El nutricionista de la general El nutricionista de la general

"El hombre es el único animal que come sin tener hambre, que bebe sin tener sed, y que habla sin tener nada que decir". Mark Twain

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I Foro Dietética y Nutrición: para todos y sin industria

CerezasEste próximo 7 de junio en el Campus de la Alimentación de Torribera de la Universidad de Barcelona tendrá lugar un encuentro, un foro (I#ForoDN), donde diversos profesionales de la nutrición humana y dietética se van a reunir para compartir conocimientos y experiencias.

Entre las interesantes novedades que ofrece esta iniciativa destacan, a mi modo de ver dos: por un lado la ausencia de patrocinadores por el interés concreto de sus organizadores y, por tanto, se podrán mencionar las cosas por su nombre sin que el representante de esta o de aquella empresa que (presuntamente) tuviera contratado un stand o un espacio te mire de reojo, sin conferencias patrocinadas por la industria, sin condicionamientos. Por el otro, además será un encuentro que no estará cerrado (en el más estricto sentido de la palabra) a persona alguna. Si bien se espera y desea un grueso importante de profesionales dietistas-nutricionistas, a este foro pueden asistir y se les espera con los brazos abiertos, a otros profesionales, farmacéuticos, médicos, enfermeras y, más allá, a cualquier persona que quiera asistir.

Bien entendida las materias relativas a la Nutrición Humana y Dietética afectan a todo el mundo. Aunque haya profesionales preparados de forma específica, a los que corresponde(ría) el ejercicio profesional de estas materias, estas son cuestiones que son de todos. Todo el mundo come, o pretende hacerlo, y de ahí las razones supongo de los organizadores, en buena lógica, de abrir la posibilidad de asistir a todo el mundo en una jornada con un carácter eminentemente divulgativo.

En este enlace tienes la posibilidad de consultar el programa, a desarrollar en una única jornada y con la posibilidad de inscribirse por media jornada. Tienes la posibilidad también de apuntarte en el mismo vínculo.

He de reconocer mi agradecimiento al haber sido invitado a participar de forma activa y, en la parte que me toca, trataré de aportar mi experiencia a la hora de confeccionar un post sobre estas cuestiones alimentarias con la ponencia titulada: Escribe tu post en “20 minutos”. Más que una ponencia al uso, en la hora que me corresponde y entre todos los que deseen participar, prepararemos un post que será publicado en este blog.

Además de un servidor el programa contará, entre otros, con la presencia de Julio Basulto (@JulioBasulto_DN, sobran las presentaciones), David de Lorenzo (@daviddelorenzo, especialista en la comprensión de las bases genéticas de las enfermedades complejas, así como en el estudio del efecto que las interacciones entre el genoma y los nutrientes tiene en la aparición de dichas enfermedades, y autor del libro que fue objeto de este post) y Maria José Viñas (@Bee_Come, psicóloga y Coach experta en comunicación).

Y todo ello con, seguro, una buena cantidad de amigos y compañeros… ¿nos veremos?

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Imagen: graur razvan ionut freedigitalphotos.net

Skrei, el bacalao sibarita que vino del frío

Ahora que caigo en la cuenta, creo que nunca he traído hasta el blog la reseña de ningún alimento que no sea de origen vegetal. La razón, creo, porque la memoria a veces me falla, es que como sabrás son los productos vegetales, a diferencia del resto, los que aún están sujetos a cierta temporalidad. Algunas de las excepciones a esta poco rígida regla es la de algunas especies y variedades de pescado.

En concreto hoy me refiero a una variedad de bacalao con unas características muy concretas y apreciadas, tanto por sus cualidades nutricionales y culinarias como por su procedencia. Se trata del denominado “Skrei” o bacalao “nómada”, un suculento bacalao atlántico o nórdico (Gadus morhua) de origen noruego que destaca por la firmeza y el aspecto de su carne más blanca y con un brillo característico y que al mismo tiempo posee un poco más de grasa infiltrada que otras variedades y que lo hace más jugoso.

Su originalidad se debe a que depende forzosamente de una temporada concreta que va desde principios de febrero más o menos hasta finales de abril aproximadamente. Una estrecha ventana en la que se puede disfrutar de este manjar fresco. Su nombre se debe a que estos ejemplares provienen de una captura que se realiza entre ejemplares de 5 a 7 años de edad cuando realizan un largo viaje para desovar en el lugar que se supone nacieron. Para ello, se trasladan de las aguas heladas del mar de Barents a las islas Lofoten, más cálidas. Es este viaje el que le da nombre y describe al Skrei

Las posibilidades culinarias del Skrei son muy variadas y puedes consultar muchas de ellas en este enlace. A modo de curiosidad desatacaría que su fama dio un salto importante fuera de su área de influencia cuando en la década de los `80 el reconocido cocinero Paul Bocuse lo dio a conocer a todo el mundo al incluirlo en diversas recetas. Y si de gastronomía se trata aquí tienes siete visiones y un sinfín de interpretaciones de la mano de reconocidos cocineros para un interesantes pescado.

