Por Tom
Cuando un extranjero tiene problemas o un nativo fantasea con cambiar de país, lo más común es que alguien diga que te cases con un nativo. ¡Buen consejo! De hecho, tengo un broma habitual con mis alumnos, para ver con quien me caso después de ‘Brexit’. Hay incluso películas que traten el mismo tema.
En los Estados Unidos la famosa green card, el objetivo de todos que quieren vivir allí, se puede obtener a través del matrimonio. Pasa igual en España y el Reino Unido. De hecho, hoy en día casi todo el mundo tiene un amigo que se ha casado con un desconocido o por la bondad de su corazón o por una pila de dinero, para que se pueda quedar en el país (el que sea).
Esta historia va de las bodas falsas (sham weddings) en el Reino Unido.
Según The Guardian, las bodas falsas están causando mucha preocupación entre los cuerpos del gobierno (el ministerio del interior, en particular) que controlan las bodas; sobre todo entre los que tienen que distinguir entre las reales y las falsas e imponer medidas punitivas sobre esa traviesa gente. El ministerio se está tomando muy en serio su trabajo de repente y han redoblado sus esfuerzos para extirpar bodas falsas y, por tanto, parejas viviendo en el pecado (no en pecado bíblico, sino pecado estatal).
Los métodos del ministerio son cada vez más de mano dura, incluso interrumpiendo bodas para interrogar a la pareja sobre su vida sexual. En un caso el grupo de investigadores compartieron una foto ‘íntima’ en el móvil de una persona y, en otros, agentes han llevado a cabo unas redadas al alba para descubrir si los acusados (no nos engañemos; esto no es “inocente hasta que se demuestre lo contrario”) están compartiendo una cama. Una pareja fue acusada de tener una relación falsa empleando como uno de los argumentos que llevaban pijamas en la cama. En otros casos, ha salido a la luz que parejas han sido detenidas durante meses, acusadas de entrar en un matrimonio de mentira, por error.
Claramente es una táctica del gobierno para controlar el numero de las personas casándose para quedarse en el país ( o en la Unión Europea de momento, ya veremos después del ‘Brexit’). Desde 2015, los oficiales de bodas en el Reino Unido están obligados a informar cuando cada tipo de inmigrante pide el matrimonio y el ministerio del interior puede retrasar los nupciales hasta 70 días para investigar el «caso». Los abogados de las parejas dicen que el sistema se ha infectado con lo del “ambiente hostil” (hostile environment) que se ha impregnado todo el país desde el funesto voto en junio de 2016.
Hay una historia de una pareja que tuvieron su hogar invadido por cuatro agentes, los interrogaron por separado, y luego el hombre quedó preso durante cuatro meses antes de que el ministerio aceptara que la relación fue real. Otra pareja recibió la ‘buena’ noticia de que su relación su sería sujeto a una investigación, pero los agentes llegaron nada menos que en todo el medio de la ceremonia y empezaron a interrogar a los dos allí mismo sobre los aspectos más personales de su relación. La mujer no podía explicar en más detalle las cosas por su índole tan personal, los agentes declararon que la boda era falsa, y la prohibieron.
Al pedir el permiso para casarse, parejas (inmigrantes, claro) tienen que mandar una cantidad excesiva de documentación. Si falta cualquier cosa, significa que automáticamente no cumplen los requisitos y no se pueden casar. Los documentos suelen ser cosas que implican a la persona, pero también a su empresa y su propietario en el caso de que se haya quedado demasiado tiempo en el Reino Unido y técnicamente es ilegal… hasta que se case.
El artículo 12 de La Declaración Universal de los Derechos Humanos, explica que nadie se puede meter en la vida privada de nadie, independientemente de su estatus como inmigrante ilegal, legal, alegal… lo que sea. De hecho, las normas que ahora utiliza el Ministerio del Interior para investigar e interponerse en las vidas privadas de las parejas que se quieren casar son el resultado de nuestra querida Primera Ministra durante su antigüedad como Ministra del Interior.
Según el Financial Times, el sistema regularmente impide que parejas reales se puedan casar. Si yo, por ejemplo, recién llegado en el Reino para casarme llevo allí cuatro meses y me piden seis meses de extractos bancarios, no voy a poder casarme porque no he tenido una cuenta bancaria durante el tiempo necesario. Aunque esté enamoradísimo y quiera empezar lo antes posible mi vida como una pareja casada, no voy a poder por falta de documentación.
Ya veréis como a este paso, en breve se restablecerá eso de ‘Prima Noctae’, (búscalo) de Braveheart…
También muchos se casarán por amor.Vamos, digo yo!
18 abril 2019 | 10:08 am
Bolches y tibios yarboclos
30 abril 2019 | 3:34 am