La relación de Paula Echevarría y Miguel Torres es una de las más célebres del colorín español y claro, estando tan expuestos, es normal que todo el mundo comente, opine e, incluso, invente.

Desde que se hizo público su romance, muchas cosas han cambiado entre la pareja: si bien Miguel era antes un tipo tímido, en la actualidad parece el acompañante perfecto para las fotos más pastelonas de una actriz de éxito.

Os confesaré un secreto. Conocí a Miguel Torres allá por el año 2010, creo. Yo trabajaba como dependienta en una tienda de ropa en un centro comercial de Madrid. Era un centro comercial normal, pero con pretensiones de lujo. Mi tienda, de lo más normalita. Una tarde un joven guapo y con una sonrisa de infarto (morenazo y prototipo total de mis sueños más fogosos) llegó al local y yo me adelanté de mis compañeros para atenderle. Compró vaqueros y creo recordar que un cinturón. Su belleza era tal que no dudé en quedarme con su nombre (pagó con tarjeta) para después googlearlo y añadirlo a mis amigos de Facebook. La sorpresa fue mayúscula cuando descubrí que era jugador de fútbol. Desde entonces le he seguido en las redes sociales y ¡me encanta!

Historietas a un lado, lo que vengo a comentar hoy es que me llama poderosamente la atención que Miguel, chico tímido y discreto, que no sube una foto a su perfil de Instagram desde hace un año y medio no deje de aparecer en el de su chica.

Al principio aparecía mucho menos pero en la actualidad Miguel Torres es un protagonista más en el perfil de Paula. A mí me encanta pero ¿os gustaría que vuestra pareja os expusiera en sus redes? ¿Pensáis que Paula está sacando beneficio económico de su relación con Miguel?

Aquí os dejo una selección de fotografías de los tortolitos juntos. En algunas posan juntos y a solas, y en las más, rodeados de amigos y en reuniones coloquiales. Me encanta ver su amor pasearse por el mundo. Desde Disneyland hasta la tierra de Paula.