Si estás interesado en saber más te sugiero que sigas este enlace para conocer de la mano del Consejo de Productos del Mar de Noruega todos los matices y características de este producto tan apreciado en la cocina y con un precio francamente asequible (en especial si consideramos el precio general al que se suele comercializar el pescado fresco) que a fin de cuentas no debería pasar de los 10-11 €/kg, aunque suele haber ofertas en las que su precio es sensiblemente menor.

Buen provecho.

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Cocinando soja verde por primera vez

El otro día en mi supermercado de costumbre vi un alimento inédito en sus estanterías, se trataba de aquello que se llama soja verde (Vigna radiata) cruda y en grano. Evidentemente se encontraba en la sección de legumbres y sucumbí a la tentación de comprarla para cocinarla.

Como no tenía ni idea y mis recetarios domésticos no incluían la menor mención a esta legumbre, no tuve otro remedio que recurrir a “San Internet”, ahí sí que sí, había un variado muestrario de recetas, algo muy de agradecer, pero al mismo tiempo unas muy diferentes recomendaciones sobre el como cocinarla.

Visto que en la redecilla en la que se presentaban no había recomendación ni consejo alguno sobre su preparación solo me quedó la alternativa de procesar toda la información que había leído en la red y esperar que mis conclusiones llevadas a la práctica ofrecieran, ya en el plato, un resultado conveniente.

Soja verdeEl primer escollo con el que te encuentras cuando el productor o distribuidor no han tenido la gentileza de poner ni una sola indicación al respecto es la cuestión del remojo. Como en todas las legumbres secas se hace preciso un periodo de remojo previo a su cocinado (como las lentejas, los garbanzos, etcétera). El caso es que la información al respecto en Internet era muy variopinta. La mayor parte de las páginas que sugerían un remojo de unas diez 10 horas, otras de unas 3… y había una que proponía un remojo de tan solo 45 minutos (esto me pareció muy raro). El caso es que al final me decidí por ese remojo de 10 horas. Y lo cierto es que creo que me pasé; tras este tiempo los granos estaban ya bastante tersos, pero al mismo tiempo relativamente tiernos.

Luego estaba el tema del cocinado, de su cocido. En muchas páginas proponían tiempos de cocción de 40 minutos en una cazuela convencional (tras las 10 horas de remojo, sí). Visto como las tenía ya de “blanditas” decidí que lo mejor era ponerlas a cocer cual de lentejas se tratara (con una punta de jamón sin grasa) e ir probando periódicamente. E hice bien ya que en apenas 19 minutos los granos de soja ya se estaban empezando a abrir y por tanto pidiendo a gritos que las sacara del fuego.

Mientras se cocían hice un sofrito de cebolla, ajo cortados en brunoise y zanahoria en ruedas finas al que, una vez más o menos listo, agregue un tomate de buen tamaño pelado y en trozos grandes. Escurrí la soja verde y la agregué al sofrito. Como además nos había sobrado algo de arroz basmati con “arroz salvaje del día anterior, también se lo añadí. El resultado es que se puede comprobar en la foto. Por cierto, como se puede apreciar en el momento de emplatar, acompañé la receta con unas ruedas de berenjena asadas al horno.

Receta soja verde

Mi opinión: Aparte de mejorar el tema del remojo y la cocción para la próxima vez (quedaron un poco demasiado harinosas) el aspecto del plato fue bastante apetecible. Ahora bien, a la hora de probarlo me llevé una desilusión. Se trata de una legumbre “plana” en cuanto a sus características organolépticas, sosa o incluso insípida, sin personalidad alguna; y que ni tan siquiera se “empapa” de los sabores de los otros alimentos. Al menos la que yo probé (que luego me di cuenta, era de origen argentino). La parte más positiva es que al menos en el plato, el hollejo pasaba totalmente desapercibido. Y digo bien en el plato por que los efectos secundarios de haber comido legumbres fueron importantes: flatulencias y una cierta aceleración del tránsito destacables (nos pasó a todos a pesar de estar acostumbrados a comer legumbres con cierta periodiodicidad)

Nos queda soja verde para 2 veces más (compré medio kilo y gastamos 150g para dos adultos y dos niñas) y por mi parte lo tengo claro, y después de eso creo que tardaré bastante en volverla a meter en mi cocina, salvo que me aseguren unas características excepcionales. En mi opinión, donde estén unas buenas lentejas, unas habitas, unos guisantes, unas alubias (blancas, rojas o pintas) o unos buenos garbanzos… que se quite la soja verde de en medio. Será muy exótica, muy verde y todo lo que uno quiera, pero a mí no me ha convencido.

