Punk de fascinante factura, aullidos en el garaje más olvidado de la ciudad esqueleto, retumba Riot grrrl en el “Verano muerto”, las hojas se recogen con tanta fuerza que te arrastran de camino al lugar donde los bajos se afilan hasta cortar con precisión las calles. Tiranía eléctrica en 150 segundos. Se llama “Enemigo” y la voz suena como el eco de un cadáver recién maquillado para salir de rumba. La rumba de la rumba tiene cristales en los labios.
Estoy tan cerca que me da la sensación de haber vuelto a 1997 y ser la chica de la banda caminando sobre la guitarra con mis mejores tacones mientras lanzo discos de las Breeders como si fueran ostias consagradas por Poison Ivy. Dale algo más de fuerza a la sierra eléctrica, soy un punk rocker enamorado de un machete descontrolado, por eso escucho “Amores perros” y recuerdo cuando creíamos que Baby Horror nos iba a salvar. Cierra el EP “La culpa”, aullidos en el desierto, Diane di Prima y Nina Hagen pensando en montar una tienda de tebeos con Aline Kominsky y poner en bucle a Amigas íntimas. Descubrimiento de hoy para todas las noches que nos quedan por morder.