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Si tú también has vivido la caza del piso perfecto, sabrás que es duro, nivel Liam Neeson.
Se trata de un juego escabroso entre tu imaginación (que resulta el mejor Photoshop para cada problema y es capaz de recrear fiestas míticas en cocinas minúsculas) y la dura realidad: limitaciones físicas, prohibiciones de tu casero, costosas reformas…
Lo sé. Tienes dudas. Un minuto parece perfecto, y el siguiente lo ves cochambroso y lleno de problemas.
Por eso te proponemos hoy una lista de preguntas que plantearte antes de dar el “sí, firmo”, tanto en soledad como con tu pareja o tus compañeros de piso.
Si las 12 respuestas te satisfacen, evitarás perder el sueño, el dinero, la paz y las ganas de volver a buscar casa alguna otra vez en tu vida…
1. ¿Necesito un agente inmobiliario para ayudarme a encontrar piso?
Y de ser así, ¿Cuánto estoy dispuesto a gastarme en sus servicios?
Depende de la zona en que estés buscando, un agente inmobiliario puede resultarte de enorme ayuda si le indicas todos tus criterios de búsqueda y dejáis claros los gastos de agencia y su papel en la contratación del inmueble.
Piensa que una inmobiliaria puede ahorrarte muchísimo tiempo y encontrar pisos ideales que no estén enlistados en Internet, bien porque sus propietarios sean personas mayores que desconozcan las maravillas de Fotocasa o Idealista, o porque simplemente prefieran una selección de sus inquilinos más profesional.
El coste habitual por encontrarte tu nuevo hogar suele ser de una mensualidad, pero asegúrate tanto de este detalle como del resto de condiciones de sus servicios.
2. ¿Necesitaré un co-firmante?
Muchos propietarios exigen a sus inquilinos pasar un pequeño examen para evaluar tu nivel financiero. Te preguntarán tus ingresos, los ahorros de los que dispones y, si son muy forofos, probablemente también de qué equipo eres.
Se comprensivo y responde con transparencia y tranquilidad todas sus preguntas para fomentar la relación de confianza mutua que será necesaria en caso de que vivas en sus posesiones.
Si tú o el conjunto de los compañeros de piso no alcanzaseis los mínimos requeridos por el propietario, necesitaréis un co-firmante a modo de garante que aporte al dueño la garantía de que no habrá problemas con los pagos.
Antes de comenzar la búsqueda de tu nuevo hogar, autoexamina tus finanzas y prevé si necesitarás este tipo de ayuda. Para cuando veas tus primeros pisos, ya deberías saber si puedes asumir el alquiler de forma independiente o haber hablado con tus padres u otras personas de confianza para contar con su apoyo.
3. ¿Puedo decorar el piso? ¿Cuáles son las limitaciones?
La mayoría de las veces, los contratos dictan que el lugar debe devolverse en las mismas condiciones en que se entregó. Esto implica no pintar de colores diferentes, a no ser que estés dispuesto a devolver el color original tras tu paso por allí (o perder la fianza).
Lo mismo va por instalación de estanterías, equipamientos, papeles pintados, etc. Revisa las cláusulas referentes a cambios en el apartamento y negócialo con vista con tu casero.
Puede que lleguéis a acuerdos interesantes, como que él te pinte el piso entero del color que ambos acordéis antes de que entres a vivir.
4. ¿Cuánta gente puede vivir aquí?
¿Puedo poner mi piso alquilado en Airbnb?
Mucho ojo con esto: si el contrato estipula un número máximo de inquilinos viviendo en el lugar, no debes superarlo porque te arriesgas a una denuncia.
Estudia también la legislación en tu zona geográfica para conocer con certeza si puedes anunciarte en Airbnb para sacar algún dinero extra durante tus ausencias: hay ayuntamientos en España, como el de Barcelona, que han decidido multar los alquileres de viviendas turísticas sin licencia municipal para esta actividad. Las sanciones están siendo ejemplares en la Ciudad Condal, así que ten cuidado e infórmate antes de dar ningún paso.
5. ¿Se permite introducir mascotas en el apartamento?
Si tienes perro o gato, deberás preguntarlo. No intentes colarlos sin conocimiento del inquilino: no es justo para él, y lo terminará descubriendo. La mayoría de las mascotas desgastan los pisos más delicados (parquets y tarimas flotantes) con sus uñas, además de producir alergias que pueden resultar reveladoras durante una visita.
También es una cuestión negociable: no es lo mismo tener un pequeño carlino o un gato siamés que un labrador más grande que tu sobrino de 12 años.