¿La habéis probado, qué os ha parecido…? Podéis dejar vuestros comentarios a continuación. ¡Gracias!

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Cocin-ARTE una sabrosa propuesta a base de cocina tradicional, ciencia y cultura

Ya sabes de la importante inclinación de este blog por la cocina. Sabes también que soy de la opinión que el alejamiento de los fogones del que estamos siendo testigos en nuestro entorno se ha acompañado al mismo tiempo de un acercamiento a las pantallas de plasma para ver como cocinan otros (véanse los innumerables programas de TV con la cocina como eje central). Y que esta circunstancia, es posible, poco ayude a seguir un patrón de alimentación adecuado. Si acaso, más al contrario, el alejarnos de la cocina propicie nuestro actual perfil de consumo de alimentos que es, francamente, mejorable.

 Cocin-ARTE

Pues bien, aprovechando este mediático tirón que estamos viviendo sobre la culinaria, del que creo que actualmente estamos en su punto álgido, nace Cocin-ARTE, un congreso de cocina tradicional dirigido a la población donde los ciudadanos son los protagonistas.

Así, los días 14 y 15 de marzo se celebrará en el Palacio de Congresos Baluarte de Pamplona el I Congreso de Cocina, Esencia y Valores. Entre sus principales objetivos figuran, el poner sobre la mesa el debate acerca de la esencia de la cocina y sus valores; analizar la cocina tradicional; poner en alza la cocina como ése elemento que trasciende (o trascendía, para eso los debates) y que termina por configurar y matizar la cultura alimentaria, la historia e incluso hay quien dice el carácter de los habitantes de una determinada región.

De esta forma, Cocin-ARTE está dirigido hacia el corazón culinario de todos los ciudadanos, las familias, nuestro círculo de amigos, las sociedades gastronómicas, los profesionales de la salud, los periodistas, los gastrónomos y, así en general, a todos los seguidores de la cocina como una forma de expresión de la sabiduría de nuestros ancestros; muy sabrosa, con alma, sentimiento e historia y que al mismo tiempo es capaz de promocionar la salud.

Con toda la intención de envestirse en el primer certamen de cocina tradicional, se ha diseñado un programa ameno, cercano y sobre todo divulgativo.

Sobre el programa, un servidor destacaría dos características que van a hacer sin duda de Cocin-ARTE un hito. En primer lugar, el aprovechar el congreso para la celebración de un evento NAUKAS (el proyecto para realizar la mayor plataforma online de divulgación científica en español) y que cuenta con un amplio programa que se desarrolla a todo lo largo de la mañana del sábado 14 y en el que participarán importantes colaboradores de esta plataforma.

Y, en segundo lugar, el dar pie a la celebración del “Festival cocinar para ti” en el que, desde ya, se buscan personas anónimas que quieran acudir al evento para cocinar. Para ello se requiere la participación de cuantas personas quieran apuntarse para cocinar aquellas recetas que para ellas ha trascendido del palto a un valor, un sentimiento o una anécdota… Así, Cocin-ARTE organizará 14 talleres de cocina (10 propuestos por la organización y 4 que salen a concurso) en los que los participantes contarán porqué cocinan esos platos, su significado, las anécdotas, para quién los cocinan, etcétera. Cocina más allá de la cocina.

Para presentar tu receta candidata y poder ser elegido a para ir a Pamplona a cocinarla tienes este enlace para hacer tu propuesta.

Si quieres, puedes consultar aquí todo el programa provisional de ambos días. Y en este otro enlace encontrarás las distintas formas de inscripción. También puedes seguir las novedades de este evento en la cuenta de Twitter (@cocinarparati)

Ni que decir tiene que me encantaría veros en Pamplona. #slurpslurp

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Planificar y cocinar: organiza tus menús (1). La plantilla

Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Stuart Miles vía freedigitalphotos.net

Comenté en esta entrada previa al día de Reyes que llegaría la hora de abordar en este blog todas aquellas cuestiones que implicaran una ayuda práctica para planificar tus menús en el día a día.

