Por Tom.
Le gente de España es muy similar a la de Reino Unido en cuanto ir a votar. La mayoría de la gente va a votar en las cosas importantes, bastante informados por los medios, pero tampoco expertos en el tema. Como en Reino Unido, la gente ‘normal’ no tiene tiempo para indagar en todos los datos y todas y cada una de las ideas de cada partido antes de ir a votar.
En general los partidos son bastante igualitos también. Tenemos los dos grandes: socialistas y conservadores, y luego una plétora de partidos que, dependiendo del año, ganan más o menos terreno. Por lo tanto, tenemos una idea bastante clara de cuales partidos se alinean con nuestros ideales e ideas, lo cual nos facilita elegir a la hora de votar.
Siempre hay, y siempre habrá, gente a la que se la suda olímpicamente ir a votar. O porque creen que no les afectará absolutamente en nada que gane un partido u otro, o porque piensan que su voto no afectará al resultado. Por el motivo que sea, hay una parte de la población que se niega a votar. Pero, en general esa parte es la minoría. En cambio, en la parte de la ciudadanía compuesta de extranjeros, inmigrantes residentes, la cifra es muchísimo más baja en España. Ni siquiera un cuarto de esa fracción de la población se inscribieron como electores para las anteriores elecciones europeas de 2014. Para votar como residente (extranjero) en España, es necesario empadronarse y luego hacer una declaración motivada de la voluntad a ejercer (o no) su derecho al voto. Bastante fácil todo, ¿no?
Por mi parte, tanto en Inglaterra como en España, voto si me da la gana y si no me han dado tanto asco ya los partidos que no quiero ni ver los colores de las campañas electorales, ni pensar en lo que realmente van a hacer por mi, sobre todo siendo autónomo. Un tema central en mi vida es el día que algún político tenga la valentía de cambiar las leyes sobre los impuestos a autónomos, en vez de montar un escándalo de proporciones bíblicas por exhumar un cuerpo o intentar cambiar frases como “matar dos pájaros de un tiro” por “alimentar dos pájaros con un panecillo”. ¿Soy muy egoísta? Podría ser, pero mi voto es subjetivo y ese es otro tema.
Sin embargo, teniendo en cuenta que tras las maravillosas elecciones en Andalucía por primera vez desde Franco un partido de ultra derecha, anti-aborto y anti-inmigración, ha obtenido doce asientos, de repente me podría afectar bastante los cambios en el gobierno. El señor Rivera ha prometido echar los socialistas y podría llegar a un acuerdo con VOX, así como el señor Maroto (del PP) cuya reacción fue alarmantemente pro-acuerdo con VOX. Javier Ortega (de VOX) ha dicho varias cosas, entre ellas que quiere acabar con leyes idealistas relacionadas con el género. Me suena esto…muy estilo Trump cuyo gobierno esta considerando (re)definiendo el género basándose en lo que tengas entre las piernas.
Total que de una manera repentina (y repugnantemente familiar tras el Brexit) la gente está ejerciendo su derecho al voto para votar por partidos que le ofrecen menos derechos.
¡Pero no está todo perdido! (traducción literal…a lo mejor no funciona). Las embajadas y consulados de los diferentes países de la Unión Europea están colaborando con el Parlamento Europeo para que la gente tenga información suficiente, para que sepamos cómo, dónde y qué tenemos que hacer para registrarnos, y para que los que quieran votar en España, puedan.
Aunque la próxima cita electoral europea no es hasta dentro de seis meses, en mayo de 2019, el plazo para el registro en el Censo Electoral de Residentes Extranjeros y para la declaración motivada comenzó el pasado 1 de noviembre y finalizará el próximo 30 de enero.
Este año, la Oficina del Censo Electoral calcula que enviará unas 570.000 comunicaciones postales a ciudadanos no españoles residentes en España que no hayan manifestado previamente su voluntad de votar en España. En caso de no recibir dicha comunicación postal, puede solicitarse tanto por internet (trámite “Inscripción en el Censo Electoral de los extranjeros residentes en España para las elecciones municipales y al Parlamento Europeo de 2019”) como en persona en su Ayuntamiento de residencia.