Por Vicky
Desde la crisis económica que azotó Grecia la política y la economía son los grandes pilares de la información y es lo que más ‘’vende’’. Aún así, no se ha seguido con tanto interés un evento político desde las elecciones del año 2015. Algo bastante contradictorio, ya que en aquellas elecciones todos esperaban un cambio de gobierno (y de vida) con la tan ansiada victoria de Alexis Tsipras y ahora todos esperan otro cambio pero con su vencimiento por el partido del que quitó el poder, Nueva Democracia.
Todos hablan de los primeros resultados y todos tienen bastante claro que Kyriakos Mitsotakis será el primer ministro más votado. Lo que va a pasar después de su victoria es el tema de conversación más debatido en las cafeterías, en las oficinas de trabajo y en las casas de las familias.
En la capital se vive con más intensidad y la información se actualiza cada segundo. Por otro lado, en las islas -tradicionalmente desapegadas del estrés y de la intensidad de la política- la gente sigue disfrutando de la playa y del verano pero incluso en estos sitios se habla de la cantidad de gente que acudió a los centros electorales y del día de mañana.
¿Qué tipo de cambio se espera esta vez? Tras probar la derecha y la izquierda en este país tanto como haber vivido intensamente el bipartidismo, lo que se busca actualmente es la participación de todos los partidos. Al menos eso es lo que se deduce de las conversaciones de los locales. La mayoría están de acuerdo que su voto esta vez no va dirigido a una utopía política ni a la tradición familiar. No son nostálgicos del pasado y de lo que les ofrecían los partidos tradicionales, sino que recuerdan a ciertas figuras políticas y su proyecto a largo plazo. Podría decir con toda convicción que en Grecia ya no se vota por ideología, sino por perspectiva.
Mucha gente ha admitido que quien todos indican como nuevo primer ministro del país no será votado por lo que representa su partido, sino por la visión que esta persona sugiere. También par castigar los errores que se cometieron durante el gobierno anterior. Eso no significaba que los griegos están arrepentidos de su elección en el pasado. De cara al futuro quieren que su voluntad sea reflejada en las medidas tomadas por sus representantes políticos y no ser manipuladas o gobernados por figuras políticas no nacionales y sin opción de ser aprobadas previamente por los griegos.
Es por eso que por primera vez en la historia del país, se busca un gobierno más participativo y no una victoria mayoritaria. Actualmente, la unidad y el sentimiento nacional no son tan urgentes o valorados por los griegos, algo que se ha reflejado claramente en las elecciones regionales y municipales de este año con la brutal caída de Amanecer Dorado. Es por eso que todo el mundo espera con gran expectativa el resultado electoral, pero sin ánimo de ‘’llorar’’ en la despedida del gobierno actual o de celebrar con la misma ilusión e intensidad del 2015 la victoria de otro partido. Sea cual sea el resultado, los griegos estarán contentos solo con ver estabilidad política y ganas de poner manos a la obra para hacer cambios positivos para el país.