Bien, suponiendo que ya cuentas con todos los utensilios necesarios para cocinar es hora de ponerse manos a la obra. Pero antes de llegar a mover las perolas y sartenes es preciso organizarse. Está bien eso de ser un virtuoso de los fogones pero antes se hace necesario el planificar de la mejor forma cómo vas a estructurar los menús del día a día. Es decir, de entrada, voy a dar una serie de claves para que la temible y recurrente pregunta ¿y qué comemos hoy (o mañana)? deje de atormentarte.

Conociendo las herramientas de la planificación en general

Lo primero has de tener bien claro cuáles son, en qué consisten y qué utilidades tienen una serie de herramientas básicas e imprescindibles en toda planificación dietética. En esencia son tres: la plantilla; el calendario de menús y el listado de platos. Su correcta utilización te evitará muchos quebraderos de cabeza, te ayudará a prever los menús y te facilitará la lista de la compra. Vamos a verlos uno a uno; en la entrada de hoy nos quedaremos con el primero: la plantilla, en posteriores entradas seguiremos con el resto.

Nota: para facilitar la comprensión de este y de los post siguientes sobre este tema me referiré solo a la planificación de las ingestas referidas al momento de la comida, aunque estas utilidades sirven para confeccionar todas las ingestas del día.

La plantilla

Es el instrumento básico para la planificación de menús y sobre ella se van a desarrollar los distintos menús diarios. Sus objetivos son:

  • Asegurar una adecuada alternancia de los distintos grupos de alimentos.
  • Permitir alcanzar el número de raciones diarias o semanales recomendadas.
  • Facilitar la confección de los menús diarios y sus posibles variaciones ya sea en lo relativo a a los ingredientes, tecnología culinaria empleada y sus guarniciones

Algunas de sus características más relevantes:

  • Tanto las comidas como las cenas las plantillas constarán de tres elementos: un primero, un segundo y un postre.
  • Se suelen prever para un número indeterminado de días, pero que no sea múltiplo de siete. Esto es así para evitar el típico comentario similar al de: “si hoy es viernes toca arroz”. Aunque si esto no te molesta, o incluso si lo prefieres, puedes hacer plantillas de siete días.
  • Debe servir para cualquier época del año.
  • La confección de la plantilla no incluye la relación detallada de los ingredientes de una receta, ni tampoco la (obligada) guarnición de los segundos.

Se elabora por grupos de alimentos (aquel que de forma principal caracteriza la receta que luego veremos). Estos grupos, y no otros, son:

  • Fruta
  • Verduras (y hortalizas)
  • Cereal (normalmente es un grupo destinado a los desayunos, almuerzos o meriendas)
  • Legumbre
  • Lácteo
  • Repostería
  • Carne
  • Pescado
  • Huevo
  • Fritos y masas
  • Pasta
  • Arroz
  • Patata
  • Grasas (normalmente es un grupo destinado a los desayunos, almuerzos o meriendas)

No hay más, así que cualquier plato que te imagines en un determinado menú habrá que circunscribirlo en alguno de estos grupos. Ya te adelanto que todas las recetas, salvo contadas excepciones, caen en algún grupo o en otro.

Supongamos una plantilla de seis días para una familia a la hora de comer. Esta podría quedar así, aunque se pueden hacer diversas variaciones: (Recuerda: primero segundo y postre. Sin guarniciones y sin especificar la receta concreta)

Verdura

Pescado

Lácteo

Verdura

Legumbre

Fruta

Arroz

Huevo

Fruta

Verdura

Pescado

Repostería

Verdura

Pasta

Fruta

Verdura

Carne

Fruta

 

Supongo que te habrás quedado un poco frío, ¿no? Quizá pienses que hay demasiada “vedura”, o que cómo vas a tomar pasta de segundo. No te culpo, estas herramientas es lo que tienen cuando se explican así por partes. Por tanto, te ruego que seas paciente ya que aun falta por explicar las otras dos herramientas que te ayudarán a terminar por confeccionar un menú concreto y que como verás tiene más sentido. El próximo viernes llegará el segundo capítulo centrado en la explicación y utilidad (junto a la plantilla) del calendario de menús. Con ellos dos y un buen listado de platos (o mejor aun, un recetario) del tercer capítulo tendrás unas importantes herramientas para planificar tus menús. A partir de ahí, un poco de mano en la cocina y a disfrutar toda la familia.

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Quizá te interese consultar:

Preparando Reyes, ¿preparando la cocina?

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Aceiteras no rellenables, una legal realidad

 

Graeme Weatherston vía freedigitalphotos.net

Graeme Weatherston vía freedigitalphotos.net

Os comentaba hace casi un año que el gobierno central estaba barajando la posibilidad, hoy ya una realidad, de redactar una normativa con la que establecer que en los canales de hostelería los comensales puedan contar con una garantía más o menos cierta al respecto del origen del aceite de oliva con el que ellos mismos están aliñando las preparaciones culinarias que se les sirven.

