Recordando Flamingos de Enrique Bunbury

Bienvenidos al Club de los Imposibles. Dos décadas después. El tercer disco solista de Enrique Bunbury. Preparen su dinero. La apuesta es seria. Todo sea por el glam y el rockandroll. El más excesivo e inspirado de su trayectoria. No es un disco perfecto, no es el más transgresor, pero sí que el que mejor aúna las distintas influencias y el buen gusto que Enrique Bunbury tenía en una época maravillosa, en el que todo era posible. Aquel Huracán Ambulante, aquel repertorio irrepetible. De Zaragoza a Buenos Aires, pasando por Las Vegas y con un pie en México. El verdadero Comeback´68 con Perico Fernández a la diestra. Flamingos. Editado por EMI en 2002. ¿Dónde estabas tú?

La génesis del disco: Enrique Bunbury se encierra en la casa que tienen sus padres en la costa mediterránea, cerca de Salou y comienza a componer una gran cantidad de temas a la orilla del mar. Es un invierno largo, las olas del mar cuando chocan con la orilla suenan de otra manera. Enrique, armado de una grabadora, un teclado, una guitarra, una caja de ritmos y el bajo que le ha dejado Antonio Estación compone y compone. Se habla de veintisiete canciones.

Tiene una buena banda preparada y a esos temas esbozados se muestran a la gente del Pequeño Cabaret Ambulante y comienza un proceso de maquetación que dura de Junio a Septiembre en un estudio que montan en Molinos en la provincia de Teruel, en una especie de palomar. Recuerdo que Rafa Domínguez me lo contó un día. Tres meses encerrados allí. Y él teniendo que ir a Benicassim, al FIB, con Muy Poca Gente del año 2001, poco después Rafa Domínguez tiene que dejar la banda por sus compromisos como guitarrista del Huracán Ambulante.

«Recuerdo que en su día Rafa nos contó cómo fueron a recogerle en furgoneta al palomar donde Bunbury estaba grabando las maquetas de Flamingos y tuvo que volver deprisa y corriendo para seguir trabajando las canciones de aquel disco».

Uno de los temas que se quedaron fuera del disco Flamingos pero del que se hizo una demo era uno escrito al completo por Rafa Domínguez, Circo circular, que luego aparecería en la voz de Rafa en su disco de Guisante, Envasado en hechos reales.

Rafa Domínguez, guitarra solista por entonces de la banda, ejerció de coproductor junto a Ramón Gacías y la banda base, Del Morán en el bajo, Copi en los teclados, Luis Miguel Romero en la percusión, Ana Belén Estaje en violín y Javier García Vega trombón y arreglos de metales y Javier Iñigo en la trompeta y el fliscornio. De aquella época quedan los demos de algunas canciones que quedaron inéditas. Luego fueron parte de un disco mitológico, Bizarros y terminarán apareciendo en la reedición que se presenta estos días. Canciones como Malicia, Si fuera o Un poco de juego.

Unas imitaban el sonido de Syd Barret, «Barret» y otras el de Van Morrison «Van the man«. También la versión demo del tema de Radio Futura, Anabel Lee, que luego Bunbury grabaría para un tributo a Radio Futura, Arde la calle, que aparecería dos años más tarde.

En los estudios Music Lan de Gerona durante el año 2001 y el año 2002, en una larga gestión de LP, de casi nueve meses, se graba el continuador de Pequeño: Quince temas (de un puñado mucho mayor, como se conocerá meses después) donde Enrique Bunbury se involucra en la producción de este tercer LP al máximo, junto a la que es todavía su mano derecha Ramón Gacías. Flamingos es el exceso personificado de un personaje, Enrique Bunbury, absolutamente intocable y genial en esos momentos, con una capacidad compositiva fértil, con una banda perfectamente engrasada a su lado, tocando todos los palos de la música: pop, rock, glam, cabaret, bolero o tango… revisando a Celentano, hablando de tú a tú con Charly García, aliado con la aristocracia del rock español, desde lo más mediático como Jaime Urrutia o Loquillo, al underground más galopante de los Adriá Puntí y Justo Bagüeste.

Están Carlos Ann y Shuarma con los que montará Bushido, también Quique Mavilla o Guille Martín habituales de la escena aragonesa, Kepa Junkera, Quimi Portet…un disco en el que alguno de los temas tiene más de 150 pistas de sonido.

Hablando con Justo Bagüeste que fue uno de los que más participó en aquella grabación, me contó que aquello era increíble. Un estudio que parecían cien. Varias cabinas donde Bunbury y Gacías iban de un lado a otro grabando pistas. Músicos que entraban y salían, algunas de las mejores cabezas de nuestra música aportando ideas.

