Esto me gusta muy poco, pero esta vez tengo que hacerlo: hablemos (un poco) de la vida sentimental de Kelly Slater.
Quienes ya sumaban unos cuantos años tal vez recuerden que hubo un día en que Pamela Anderson, mientras grababa Los vigilantes de la playa, apareció un día, DE REPENTE, casada con Tommy Lee, el batería de Mötley Crüe. Y todo el mundo se quedó alucinado porque por entonces, todo el mundo creía que tenía una relación con David Charvet o con Kelly Slater, ambos compañeros de rodaje en Los vigilantes.
Ella ha contado en Pamela Anderson: a love story, que por entonces tenía algo con Slater y que al volver de su viaje a Cancún iba a conocer a la familia de él. Pero eso nunca llegó a suceder, porque estando en Cancún se casó con Tommy Lee, a quien había conocido hacía cuatro días. Cuenta ella en el documental que «Hacer esa llamada a Kelly es de las cosas más difíciles que ha tenido que hacer en su vida».
¿Y de Slater? ¿Qué fue de él?
Incorporado en el 92 al cast, su papel en Los vigilantes de la playa era el de Jimmy Slade, un surfista nómada que vivía en una furgoneta amarilla. Parecía fácil que se fuera pronto, y así fue: estuvo presente en dos temporadas (la tres y la cuatro), y, aunque aparece en los créditos de los más de veinte episodios, solo actuó en ocho de ellos.
Slater ya era surfista antes de la serie que lo dio a conocer al mundo, y de los buenos. De hecho, era desde 1990 la imagen de Quiksilver.
Tiene en su haber hitos tan importantes como haber ganado hasta once veces el título de Campeón del mundo de la ASP (Asociación de Profesionales del Surf), cinco de ellas consecutivas (1994-1998). Cuando ganó la quinto título, en 1997, con solo 25 años se convirtió en el surfista que más veces había ganado un campeonato del mundo. Durante los 2000 ha seguido cosechando títulos, entre ellos el Billabong Pro Mundaka en Vizcaya o el Rip Curl Pro Search de San Francisco, en 2011, que lo convirtió en el surfista más joven y el más veterano en ganar un título mundial, ya que lo había conseguido a los 20 y, en el de San Francisco, ya había cumplido los 39.
Pero en estas dos décadas ha dejado escapar ocasiones en las que poder dedicarle tiempo a su «capricho» profesional: la pantalla. Aunque casi siempre ha elegido papeles que se ajusten a su verdadera profesión y personalidad. Durante los ’90 participó en algún corto de tinte surfer, como Boarding Zone o Hawaiian Watermen, y en los 2000 ha ido aceptando pequeños y divertidos papeles.
En 2001 aparecía en la comedia Divina pero peligrosa, en 2002 le ponía la voz a su propio personaje en el videojuego Pro Surfer y en 2007 era la voz de Kelly en la película animada Locos por el surf, con Shia LaBeouf, Zooey Deschanel, Jeff Bridges y James Woods.
En la última década, se ha dejado caer en un par de cameos: Cubed y Ballers, esta última una serie dramática de 2018 sobre un grupo de jugadores de fútbol y sus familias protagonizada por Dwayne Johnson.
En 2021, además, participó en The ultimate surfer en la ABC, una suerte de reality en el que algunos de los mejores surfistas emergentes del mundo conviven y compiten en un complejo de California, acompañados por Slater, Kelly Pizarrero y Erin Coscarelli.
Hay gente por la que el tiempo no pasa, y Slater es uno de ellos.