Pues bien, el pasado mes de noviembre se aprobó el Real Decreto 895/2013 por el que se establecen determinadas medidas de comercialización en el sector de los aceites de oliva y del aceite de orujo de oliva. Estas medidas, que en realidad es solo una, se concreta tal que así:

 

En los establecimientos del sector de la hostelería y la restauración y en los servicios de catering, los aceites se pondrán a disposición del consumidor final en envases etiquetados y provistos de un sistema de apertura que pierda su
integridad tras su primera utilización
.
Los envases que por su capacidad se puedan poner a disposición de los consumidores finales más de una vez, dispondrán además de un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado su contenido original.

Lo que deja a los propietarios de los establecimientos de hostelería y a sus clientes ante las dos únicas posibilidades de, o bien disponer de envases «monodosis», o bien ofrecer y usar el aceite en envases mayores pero irrellenables. Siempre etiquetados, claro. Y siempre en lo relativo al aceite de oliva, porque esta medida que garantiza tanto origen, tanta trazabilidad y tanta información es solo para el aceite de oliva.

Es decir, la medida no me parece mala en sí misma, dejando de lado los inevitables inconvenientes relativos al aumento de residuos (entiendo reciclables) al posible desperdicio cuando las monodosis no se acaben hasta el final (y no se pueden volver a poner a disposición de otro usuario) y al aumento, también inevitable, de los costes de embotellar y comercializar los mismos contenidos de antes, pero ahora en envases mucho más pequeños.

Lo que no acierto a entender es cuál ha sido la razón de tomar esta medida solo en aquel aceite del cuál el comensal puede disponer en la mesa. ¿Por qué no se establecen medidas para garantizar el aceite que se utiliza en las cocinas? ¿Por qué solo se circuncribe al aceite de oliva y mientras se mantiene al comensal en la mayor de las incertidumbres respecto al origen de la harina del pan, de la fruta del postre, de la carne del asado, del pescado a la plancha, de los garbanzos del cocido, de los espárragos de la ensalada, del jamón del salteado de verduras? Etcétera. Bueno, no lo entiendo salvo que hayan mediado ciertas presiones (ejercidas de forma “positiva”) por parte de los productores implicados. Unas presiones que al parecer otros colectivos no están dispuestos a hacer o no pueden hacer. Y ya que se estiran con el aceite, y tan solo por aquello de disimular un poco, podrían haber ampliado esta medida al vinagre, porque es lamentable las tragaderas de la población en general con la bazofia de vinagre que muchas veces se pone a su disposición.

Sea como fuere, al final el mencionado Real Decreto entró en vigor el pasado 1 de enero, con el cambio de año. Si aun no has podido disfrutar de las ventajas como consumidor de esta medida es porque el propio RD establece una moratoria para que los distintos servicios de hostelería agoten sus existencias. En cualquier caso, esta prórroga se alarga hasta el 28 de febrero, así que a partir del próximo 1 de marzo, cero aceiteras…

Con todo, ya he ido escuchando algunas picarescas que proponen algunos hosteleros, tales como servir la ensalada y las verduras ya aliñadas (y si no te gusta, supongo, que te aguantas), pero picaresca también puede haberla entre los usuarios que a tenor del “manejable” tamaño de las nuevas aceiteras las puedan “adoptar” y llevárselas a casa.

Me temo que este tema traerá cierta cola, bien con este tipo de “soluciones”, bien con la asunción del inherente aumento de coste de este sistema y sobre quién se repercute. Hagan sus apuestas.

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Preparando Reyes, ¿preparando la cocina?

taoty vía freedigitalphotos.net

taoty vía freedigitalphotos.net

Dentro de los nuevos propósitos para el año nuevo, vida nueva, es posible que algunos de vosotros se haya preocupado por dedicar a partir de ahora más tiempo a la cocina o adquirir nuevas y buenas habilidades sobre ella. Si es así, me alegro por ti, o si estás a tiempo de replanteártelo, te animo a ello. Recuerda que algunos estudios (observacionales por otra parte así que poco concluyentes en cuanto a su evidencia) apuntan en el sentido de que cuanto más tiempo se le dedica a la cocina en un determinado entorno mejor perfil nutricional describe dicho entorno.