El 1 de Abril sale a la venta Flamingos: la portada nos muestra a un Bunbury sudoroso, vestido de boxeador. En las fotos interiores le acompaña el campeón del mundo Perico Fernández haciendo las veces de su entrenador en el ring…Enrique demuestra su respeto por la tradición y la historia aragonesa llevando el pantalón de Benito Escriche, conocido promotor taurino y de boxeo, que había fallecido unos meses antes.

Un disco que fue un éxito de ventas (posiblemente el disco más vendido de la trayectoria de Bunbury y que le permite volver a los pabellones y estadios de todo el mundo) y está dedicado a su hermano Rafael, que había muerto unos años antes, en un estúpido incidente en un bar de copas en Salou. A él le dedica una de las canciones más delicadas del disco, San Cosme y San Damián. Esta preciosa versión de Niños del Brasil emociona.

La gira de Flamingos comienza en Abril del año 2002 con varias fechas en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza. Aunque, como es habitual, realiza un ensayo general en la sala Oasis de Zaragoza para amigos, fans y prensa, es el 19 de Abril del año 2002 se presenta el disco Flamingo´s en Zaragoza con un concierto en el Príncipe Felipe en el que se mezclan temas de los discos en solitario de Enrique con la recuperación de temas de Héroes del Silencio como Maldito Duende o la Chispa Adecuada además de versiones como el bolero de Celso Piña, Aunque no sea contigo (que tocará, por cierto, un día muy de mañana, invitado por el dúo Gomaespuma, cuando acude como invitado a su programa matinal realizado en directo en la Sala Multiusos de Zaragoza), como invitados aparecen Pedro Andreu para tocar con Enrique Maldito Duende y Apuesta por el Rockandroll de Mas Birras y Jaime Urrutia con el que cantan una versión de Camino Soria, el gran éxito de los Gabinete Caligari.

Crítica de Javier Losilla para la revista EFE EME

Durante el verano del año 2002 la gira le lleva por toda España, a finales de Julio marcha a Latinoamérica, visitando Venezuela, Panamá, Colombia y México. Para en Estados Unidos y hace unas cuantas fechas en Buenos Aires al finalizar el mes de Agosto.

«En una de esas fechas me encuentro en Buenos Aires. Había visto las noches anteriores a Fito Páez y Charly García en directo. Pero uno no sabe lo que es un concierto de rock hasta que ve a Bunbury en directo en El Roxy de Buenos Aires. No recuerdo haberlo visto más veces en aquella gira. La memoria me juega malas pasadas».

La gira mastodóntica sigue, vuelve a España en Septiembre y Octubre y hay una fecha que es imprescindible recordar: el 5 de octubre del año 2002 Enrique Bunbury es pregonero de las Fiestas del Pilar de Zaragoza. Después de regalarle un cachirulo con lentejuelas al alcalde José Atarés, Bunbury lee un pregón que tiene algo de manifiesto y reivindicación: la frialdad y lo desaires con los que con demasiada frecuencia se han tratado a los artistas de la tierra en Aragón. Y después ofrece un magnífico concierto en la Plaza del Pilar. Bunbury está en plena forma.

Durante la gira latinoamericana Bunbury había anunciado la publicación en el mes de abril del año 2003 de un disco llamado Bizarros</strong>. Era la continuación natural del disco Flamingos. Las canciones que habían quedado fuera, algunas versiones…colaboraciones como Charly García o El Gran Silencio. El proyecto Bizarros quedó aparcado con el tiempo y por internet aparecen grabaciones contenidas en aquel disco, básicamente las demos de Molinos y algunos temas esbozados. Ya se estaba preparando la colaboración con Raphael para su disco, De vuelta, tras el trasplante de hígado que había llevado al jienense al borde de la muerte. En ese LP de Raphael aparecerá Desmejorado (que Enrique incluirá en su aventura comunal Bushido) y otros temas que son sacados del repertorio que maneja Bunbury en la época, como Vámonos de José Alfredo Jiménez y el bolero Aunque no sea conmigo del que hemos hablado antes. También Dos clavos para mis alas, que en la versión primeriza de Bizarros se llamaba Cementerio en mis zapatos. Por terminar, casi, con Bizarros y la reedición actual, comentar que algo del material del que iba a ser el disco conjunto con Nacho Vegas, El tiempo de las cerezas de 2006, se estaba cocinando entonces, puesto que El Día Anterior es una versión embrionaria de Welcome To Callejón Sin Salida.

Un tema de Adriano Celentano, Bellísima, que aparecía en la BSO de Y tu mamá también. Las malas lenguas dicen que Enrique despertó de madrugada a la banda y les pidió que fueran a un estudio a preparar la base de la canción. Él llegó un par de horas más tarde, metió el texto en castellano y cerró la producción. Ese era el ritmo de la época. El mismo de Calamaro, de Loquillo o de los demás.