6. ¿Cuál es la normativa del edificio?
¿Existen horas a partir de las cuales no se puede hacer ruido? ¿Hay instalaciones de uso común, como piscinas, gimnasios, patios, azoteas o tendederos? ¿Cuáles son sus horarios, restricciones o normas de uso?
Y el ruido, ¡ah, el ruido! Puede que estés en un momento de tu vida en el que la fiesta sea norma. Y puede que te preocupe el descanso de forma prioritaria.
Te recomiendo, en ambos casos, pegar un timbrazo amable a tus vecinos de arriba, abajo y laterales, para descubrir su perfil, sus exigencias, su experiencia con el ruido… ¡puede ser la visita más importante para disfrutar tu próxima vivienda!
7. ¿Quién firmará como inquilino y será, por tanto, responsable?
Si sois varios, debéis decidir el régimen de contratación en primer lugar.
¿Hay alguno de vosotros que tenga planificado quedarse más tiempo en la casa? ¿Otros que estarán de forma temporal? ¿Qué posibilidades financieras tiene cada uno para afrontar cualquier responsabilidad?
Es un asunto muy serio que debéis debatir con confianza y sinceridad.
8. ¿Hay plaza de parking?
Algunos edificios incluyen un lugar para aparcar tu coche o motocicleta, otros tienen plazas para aparcar bicicletas u otros vehículos. Infórmate tanto de su disponibilidad como de su situación y de sus costes asociados.
Infórmate también de la normativa: si la plaza es grande, ¿puedes introducir tu coche y tu moto o bici juntos? ¿O está prohibido? ¿Existe vigilancia privada o cámaras de seguridad? ¿Hay algún tipo de control en entrada o salida de vehículos? ¿Quién es responsable en caso de robo?
9 ¿Están incluidos los gastos mensuales de agua, gas, electricidad, Internet, recogida de basuras…?
Cada edificio y cada casero son un mundo: en algunos, la calefacción es central y está incluida (un gasto menos, y muy importante).
¿Quién paga los gastos de comunidad? ¿Tú o tu casero? Todo esto debe reflejarse en el contrato para no llevarse a engaños posteriores que supongan extras mensuales inesperados.
10. ¿Quién paga cada reparación en caso de avería?
Para esto, te recomendamos leer este post nuestro, en el que desgranamos quién debe pagar cada tipo de avería según la ley.
Con este conocimiento en la mano, lo mejor es que te pongas en contacto primero con tu casero cada vez que suceda un siniestro, y acordéis juntos una forma de afrontar su reparación.
Recuerda que dispones de seguros de todo tipo de gremios, complementarios al seguro de hogar obligatorio, para garantizarte un coste mínimo y una atención inmediata en caso de cualquier tipo de avería, como estos que te proponemos desde 2,91€ al mes.
Te serán en gran ayuda para resolver de forma rápida y económica la gran cantidad de averías y roturas que no están contempladas entre las garantías de un seguro de hogar común.
11. ¿Cuál es la duración del contrato y qué condiciones hay si se rompe por alguna de las partes?
Generalmente, se firman por un año y son renovables. Pero esta parte es especialmente negociable. Puedes alquilarlo solo por 6 meses si estás en una situación laboral inestable o piensas mudarte pronto de nuevo. Depende del acuerdo al que lleguéis inquilino y propietario.
Las cláusulas del contrato dictaminarán también el coste de romper este acuerdo, en forma de fianza o compensación económica.
Ten en cuenta que cualquier desviación del contrato que lleves a cabo puede suponerte una multa o una denuncia. Y si tienes firmantes que te avalen, un problema muy serio para ellos.
12. ¿Cuánto dinero debo adelantar como garantía?
Normalmente esta cifra se encuentra entre el mes y los tres meses de renta. Otro punto a negociar con tu casero, que debe reflejarse en el contrato para su posterior devolución a tu salida.
Preguntas y más preguntas. Muchas dudas. Miedos también.
Pero, ¡eh!, estamos hablando del lugar que dará cobijo a tus alegrías y tus penas durante los próximos tiempos. Merece la pena tomártelo en serio, dedicarle tiempo y dejarlo todo atado y bien atado para vivir con tranquilidad esta próxima etapa de tu vida.
¡Mucha suerte con la búsqueda, y cuenta con nosotros si ocurre cualquier problema! 😉
Por cierto, si estás de alquiler y quieres darle una vuelta a la decoración de tu casa sin hacer obras, encuentra en este post un poco de inspiración…