Pero antes de empezar y dejando el tema de la adquisición de habilidades para otro post, es imprescindible que empieces con un material mínimo adecuado. Y desde luego aun estás a tiempo de hacer tu carta para los Reyes Magos y empezar con un buen menaje de cocina. ¿Te imaginas al Barça o al Madrid jugando con chanclas? Pues en la cocina parecido, difícilmente se podrán esperar buenos resultados si no cuentas con un mínimo equipamiento. Luego, evidentemente, habrá que saber jugar bien, es decir, de tener unos recursos y destrezas más o menos adecuadas, pero sin material…

Por eso precisamente la mayor parte de los recetarios de cocina o manuales más reconocidos empiezan por este apartado: la cocina y sus utensilios.

Lo más probable es que ya cuentes con parte de ese material, pero déjame que hagamos un repaso juntos y te comente que es todo aquello que necesitarás.

Recipientes para cocinar o de cocción:

  • Una olla a presión alta en buen estado. Además de poderse usar como tal, a presión, sin la tapa podrá servir para cocer pasta larga.
  • Dos cacerolas bajas y de distinta anchura para guisar.
  • Dos o tres cazos pequeños para preparar salsas.
  • Tres sartenes antiadherentes de distintos tamaños.
  • Una sartén de acero o una “plancha”, con una buena base (para que tenga una importante inercia térmica) para hacer preparaciones a la plancha.
  • Una sartén alta para realizar frituras.

Otro menaje:

  • Cuencos de distinto tamaño para batir y realizar mezclas.
  • Un escurridor para la pasta, las verduras y, llegado el caso también para el arroz.
  • Un vaso medidor de volúmenes con distintas gradaciones para líquidos, harina…
  • Unas cuantas fiambreras para guardar de forma adecuada las sobras.
  • Una tabla para cortar, picar, trocear…
  • Dos coladores, uno grande y otro más pequeño.
  • Una batidora y, mejor aún, además, un pasapurés.
  • Si además te vas a atrever con el tema de la repostería es indispensable que te hagas con una báscula de cocina.

Utensilios imprescindibles:

  • Cuchillos de cocina. Es mejor tener pocos cuchillos pero buenos que decenas de ellos malos. Es necesario contar al menos con: un cuchillo pelador, un pelapatatas, un cuchillo grande para picar y trocear, un cuchillo grande de sierra (tipo para el pan) y un cuchillo largo de hoja flexible para “lonchear”, como los que se emplean para el jamón o el salmón.
  • Tijeras de cocina. Subrayo, de cocina, no valen ni las de hacer manualidades de los niños ni las de la caja de herramientas. Las tijeras de cocina, bien afiladas como los cuchillos, son de la cocina y nada más.
  • Un batidor de varillas.
  • Un rallador.
  • Una espátula de madera o de material que no raye la superficie antiadherente de las sartenes antes mencionadas.
  • Dos espumaderas, una redonda y otra plana y rectangular.
  • Dos cazos, uno grande y otro pequeño, de mango alargado para trasvasar líquidos.
  • Doy por hecho que cuantas con abrelatas, abrecápsulas, sacacorchos, exprimidor, picador de ajos…
  • Si además te vas a dedicar a la repostería te hará falta seguro: un rodillo, una manga pastelera y algún que otro pincel.

Últimos pero importantes detalles:

No cocines con ropa de calle, procura cambiarte antes de ponerte a ello y, en cualquier caso, usa un delantal; te ahorrará muchas manchas en forma de salpicaduras (algo inherente e inevitable por lo que he comprobado)

Con todo ello y con un mínimo de preparación ya estarás listo/a para empezar como los campeones. En breve abordaremos cómo se hace eso de planificar un menú más o menos adecuado para el día a día y algunas de las técnicas culinarias básicas que te facilitarán la realización de las recetas. ¡Y felices Reyes!

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Dudas, respuestas y soluciones veganas: la web de UVE

Hoy os quiero hacer partícipes de una página web fantástica para todos aquellos que de una forma u otra se quieren acercar al vegetarianismo, más en especial a la alimentación vegana. Se trata de la página web de la Unión Vegetariana Española (UVE).

Logo_UVE

 

No diré que no la conocía porque no es así, siempre ha tenido unos contenidos más que adecuados y sensatos, algo muy a tener en cuenta en un colectivo que, queramos o no, suele tener algunos toques de radicalismo poco fundamentado. Sin embargo, hace algún tiempo que no entraba y la he visto muy… muy crecida (sí que la expresión es esa, crecida). Con muchos más contenidos que antes y sobre todo con buenos contenidos prácticos.

