Tengo un amigo que sostiene que a las chicas nos gustan más «los cabroncetes que los buenos tíos». Yo siempre he sostenido que no es así. Me gusta que me lleven en bandeja y sentirme como una reina.
Pero ayer dudé. Mientras miraba unos capítulos atrasados de House me dio por pensar quién me atrae más. Si House o Wilson.
Me decidí por el primero. Su sarcasmo, su mala leche y ese puntito de hijoputa me parecen muy sexies. No sé por qué.
Es más, con esos ojitos azules le encuentro hasta atractivo y, por qué no, guapo. Supongo que esto último es porque por el halo que les da a muchos el salir por la tele. Y, claro, te montas el cuento de la lechera y te ‘enamoras’ del personaje, que no de la persona.
Porque no debemos olvidar que House es Roger Charleston en una de mis películas favoritas, Los amigos de Peter. Y, aunque la he visto millones y millones de veces, nunca había mirado lascivamente a Hugh Laurie. Al contrario, me parecía más soso que un trozo de merluza hervido sin sal ni laurel.
En cambio, Wilson… Ahora no me pone tanto (por no decir nada). Y eso que cuando interpretó al pobre Neil Perry en El club de los poetas muertos me tenía loquita…
Pero ahora, ni frío ni calor. Diría incluso que me aburre.
¿Tendrá razón mi amigo y nos gustan malotes?