Libros que no os podéis perder: ‘Mastín y la chica del galgo’

Hace poco más de dos semanas os contaba que, con cierto vértigo, había lanzado el crowdfunding para que Mastín, la novela que nació en este blog, fuera una realidad en papel; para que fuera un regalo para los perros y gatos sin hogar de la Fundación Amigos del Perro. Apenas una semana más tarde conseguíamos el objetivo mínimo necesario y me puse en marcha para tenerla cuanto antes.

Ayer mismo llegaron a mis manos las galeradas:

Aunque el objetivo se haya logrado, la novela sigue a la venta desde Verkami. Quedan exactamente 19 días para poder apoyar este proyecto solidario y acceder además a las recompensas asociadas. Después habrá posibilidad de comprarlo, pero muchas menos. No va a ser un libro que os encontréis casualmente en Fnac, Casa del libro o El corte inglés. Y el número de ejemplares que imprimamos estarán también limitados.

El libro tiene dos prólogos, uno de ellos es de María González, una voluntaria de la Fundación Amigos del perro que adoptó a una perrita llamada Nanda en Langreo. El título de este post es el título del texto que escribió y que arranca la novela. Un texto que quiero compartir desde aquí con vosotros para animaros a que os hagáis mecenas y nos ayudéis a difundir la existencia de este libro entre los amigos y familiares a los que creáis que puede interesarles.

Apenas había comenzado el 2015 cuando Melisa Tuya nos hacía un regalo muy especial para comenzar el año: la publicación de su nueva novela. La titulaba Mastín, y ya en la presentación nos anunciaba que se trataba de una historia juvenil y animalista.

Mastín contaba con todos los ingredientes para ser una lectura interesante ya que prometía visibilizar todo el trabajo que se esconde en el backstage de los albergues de toda España. No nos defraudó. Contaba además con otro aliciente: fue publicada por entregas, por lo que durante más de un año, todos los viernes esperábamos expectantes una nueva andanza de Martín, el joven de diecisiete años protagonista de la novela.

A lo largo de los cincuenta y cinco capítulos en los que se desarrolló la historia, Melisa nos hizo revivir con su protagonista los conflictos emocionales de la adolescencia, esa época cambiante en la que el mundo te queda tan grande y tan pequeño al mismo tiempo. Martín además de ser avasallado por las turbulencias amorosas de las relaciones a esa edad, conocerá de primera mano toda la crudeza de la realidad de los perros abandonados al ir adentrándose en el mundo de las protectoras de la mano de Mal, su vecina, una joven de veintiséis años voluntaria en un albergue.

A través de la historia de amor de sus protagonistas, y a raíz de la relación primero platónica y luego “imposible” que ambos mantienen, Melisa da a conocer con maestría los entresijos, dificultades y complicaciones de la gestión de un refugio animal. Las implicaciones emocionales, las frustraciones, la desesperación y los éxitos fugaces de los voluntarios y trabajadores se ven magistralmente reflejados en este libro.

En la historia salen humanos por supuesto, pero también participan perros. Mastines, galgos y pitbulls fueron escogidos como estandartes de los animales abandonados, y no es casual. La elección de estas razas como símbolo del maltrato y el desamparo se corresponden con el perfil medio de los perros abandonados que pueblan toda España.

Pero hay muchos más motivos por los que no podéis perderos esta novela.

No puedes perdértela si eres voluntario en un albergue animal, porque en sus páginas verás reflejado tu trabajo, tu frustración y tu alegría.

No puedes perdértela si nunca te has acercado a un refugio, pero siempre (o nunca) has querido saber cómo funcionan: sus descripciones te permitirán entender por qué a veces reaccionamos cómo lo hacemos, por qué decimos que no podemos más y cuáles son los motivos por los que nos vemos tan desbordados.

No puedes perdértela si tienes perro, tanto si el tuyo es uno de esas icónicas razas que aparecen en la novela, como si se trata de un mestizo o un magnífico ejemplar con pedigrí, necesitamos que sepas cómo puede ser la vida de los perros que no han tenido tanta suerte
como el tuyo.

No puedes perdértela si eres joven, o si tienes hijos en esa turbulenta edad, al fin y al cabo Mastín es la historia de un chico normal, que persiguiendo al “amor de su vida” acaba encontrando una causa vital por la que luchar.

Y sobre todo, no podéis perdérosla, porque Melisa haciendo gala una vez más de su generosidad y compromiso, ha decidido donar íntegros los beneficios de Mastín a los animales que tutelamos, así que si aún necesitas un motivo más para no perdértela: Hazlo por ellos.

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