterar sustancialmente el clima de la Tierra.  125 años después, a pesar de la evidencias, los mayores contaminantes, quizás un poco cada uno de nosotros, seguimos sin creer del todo aquella predicción. Por eso hay que descarbonizar la mente y la vida con urgencia, cada cual en sus responsabilidades, que todos las tenemos.  «La verdad, como la luz, ciega. La mentira, por el contrario, es un bello crepúsculo que realza cada objeto». También lo expresó con dulzura Albert Camus. Las cosas que mueven el mundo están tan críticas que ya no consuela el refugio del doliente; esta generación no puede dejar pasar la oportunidad de cambiar el mundo. Si no lo hace, la siguiente entonará aquello que cantaba el ciudadano de origen griego nacido en Egipto (1934) y fallecido en Francia (2013) Georges Moustaqui  “Il y avait un jardin qu’on appelait la Terre-” (1971). Han transcurrido 50 años desde aquella historia contada a los niños de entonces, en la que ya hablaba de los grandes contaminadores de la vida. Vaya desde aquí nuestro homenaje a aquel creador de cultura universal. Escuchen la versión de Marina Rosell quienes no dominen el francés. Dan ganas de  unir nuestras voces para decir cuatro verdades a los grandes contaminadores.

4 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser cuidamos el planeta mientras lo envenenamos

    En un mundo de avaricia es imposible que algo cambie el sistema de cosas sin el apoyo de quien mantiene la presa del dinero en sus manos.

    01 febrero 2022 | 2:49 pm

  2. Dice ser cuidamos el planeta mientras lo envenenamos

    No pienses, no mires más allá, sigue mirando al dedo que et muestran mientras sueñas con la luna.

    https://www.youtube.com/watch?v=9tKQgesCcTc

    01 febrero 2022 | 2:51 pm

  3. La realidad de todo esto es que nadie quiere hacer nada por más que unos y otros quieran decir que si. El gran problema es haber creado una sociedad a base de combustibles fosile, los cuales, nos acercan cada vez más y más al desastre natural que nosotros mismos nos merecemos.

    Con el paso del tiempo y la aparición de los «salvadores del planeta» veo que no es más que una historia para llenarse los bolsillos tanto de unos como de otros. Quien sabe si en un futuro somos lo suficientemente responsables como para anteponer el bien del planeta a nuestro egocentrismo. Pero esto seguramente no lo vea yo ni las generaciones venideras.

    05 febrero 2022 | 11:47 am

  4. Dice ser Valentina diaz

    La realidad de todo esto no esta en lo que dicen que quieren o pueden hacer la verdad es que podrían cambiar todo en un par de horas si todas las grandes empresas tecnologicas, especialmente, las destinadas al carbón, petroleo, litio (teléfonos móviles) y centrales de todo tipo quisieran.

    Hoy en día la principal causa de que esto no se lleve a cabo no es otra que la acumulación de masa monetaria. No se que pretenderan hacer con todo el dinero del mundo cuando este sea inhabitable. Mientras tanto los países más pobres sufren las consecuencias pero, si nos paramos a mirar, veremos que ya se notan los cambios en el «primer mundo».

    18 septiembre 2022 | 10:46 am

Escribe aquí tu comentario





    Normas para comentar en 20minutos.es

    • Antes de enviar su comentario lee atentamente las normas para comentar en 20minutos.es.
    • Esta es la opinión de los internautas, no la de 20minutos.es.
    • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
    • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
    • Por favor, céntrate en el tema.
    • Algunos blogs tienen moderación previa, ten paciencia si no ves tu comentario.

    Información sobre el tratamiento de sus datos personales

    En cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales le informamos que los datos de carácter personal que nos facilite en este formulario de contacto serán tratados de forma confidencial y quedarán incorporados a la correspondiente actividad de tratamiento titularidad de 20 MINUTOS EDITORA, S.L, con la única finalidad de gestionar los comentarios aportados al blog por Ud. Asimismo, de prestar su consentimiento le enviaremos comunicaciones comerciales electrónicas de productos y servicios propios o de terceros.

    No está permitido escribir comentarios por menores de 14 años. Si detectamos el envío de comentario de un usuario menor de esta edad será suprimido, así como sus datos personales.

    Algunos datos personales pueden ser objeto de tratamiento a través de la instalación de cookies y de tecnologías de tracking, así como a través de su acceso a esta web desde sus canales en redes sociales. Le rogamos consulte para una más detallada información nuestra Política de Privacidad y nuestra Política de Cookies.

    Los datos personales se conservarán indefinidamente hasta que solicite su supresión.

    Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de sus datos, de limitación y oposición a su tratamiento, así como a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, cuando procedan, ante el responsable citado en la dirección dpo@henneo.com

    Le informamos igualmente que puede presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, si no está satisfecho con en el ejercicio de sus derechos.