No era la primera vez que se había metido en terreno de Adriano Celentano. Ya tenía en la cabeza revisar el clásico Pregueró, el Stand by me de BE. King vía Silvio, el rockero Sevillano. Y lo grabó con Los Chulis. Aquella época era una especie de creación de una mitología particular donde solo tenían espacio los más raros, los más talentosos, los salvajes bellos y los hermosos vencidos.

En diciembre del año 2002 se centra en una gira más tranquila, reservando fechas en Teatros. El 30 de diciembre cierra su gira de Teatros con un concierto en la sala La Paloma, uno de los sitios más bellos para conciertos de Barcelona, que por aquel entonces estaba en pleno apogeo y para el que cuenta, como no podría ser de otro modo, a su compinche Adriá Puntí como invitado. Allí, como no podía ser de otra manera, tocan esta versión del clásico de los Umpah Pah, Sí, la única versión registrada en Flamingos.

La gira de Flamingos continúa al año siguiente, en el año 2003, por toda España, en Mayo y Junio sigue por los escenarios. Uno de los piratas con mayor calidad de la época sería el concierto grabado en Jaén en el Lagarto Rock el 7 de junio de 2003 en el que podemos ver que el repertorio incluía El club de los imposibles, la versión de Bellísima de Celentano, Sí de Umpah Pah, Apuesta por el rock and roll de los Mas Birras o temas de Flamingos como Lady Blue, Enganchado a ti o Sácame de aquí. Es curioso el número de versiones que hace El Huracán Ambulante pero que en la época los seguidores de la banda y de Bunbury habíamos interiorizado tanto que no las considerábamos propias del cantante aragonés. El final con un par de temas clásicos de Héroes del Silencio (clásicos por el tiempo que llevan en el repertorio solista), «En brazos de la fiebre» e «Iberia Sumergida». En aquella época, de todos modos, el setlist de Bunbury era una sorpresa constante, las versiones ajenas o los covers de Héroes del Silencio iban variando. Imaginen el sonido de dos temas de Avalancha, el último LP de la banda aragonesa, que casi rozaba el Heavy Metal, llevados a los arreglos de cabaret rock del sonido Flamingos.

En Septiembre del año 2003 aparece Una cita con Flamingos, DVD que recoge los conciertos realizado en la Plaza del Pilar el día de la lectura del pregón. Es un registro audiovisual magnífico en el que se demuestra que Bunbury había amasado una fuerza en directo increíble acompañado de una banda que era extenuantemente completa. Arrastrando a su sonido compacto temas tan bellos como este bolero de Celso Piña, Aunque no sea conmigo.

La luz de Neón de Flamingos se va apagando…el exceso de la gira americana, el rock picante, el tequila, la vida al filo. Bunbury es un animal escénico, pero también es capaz de seguir escuchando a Leonard Cohen. Cuando este Neverending Tour parecía no terminar….cuando uno cualquiera se hubiera tomado un respiro. Bunbury va a entregar un disco doble que se llamará Viaje a ninguna parte, se ha juntado con unos cuantos amigos para grabar un disco que se llamará Bushido, pero eso, como siempre, es otra historia.

Repasamos los temas de Flamingos

El club de los imposibles: Abertura de guerra. El Napalm de la mañana. El boxeo. Un sosías de Alta Suciedad, el tema con el que se abría Honestidad Brutal de Andrés Calamaro. Un club privado solo al alcance de unos pocos.

Primer sampler de homenaje a Perico Fernández. El campeón del mundo fallece el 11 de noviembre de 2016.

Sí: Versión del tema de los Umpah Pah, sigue siendo un habitual en sus directos. Puntí colaboró con Enrique en alguna ocasión más. Su disco solista María, de ese mismo año 2002, contiene un tema que aparecerá en el Freak Show de Bunbury, un disco en directo pleno de raros, Longui número 33. Luego Adriá Puntí siguió persiguiendo sus fantasmas.

Contar contigo: Una voz infernal con sus personajes detrás, una declaración de intenciones para un artista que estaba creando a su alrededor una telaraña de aliados: desde la aristocracia del rock español (Urrutia, Loquillo, Mercedes Ferrer) , lo más subterráneo del pop catalán (Puntí, Shuarma, Morti, Carlos Ann) o las nuevas olas que estaban ya a punto de ser parte del mar (Iván Ferreiro o Nacho Vegas) y un poco de psicodelia para abrir el apetito. Aquí aparece la voz del locutor narrando la victoria de Perico Fernández proclamándose campeón del mundo.

Sácame de aquí: un poco de bolero, percusiones de tango, metales calientes, Mink DeVille y el rock latino hecho desde de España. Pistas y pistas de arreglos, para la voz de Bunbury dominando de tercio. Libre dentro de una canción, amante perfecto el día de la mascarada del Carnaval. Años después llegaría una magnífica versión de Ariel Rot, convertida en una huesera tequilera.

