Hoy vamos a comentar un curioso biopic sobre un personaje que decidió declararse como máximo y único representante de su país en los momentos iniciales de la Segunda Guerra Mundial, un suceso poco conocido de los entresijos de la diplomacia.
Se trata de la historia de Henrik Kauffmann que era el embajador danés en Estados Unidos cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial y su país fue invadido por el avance nazi de Europa occidental.
Interpretado por Ulrich Thompson, The good traitor (El embajador Kauffmann) (Christina Rosendahl, 2020) nos acerca a una situación insólita cuando el diplomático negoció por su cuenta con los Estados Unidos sobre la soberanía de los territorios daneses. Ante la reticencia norteamericana en un conflicto que todavía les era ajeno (aún no había sucedido el ataque a Pearl Harbor), el diplomático muy cercano al presidente Roosevelt, ofrece la isla de Groenlandia como ubicación de una base militar que permitiera enviar aviones a Europa de manera directa.
«Los estadounidenses no quieren morir por países que dejaron un día atrás» Franklin D. Roosevelt (Henry Goodman)
Junto a Ulrich Thompson en el papel principal de Kauffmann, tenemos a Denise Gough como su esposa Charlotte, siempre bajo la sombra de los sentimientos de su marido hacia su hermana Zilla Sears, que interpreta Zoë Tapper. Mikkel Boe Følsgaard es Povl Bang-Jensen, idealista y fiel ayudante del embajador que fue su principal apoyo en los momentos más delicados. Entre los políticos destacados tenemos a Henry Goodman como Franklin D. Roosevelt y Nicholas Blane como Winston Churchill. Burn Gorman es el secretario de estado Adolf Berle, que negocia con Kauffmann la cesión de Groenlandia.
Pese a la temática no se trata de un film bélico y no se muestra ninguna imagen del conflicto. Solo se hace eco de la guerra mediante sonidos en determinados momentos clave, combinando audios del conflicto con la vida placentera al otro lado del charco. La cinta se centra sobre todo en las relaciones personales, con su mujer o con su cuñada (con la que tuvo un romance), y a lo largo del metraje estos enredos dejan a un lado sus labores diplomáticas (la parte más interesante de la trama), restando fuerza a la carga histórica. No sabemos si este enfoque favorece los gustos de los espectadores pero a mí me dejó cierto sabor amargo.
La película se puede ver actualmente por suscripción en las plataformas de Filmin y Amazon Prime.
Kauffmann asumió la soberanía de su país ya que consideraba que al estar ocupado por Alemania no podía decidir libremente. Con ello acordó con Estados Unidos la defensa de Groenlandia a cambio de la instalación de una base militar a pesar de la oposición de la Dinamarca ocupada. Kauffmann y el secretario de Estado norteamericano, sellaron el acuerdo que fue ratificado por el propio presidente Roosevelt. Aunque fue acusado de alta traición y se le intentó relevar en el puesto de embajador, el apoyo de los Estados Unidos fue determinante. Una vez terminada la guerra continuó su labor de embajador en la ONU.
La cinta comienza por el final y Christina Rosendahl nos ofrece los últimos momentos de Kauffmann, que también estuvieron rodeados de polémica ya que fue asesinado por su propia mujer que también se suicidó después. Todo hace pensar que pudo hacerlo a modo de eutanasia debido al cáncer que padecía y que le tenía postrado en una cama.
Más allá de las batallas, tan habituales en las películas inspiradas en el gran enfrentamiento mundial, el mundo opaco de los diplomáticos fue trascendental en el resultado de la guerra como ya contamos en ‘Diplomacia’, la historia que evitó la destrucción de París.
Tráiler de ‘The good traitor (El embajador Kauffmann)’ (2020)