Hoy he tenido mi mejor amanecer en mucho, mucho tiempo. Esto de la soltería no va conmigo. No lo llevo nada bien, la verdad, y lo de acostarme sola y levantarme sola me trae por el camino de la amargura. No porque yo no sea una mujer independiente y autosuficiente, que lo soy, si no porque me gusta que me mimen, que me quieran y de vez en cuando tener una de esas discusiones de pareja que acaban con final feliz.

La cuestión es que hoy ha sonado el despertador más pronto de lo habitual. A eso de las 7 de la mañana llegó la primera de las muchas alarmas que me pongo porque, otra cosa no, pero a mí dormir se me da de lujo. La cuestión es que sonó, y lo primero que hice, después de apagarlo, fue abrir Instagram. Bajé, bajé y volví a bajar buscando algo interesante entre tanto postureo y ¡vaya si lo encontré! El culamen de Jon Kortajarena. Sin duda alguna uno de mis prototipos (porque tengo varios) de hombre perfecto, que además de serlo de cara, desde hoy lo es también de culo.

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Sunday lunch. A very special project for @inmafiuza exhibition #comingsoon #artexhibition #photography

A post shared by Jon Kortajarena (@kortajarenajon) on Mar 24, 2019 at 7:38am PDT

Le pediría matrimonio, ronearía con él a través de las redes sociales pero es que… no quiero ser rival de La Vecina Rubia. Las dos somos unas muñequitas pero (y aquí llega mi ‘momento inseguridad’) ¿quién se fijaría en una curvy pelirroja teniendo a una rubia fabulosa? Está claro que un supermodelo internacional no.

Con un reloj Bulgari y un jersey a rayas firmado por Tom Ford, el top model euskaldún nos recibe en la cocina de lo que podría ser su casa de Bilbao con el culo al aire. La foto, que perfectamente podría ser simplemente una polémica imagen para Instagram, aparentemente formará parte de una exposición fotográfica de Inma Fiuza.

Gracias Inma. Gracias Jon. Nunca antes había comenzado un lunes con tanta alegría.