Enganchado a ti: un poco de macarrismo ilustrado. Trompetas para dejar claro que las sustancias tienen algo de cuerpo de mujer. O la mujer cuerpo de sustancias. Los pianos en directo eran sangre saliendo de las encías de alguien que estaba mordiendo demasiado demasiado.

Lady Blue: fue el primer single disco del LP. Cuando lo escuché todo me valía. Ahora, dos décadas después me doy cuenta de lo mucho que se parecía a las visiones espaciales de David Bowie. La tristeza del Mayor Tom convertido en yonqui en Ashes to ashes pasado por la música de Space Oddity pero con el toque italiano de Ragazzo solo, ragazza sola. Bunbury había estado siempre allí, al lado de David Bowie. Y de su kiwi.

San Cosme y San Damián: la muerte de su hermano Rafael le lleva a componer una oda, una despedida que no lo es ni lo será nunca. Una de las canciones más bellas de su repertorio. Un gran fan suyo, Félix Romeo, me contó que la ermita más bella dedicad a los dos hermanos médicos y primeros santos del cristianismo se encontraba en el Alto Aragón, en Huesca, en el Santuario de Casbas.

Un bastón para tu corazón: cabaret hecho a la medida de Bunbury. Una canción corta que saca la parte más melódica de Bunbury, la que lo sigue demostrando como un devoto de los Beatles y esos temitas que incluían en sus obras magnas, como un respiro en mitad de la tormenta.

No se fíe:  una incursión al pantano, con el gusto de Antonio Bartrina, no se puede distinguir a Screamin Jay Hawkings si decide utilizar lunfardo.Ahí aparece Jaime Urrutia. Jaime había publicado en ese mismo año un disco, su primer LP en solitario, Patente de corso, con una buena colección de canciones. Para el directo se rodea de gente como Esteban Hirschfeld de los Mockers y habitual de Gabinete Caligari, de Ambite, bajista de Pistones y Guillermo Martín, que había participado en Flamingos con su guitarra stone. Guille había acabado en Zaragoza por amor, después de tocar con Desperados, ser primer bajista de los Rodríguez y guitarra de la banda de Andrés Calamaro. De aquel disco se extrajo un single, ¿Dónde estás? Con el añadido de las voces de Loquillo, Calamaro y Bunbury que resultó la firma del tratado de aristocracia definitivo del rock español después de los ochenta y noventa.

Ciudad de bajas pasiones: quizá la más narrativa de las canciones del disco. Un corrido eléctrico sin ningún corte. La noche anterior, los ángeles exterminadores de Luis Buñuel siguen trayendo tequila a la furgoneta de la banda. Había que huir hacia delante. Entre el Mantra de Rodrigo Fresán y las canciones de Julieta Venegas, a la que no podíamos dejar de nombrar en este texto.

Hermosos y malditos: Otra de mis favoritas, las guitarras burbujean como nunca, es un golpe en el mentón de Leonard Cohen. Un tipo que está a un lado de la vida, viajando de barrio en barrio, sin preguntar, intoxicado que algo queda. El violín de Ana Belén Estaje da un toque fundamental. Aquí sí que está Perico Fernández mandando un mensaje al mundo. Así, Perico, Así.

One, two, three: la pereza del final. Con las puertas de la percepción abiertas. Ácido y percusiones. La pereza lujuriosa, un medio tiempo que define una de las aristas del LP. Escape y reclusión cuando tienes el mundo a tus pies. Un estribillo sencillo, que se queda en tu cabeza como una serpiente que deambula por tu interior como en un desierto.

Hoy no estoy para nadie: más de siete minutos de ensoñación o de intoxicación, según lo que quieras verlo. Junto con el tema anterior, el fragmento de la pereza, los metales y las percusiones, el hombre que todavía no es padre, que se puede permitir mirar la techo esperando la inspiración. No imaginamos el número de capas de este tema. El momento de theremin de Justo Bagüeste uno de los grandes del disco.

Mundo feliz: un guiño a Aldous Huxley para el final ambiental del disco. Los toques de dub. Un poco de sabor a té cargadito, a ambientes pesados. Las voces de los gatos, las voces de las gatas. Hermoso al terminar. Bourbon y amor. Oraciones y ansiolíticos.

Y al final: Mi tema favorito. Leonard Cohen pasado por la Plaza Garibaldi. Hasta nos permitimos hacer una versión.

Aunque fue más coherente la de un verdadero mariachi con José Riaza & El Mariachi de los Gallos de México

Y nos despedimos. Espero que les haya gustado. Todo tiempo pasado no fue mejor, pero fue realmente bello.

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