Nació en 1968, comenzó a cocinar a los 12 años, estudió Hostelería y Restauración en Barcelona y fue uno de los discípulos estrella de Ferran Adrià, aunque no se quedó ahí (ni muchísimo menos), porque Sergi Arola se llegó a convertir en uno de los mejores y más afamados chefs de nuestro país, reuniendo estrellas (Michelín) y soles (Repsol) como solo hacen los privilegiados.
Sin embargo, mientras que si ahora buscas «Ferran Adriá» en Google aparece como cocinero, y hasta Alberto Chicote figura como chef, si buscas «Sergi Arola» aparece como personaje de televisión. ¿Por qué?
Su primera estrella Michelín le llegó gracias a su restaurante La Broche, en Madrid, que abrió en el 97 junto a su entonces pareja, Sara Fort. Viendo en conjunto su carrera, muy probablemente podríamos afirmar que ese fue el punto de lanzamiento del resto de sus éxitos. A La Broche le llegó una segunda estrella y, poco después, abrió filial al otro lado del charco, en Miami.
Durante la primera década del siglo llegó a tener funcionando casi una decena de restaurantes en diferentes países y otros seis más dentro de nuestras fronteras, pero uno de ellos, el restaurante Sergi Arola de Madrid, terminó por ser la ruina económica, y romántica (finalmente la pareja Arola-Fort acabó por separarse), del chef. Abierto en 2007, el propio Arola reconoció en una entrevista para La Vanguardia que fue un error cuando «todavía la crisis económica era algo de los bancos americanos que no nos tocaría». Un derroche de dinero, desde la decoración hasta la cubertería porque «una sopa sabe mejor en cuchara de plata», acabó por generar deudas hasta que, finalmente, cerró sus puertas en 2016, «aunque tendría que haber sido muchísimo antes».
Al año siguiente, y siendo ya un cocinero de reconocido prestigio en varios continentes, Arola se mudó a Chile, donde actualmente vive con su pareja, Francisca Laree.
Y es en esta nueva etapa cuando, para el público, al parecer, ha dejado de ser un chef para convertirse en un personaje de televisión, ya que es cierto que es el responsable de algunos restaurantes de enorme prestigio, como el Lola by Arola en Santiago de Chile, el Orfebre del hotel JW Marriott de Monterrey, en México, o el LAB en Peña Longa Resort, que ha recibido este año una estrella Michelín, pero la razón por la que la gente conoce su rostro es por ser invitado o anfitrión en diferentes programas de cocina de mucho tirón, como El discípulo del chef, Parrilleros Space o, especialmente, MasterChef Chile, a cuya presentación corresponde la foto que encabeza este post y en el que, como viene siendo habitual entre los chefs del formato, no muestra compasión por quienes mancillan, a su juicio, los fogones.
La foto de cabecera corresponde a cuando estaba al frente de la sección gourmet del Lidl «De Luxe», a ver si ponemos las cosas como son.
16 septiembre 2022 | 11:47 am
Madre mia este Sergi, deja en calzones a Jordi Cruz
Hombre, algo de pedagogía e inteligencia emocional no le vendría mal, además, que necesidad de gritar…no por gritar mas alto..dices mas… ¿no?
16 septiembre 2022 | 4:55 pm