Algunas palabras sobre Garravento de Álvaro Cortina (2023)

Garravento es la culminación de un diagnóstico equivocado, un baile de máscaras, de un delirio narrativo basado en la destrucción cáústica del espacio y el tiempo. Personajes extraídos de una España de bruma intelectural y motores de explosión. Cetrería, arte contemporáneo y ufología. Garravento es una novela bendecida por importantes oráculos como Enrique Vila-Matas y, sobre todo, Luis Alberto de Cuenca. Un texto con afinidades medievales, tránsito de soneto y discurrir de road movie. Eremitas analógicos sumergidos en el conflicto, capaces de provocar la disrupción física e intelectual a través de las redes sociales. Garravento de Álvaro Cortina es un homenaje al extrañamiento, a la elegancia monacal de Francisco Ferrer Lerín e, incluso, la humorada isleña de Siniestro Total. Dotados de nombres extremos, de belleza calculada, personajes que nos hacen sospechar de la realidad, de la entrada de lo que hay más allá. Babelia y lecturas avanzadas, suplementos dominicales de envarados críticos y fuleros autores frustrados atrapados en una maraña de reseñas. Pero la verdadera crítica se hace desde el anonimato del blog.

Todas las novelas del mundo llegan a Zaragoza. Aunque no pasen por ella. Calatayud, hijos de padres mayores, hijos sin autonomía, sopa y coñac, traducciones, ediciones, bisoñés, arte contemporáneo, parejas blandas, crueles, escandinavos alejados en ínsulas que desgarran la Costa de la Muerte. Un tren, un fraseo, un misterio trágico, niños y abuelos, personas de paladar exquisito, ajenos a cualquier cultura popular.

Álvaro Cortina dota a sus protagonistas de nombres extremos, de intelectualidad soberbia, de envaramiento crónico. Y es por eso que existe algo de belleza oculta en el diagnóstico de la irrealidad descrita por el autor, capaz de utilizar una arpía como ayudante en su función de demiurgo gamberro en la gestión de la historia. Así, tras demostrar que si las reseñas no hubieran sustituido a las críticas, el número de aneurismas entre escritores seguiría creciendo exponencialmente, presenta la minuciosa descripción de un viaje, de una venganza programada, con hedor a carne cruda y cuerpos de cera. Desde Zaragoza hasta Madrid, pasando por Sevilla y las perdidas islas Sigargas de la Costa de la Muerte en Galicia, Florinda, impregnada del vengativo sustantivo heredado de la Venecia de Lucio Fulci, enarbola una máscara de hockey adquirida en el Decathlon de Fuencarral. Peluquines bilbilitanos, manos blandas de tratantes de arte contemporáneo, lugares de tempestad y tradición, todo se mezcla en Garravento, donde el tiempo se mueve en distintas direcciones: acelerado por el odio, ausente y contemplativo entre la galería de personajes ilustrados.

Culmina la pandemia con una España salida de la limitada imaginación de Jiménez del Oso. La provocación ya solo existe cuando la literatura ácida es capaz de hacer frente a la falsedad de los agradecimientos universitarios, a los artículos de novela avanzada en un despliegue faraónico. La Galicia consumida por la tradición, la tempestad, el mal tiempo, los viejos comercios y los lugares tradicionales de Madrid. Sigarg es Ragnarr, con un poco de paganismos, demasiado animismo, verdiazul y grisalla como palabras fundamentales. Relaciones humanas, talleres, hermanas, madre. Móvil de un muerto. Si juegas con una harpía, al final o devoras las páginas o ellas te devoran, todo, en el aire, queda cubierto de sangre, vísceras, hojas arrancadas y alguna pluma, demasiado liviana como para descender y dejar marca. Marca o pista. Cetrería de personas, de maniquíes, entrenamiento social que se confunde con el de la caza, por eso, tras la humorada y el giallo, tras Lucio Fulci (ya antes lo he nombrado, soñando todavía con un director cut de “Dawn of the dead”), los Bava o el Argento: Aria podría ser la protagonista para el regocijo del respetable.

El muerto, el marido, el móvil, el celular, que se mantenía encendido, con la clave conocida, para poder responder con rabia a las llamadas falsas de preocupación. Recordamos otra vez a Bava y Argento, el reflejo del cuchillo de cocina. Lleno de sangre. Como una garra. Pero, ¿y si todo es parte de la imaginación? ¿Dónde está la autoría, la marca fehaciente de lo que estamos haciendo? Aves, tecnología, Madrid sin cobertura, Madrid Rodeada de un campo magnético que guía a las aves asesinas. Venecia. Todavía más fuerte el vínculo con el Giallo. (Amarillo, todo mentira, italianos con nombres yanquis, para ser más aparentes). Kant y los extraterrestres, una sonrisa burlona, una literatura de alto calado.