Como decía, una de las cosas que más me gustan de la página web de UVE es que ha sabido mantenerse al margen de ofrecer mayores explicaciones sobre esta opción dietética y ha sorteado mencionar las razones o los diversos porqués que suelen terminar por justificar los motivos por los cuales una persona se decide a abrazar este particular estilo alimentario. Y lo hace sin ningún complejo, solo faltaría, centrándose en aportar documentos de interés práctico para los usuarios. Desde la opinión científica de diversos organismos al respecto de las diversas dietas vegetarianas, hasta documentos home-made (tiene toda la pinta, pero al mismo tiempo de una calidad excelente) en el que se ofrecen una importante cantidad de soluciones (¡gratis!) al día a día: me refiero a cómo planificar un menú vegetariano correctamente, la respuesta a dudas candentes y por supuesto un sinfín de recetas ordenadas en no pocos monográficos de cocina vegetariana.

Como digo la web está empezando a tener una cantidad inmensa de contenidos y lo mejor es que si te va este tema que bucees entre sus múltiples enlaces. De todas formas, no me resisto a dejar aquí enlazados los distintos recetarios disponibles que me han parecido francamente geniales (no te pierdas el último muy al hilo de las actuales circunstancias):

Adaptaciones veganas de recetas clásicas

Ensaladas veganas

Aperitivos veganos

Sopas y cremas veganas

Arroces veganos

Pasta vegana

Otros cereales

Legumbres veganas

Seitán, soja texturizada, tempeh y tofu

Frivolidades veganas

Cocas, empanadas, pasteles, “quiche” y tartas saladas veganas

Hortalizas y verduras rellenas

Patés vegetales

Hamburguesas y pizzas veganas

Quesos y tortillas vegetales

Cocina internacional

Repostería vegana

Dulces navideños veganos

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Nota: Toda esta buena información en la web de UVE no sería posible sin la participación de estupendas profesionales de la nutrición y dietética, entre ellas, me consta que están por ahí Lucía Martínez (@Dimequecomes, no te pierdas los contenidos de su blog personal) y María Blanquer; ni de su director de contenidos David Román.

Planifica tus menús navideños, aún estás a tiempo

Grant Cochrane (vía freedigitalphotos.net)

Grant Cochrane (vía freedigitalphotos.net)

El tema de las cenas y comidas navideñas suele generar no pocos quebraderos de cabeza. Antes de pararte a pensar qué vas a poner y de qué forma, la sola perspectiva de estas comidas suele ser percibida con cierta aprensión. La razón no es otra que el dar por sentado de antemano que el exceso gastronómico y alcohólico va a ser inevitable. Lo cual es un grave error, me refiero a eso de planificar que se va a cometer un exceso ya que no es un buen punto de partida. Para que me entiendas mejor aquello a lo que me refiero te recomiendo que leas esta entrada del año pasado por estas fechas. En resumen celebración y exceso no han de ir obligatoriamente de la mano.

Así pues, si ya estás convencido de que la intemperancia no tiene porqué ser inevitable, te sugiero que te pongas manos a la obra desde ya y planifiques aquellos menús de los cuales tú va a ser el artífice. El resultado siempre será más conveniente si planificas que si recurres al ir a salto de mata o al hacer exactamente lo mismo que otros años.

A diferencia de hace unos cuantos años, la oferta gastronómica de hoy en día es mucho más amplia. Así, es probable que hace años las comidas y cenas navideñas estuvieran caracterizadas por la presencia de una serie de alimentos que era impensable incluir fuera de estas fechas. Me refiero a langostinos, salmón, besugo, pavo… incluso piña, entre otros. Sin embargo, todos esos alimentos los podemos encontrar a diario en el supermercado a unos precios relativamente asequibles; con lo cual el puntillo original de estas celebraciones se ha de buscar en otra parte. Por ejemplo, en el exceso (comer y beber de lo mismo que puedes comer todo el año, pero en cantidades industriales) lo cual no es una buena solución; o mejor aún en la elaboración y presentación realizando platos “distintos” de los que habitualmente cocinas sin que estos tengan que ser además especialmente complicados de preparar. O sí, teniendo en cuenta las limitaciones culinarias que cada uno posee.

Antes de empezar

Por lo tanto, te sugiero que planifiques y que establezcas sin prisas cuál o cuáles van a ser aquellos menús o platos de los que te vas a encargar de preparar. Para ello hay cientos de páginas web que pueden ayudarte a pillar ideas. Antes de pasar a enumerarlas déjame que te aporte algunas sugerencias: deja bien claro de antemano quién va a ser el encargado de establecer todo aquello que se va a servir con el fin de no encontrarte con sorpresas después. Si sois varios, estableced qué número de platos concretos va a haber desde los aperitivos hasta los postres incluyendo el picoteo que pueda haber luego en la sobremesa. Cerrad el menú entre todos vosotros (y cerrar implica cerrar), quién se va a encargar de preparar qué o de aportarlo a la comida.

