Algunos personajes de la Red, horrorizados por el desarreglado espectáculo en el que suele convertirse un foro sobre cualquier tema polémico, están solicitando un pacto entre caballeros y damas para acabar con la inmundicia en Internet. Dependiendo del punto de vista, se trata de una muy necesaria iniciativa para acabar con excesos como insultos o amenazas, o de un sermón autocomplaciente de vejestorios sin sentido del humor. Es cierto que la libertad de expresión vigorosamente ejercida nunca es bonita, y a veces asusta. Ninguna libertad es elegante: la gente es diversa en valores, opiniones y capacidades, así que además de elevados análisis y profundas reflexiones también hay raciones de estupidez y raptos de agresividad, e incluso matonismo, amparados en esa libertad y en el anonimato. Pero el civismo, como queda muy patente cada día en nuestras calles, no se puede imponer: tan sólo se puede educar, y predicar con el ejemplo. Las estrellas, los carnés de buena conducta y la moralina sobran.
El distintivo ‘No necesitamos apestosas insignias’ ha sido diseñado por Accordion Guy como rechazo a la propuesta insignia de ‘Aquí se respeta el civismo‘, inspirándose en una escena de ‘El Tesoro de Sierra Madre‘.