Piensa en los contactados de Tarrasa, cercanos a UMMO, con un trocito de papel en el bolsillo, donde el suicida deja manuscrito: Los extraterrestres nos llaman; pertenecemos al infinito. WTKS 88. Pero en vez de Tarrasa llegan ertzaintzas dispuestos a ser hombres de negro o Rasdi & Amiex. Crash test for Dummies. Hablar demasiado de cine no es correcto, Octavio. Esta es la revisión larga, pop, agreste, propia de un estudio de cuatro pistas, con casetes TDK, la otra, la reseña, la habrás leído hace unas semanas o meses, qué sé yo.

Como Jason y Michael. Máscaras africanas como en la BBC relatando el Día de los Tríferos. ¿Cómo puede un escritor describir con maestría los procesos de entrenamiento de la cestrería y sumergirse en la filosofía comparada de Kant y su pasión por la ufología? ¿y cómo no nos hace dudar si todo es mofa= Descripción escrupulosa. SABER

«Decreto, en esta reseña, con este libro, el final de la METALITERATURA. Aunque yo siga escribiendo sobre mí en una novela que nunca se termina y que debería estar escribiendo mientras escribo esto. Que nos pille a los mediocres confesados Cuerdas y pieles y poleas, Leonardo Da Vinci castizo, ingeniero de explosión y taller, chapa y pitura. Heavy. Florenza y sus cuartos cetreros».

Un escritor que es capaz de pasar de los mecanismos del asesinato irónico de Edgard Allan Poe, con el componente animalista de “El misterio del cuarto amarillo”, mientras deja caer procesos de doma de aves rapaces y enumera paralelismos entre Kant, la ufología y los platónicos. Aquí la humorada crece, la voz en off, con un cierto toque divino, de Félix Rodríguez de la Fuente, no sabes si es un entretenimiento, o en un ejercicio de narrativa compleja, donde los personajes, exabruptos, son simples comensales o parte del festín, que es todavía peor. El final con Abba, con la alucinación, con la realidad mezclada con la ficción. Todo es ficción porque es una novela. El instinto animal se impone, derrotando a la infantilización que humaniza las especies salvajes.

Las islas gallegas, con una descripción precisa entre el abandono y el aislamiento, cetrería, una manera manera de plasmar una temática aparentemente trasnochada con una escritura sublime. El desarrollo descriptivo que mezcla la realidad con una situación que frisa el extrañismo (por no incluir desmadre en una reseña formal), ¿Cómo es posible cruzar Lady Halcon con una película de venganza de Tarantino? Recorrer un círculo íntimo. Hamlet y Shakespeare. Entre el ambiente brumoso de amistades secretas. Sociedad secreta que aún conteniendo todo lo analógico se dedican al anonimato venenoso de las redes sociales. Pesos, sangre, cuero, muerte, carne podrida, un aragonés, un zaragozano de Calatayud. Dueños del Fractal. Provocadores del arte contemporáneo. Traductores, editores, distribuidores.

Decretando, con valentía, el final de la metaliteratura -que nos pille a los mediocres confesados-, Álvaro Cortina, con Garravento, es la enésima muestra de la capacidad de JEKYLL&JILL y su editor Víctor Gomollón, donde el continente y el contenido superan la apariencia hermética para sumergirse en una sucesión de islotes rebeldes, humorísticos, profundos y atemporales, que permiten al lector avanzar hacia un estado privilegiado: acercarse al catálogo de la editorial sin examinar temática o autor, simplemente sabiendo que la selección previa les suministrará un robusto y nutritivo entretenimiento literario.

Escribe aquí tu comentario





    Normas para comentar en 20minutos.es

    • Antes de enviar su comentario lee atentamente las normas para comentar en 20minutos.es.
    • Esta es la opinión de los internautas, no la de 20minutos.es.
    • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
    • Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
    • Por favor, céntrate en el tema.
    • Algunos blogs tienen moderación previa, ten paciencia si no ves tu comentario.

    Información sobre el tratamiento de sus datos personales

    En cumplimiento de lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos, y Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales le informamos que los datos de carácter personal que nos facilite en este formulario de contacto serán tratados de forma confidencial y quedarán incorporados a la correspondiente actividad de tratamiento titularidad de 20 MINUTOS EDITORA, S.L, con la única finalidad de gestionar los comentarios aportados al blog por Ud. Asimismo, de prestar su consentimiento le enviaremos comunicaciones comerciales electrónicas de productos y servicios propios o de terceros.

    No está permitido escribir comentarios por menores de 14 años. Si detectamos el envío de comentario de un usuario menor de esta edad será suprimido, así como sus datos personales.

    Algunos datos personales pueden ser objeto de tratamiento a través de la instalación de cookies y de tecnologías de tracking, así como a través de su acceso a esta web desde sus canales en redes sociales. Le rogamos consulte para una más detallada información nuestra Política de Privacidad y nuestra Política de Cookies.

    Los datos personales se conservarán indefinidamente hasta que solicite su supresión.

    Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación, supresión y portabilidad de sus datos, de limitación y oposición a su tratamiento, así como a no ser objeto de decisiones basadas únicamente en el tratamiento automatizado de sus datos, cuando procedan, ante el responsable citado en la dirección dpo@henneo.com

    Le informamos igualmente que puede presentar una reclamación ante la Agencia Española de Protección de Datos, si no está satisfecho con en el ejercicio de sus derechos.