Planteamientos básicos

1. Si te han dejado solo ante el peligro y todo el peso de la comida/cena recae sobre tus hombros te sugiero que establezcas: aperitivo(s), entrante, plato principal, postre y mignardises. Para ello espero que tener en cuenta las siguientes recomendaciones te pueda servir de ayuda.

2. Procura que el entrante esté compuesto de alguna preparación con alimentos vegetales, desde una ensalada graciosa (más allá de la lechuga, el tomate y la cebolla), hasta una sopa o, directamente una preparación con verduras cocidas, al horno, salteadas, una crema, etcétera.

3. Al mismo tiempo piensa en que el plato principal vaya acompañado de una guarnición vegetal del tipo verduras al horno o salteadas, puré de manzana, hummus, frutas desecadas, setas, escalibada… todo ello dependerá de si es carne o pescado.

4. A la hora del postre, no hay obligación de pensar siempre en dulce… o sí, siempre que lo podamos presentar junto a una preparación en la que la fruta sea un actor principal como ingrediente. ¿Qué tal unas brochetas cubiertas de chocolate, una gelatina de frutas acompañado algún helado exótico, unas frutas gratinadas, o una compota con crujiente de pan y avena…? todas estas recetas, y muchas más, las puedes consultar en este enlace. A veces pienso que en este tipo de celebraciones los postres son los grandes olvidados o que con no poca frecuencia se recurre a comprarlo ya elaborado, tipo tartas y demás, lo cuál es una pena.

5. En cuanto a los mignardises, en esta época lo tenemos chupado y no hace falta romperse la cabeza demasiado… turrones, polvorones, mazapanes y sus infinitas variedades han de hacerse con el protagonismo. Pero ojo, no en infinitas cantidades, servir cantidades moderadas ayudará (con un mínimo de educación) a que el consumo también sea moderado. Una especie de entente cordial entre la generosidad y la moderación de la que hablo.

6. Recuerda que hablando de estas cuestiones culinarias el mimo que se pone a la hora de elaborar las recetas, la presentación y la forma de servir los platos es si cabe más importante que el mero enunciado de los platos. Por tanto, dedícale a la cocina y a la presentación el tiempo que se merecen.

7. Por último, no te lances a preparar nada que no domines o de lo que no tengas la absoluta certeza que te va a salir bien. Recuerda, los experimentos en casa (ahí ya estás) y con gaseosa. Si se trata de una receta que no has realizado nunca te sugiero que la ensayes antes de la fecha señalada.

Aquí te dejo una serie de enlaces que me han parecido interesantes a la hora de ayudarte a pillar ideas para esas preparaciones:

Y así, un larguísimo etcétera. Al final recuerda, él éxito de un determinado menú puede estar más en los detalles que en lo grueso del mismo, una curiosa vinagreta, una salsa acertada o el uso de ingredientes “menores” pueden marcar la diferencia. Ahora bien, es indispensable que te organices y planifiques de antemano.

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Separar claras de yemas y también cómo hacer huevos duros batidos

Hoy seré breve. Para los amantes y los necesitados de recursos culinarios, para los cocinillas y los foodies incluso, os hoy traigo dos curiosidades relacionados con la manipulación de los huevos.

Separar yemas

El tema de separar la yema de la clara en un huevo es un tema relativamente conflictivo. Hacerlo de la forma clásica, haciendo pasar de un lado a otro el huevo en las dos mitades de la cáscara una vez abierto, presenta claros inconvenientes de seguridad alimentaria al aumentar de forma importante el riesgo de contaminación por Salmonella, algo a tener siempre en cuenta y más si la receta en la que vamos a utilizar bien la clara o la yema no recibe un suficiente tratamiento térmico. Hacerlo de otro modo, mediante vasos u otros recipientes es un rollo incómodo que incluye con frecuencia el riesgo de rotura de esas yemas que queremos conservar intactas.

Para esos casos os presento un solución efectiva, segura, y sumamente fácil. Yo lo he probado en casa y funciona perfectamente. Puedes verlo en el siguiente vídeo

Huevo duro batido

Este tema es ya más una extravagancia o una curiosidad si quieres. ¿Te gustaría hacer huevos duros que al mismo tiempo estén batidos?. Es decir, se trata de hacer huevos duros homogéneamente naranjas en vez de tener el típico huevo duro con la clara blanca por un lado y la yema amarilla en su interior. Desconozco su utilidad salvo por ejemplo como elemento decorativo o curioso en una ensaladilla rusa o similar, pero bueno, allá va

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